Un nuevo comienzo. Y el mismo se da casi en el final de la temporada. Esto quiere decir que las cosas no anduvieron bien. Y los números así lo marcan. Pero más allá de las estadísticas, Central quería volver a sonreír. La última vez que lo hizo fue la alegría más grande en muchos años; aunque ya había pasado mucho desde aquel 6 de diciembre a este fin del mes de marzo. Es que desde que arrancó el año, el Canalla no paró de sumar fracasos.
Claro que con la llegada de Diego Cocca las ilusiones se renovaron. Y en el corto plazo no se buscan objetivos utópicos. Sumar lo que más pueda de los seis puntos que quedan a esta Superliga y así engrosar una tabla de promedios futura que preocupa.
En ese camino, el DT apostó a la experiencia para enfrentar a Argentinos Juniors en La Paternal.
La previa del duelo tuvo condimentos, primero con el homenaje a los Héroes de Malvinas y el recuerdo a los caídos. Y luego con el reconocimiento local a Caruzzo y Ortigoza por el pasado exitoso en la institución.
Producción fotográfica Nicolás Aboaf
Ya en el juego, el mediocampo fue de rápido traslado y ambos elencos encontraron buenas aproximaciones, pero la primera clara fue de Hauche tras una desatención del fondo auriazul que salvó Ledesma con rápida reacción.
Pero a los 16 una gran jugada de Parot por izquierda terminó en centro para que el Colo Gil defina de zurda llegando por derecha y rompa los más de 500 minutos sin anotar en la Superliga.
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Ambos propusieron juego rápido, vertical y tratando de ser incisivos, porque entre defectos y virtudes regalaron un partido entretenido desde la propuesta.
Con el calor como factor extra, el juego se fue aplacando en velocidad y calentando por la pierna fuerte y encontronazos. Llegó Argentinos con pelota parada y con empuje, pero sin claridad, fue metiendo a Central contra su arco en los minutos finales del primer tiempo.
Sin embargo, la defensa visitante bancó bien el momento de un local apurado por su gente, de contra tuvo una más con un centro que cruzó todo el arco pero no encontró quién la empuje a la red. Central se fue al descanso arriba en el marcador, sin lujos, pero con justicia.
En la segunda mitad Argentinos presionó más y generó situaciones como para merecer algo más, pero fue Central el que aprovechó un córner de Gil para que Parot gane de cabeza y anote el segundo.
Siguió el Bicho empujando y el Canalla aguantó como pudo, ya sin prolijidad, pero aferrándose a los tres puntos. Y aunque es verdad que pudo sufrir porque el local dilapidó situaciones propicias, también supo aportar personalidad para defender la victoria tan necesaria.
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