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Ahora, San Pedro: tercer día de la travesía por los humedales con (casi) todo para celebrar

A las y los remadores de la Multisectorial Humedales los acompañó el clima y el Paraná, pero desde Vuelta de Obligado divisaron a lo lejos dos columnas de humo en las islas. Como contrapartida, suma apoyos: Unidos por la Vida y el Ambiente en Ramallo y Conciencia Ecológica en San Pedro


“Se mantiene la energía, el buen humor; estamos muy motivados. Es el tercer día de la travesía y estamos ya en la mitad. Y llegamos con sol a San Pedro, lo que nos puso muy contentos”, relató con desbordante entusiasmo Julia, una de las y los portavoces de la Multisectorial Humedales de Rosario, y parte del equipo de apoyo por tierra. Así continuaba este viernes, previo al fin de semana largo, la épica marcha hacia Buenos Aires por el río Paraná, a remo. Pasadas las siete de la tarde, cuando ya había oscurecido, miembros de una organización local que recibió a las y los activistas, Conciencia Ecológica, cocinaban a leña un suculento guiso: la idea que primaba en el camping de las afueras de la ciudad bonaerense era acostarse temprano para, cuando despunte el sol, encarar una nueva jornada de la manifestación náutica. Este sábado se habrá recorrido más de la mitad del trayecto de la inédita acción para empujar el tratamiento de la ley de protección de los humedales, estancada en las comisiones de la Cámara de Diputados de la Nación.

Hasta ahora las y los activistas-remadores no habían tenido ningún contratiempo, sino más bien todo lo contrario. En cada población a la que asomaba la caravana náutica vecinos y organizaciones habían preparado una recepción o acompañaban desde la costa con carteles y voces de apoyo. Así ocurrió por la mañana antes de la partida desde Ramallo, donde la comitiva desayunó frutas, jugos, infusiones, facturas, aporte de vecinas y vecinos en apoyo a la travesía de la Multisectorial.

La caravana está integrada, ahora, por cerca de 30 embarcaciones, 23 kayaks simples y 4 dobles de los manifestantes, una lancha de apoyo –durante la mañana se sumó una segunda que hizo el camino desde Rosario– y un buque de la Prefectura Naval que va acompañando en el recorrido.

La jornada de este viernes resultó incluso más benévola que la anterior: buen tiempo, una temperatura más agradable, y ya no más viento sur: la sudestada del jueves había sido intensa, con el viento picando las aguas y haciendo más trabajosa la remada.

La mala es que también desembarcaron en “una playita hermosa” en la legendaria Vuelta de Obligado y desde allí, a los lejos, se llegaban a ver dos columnas de humo: las quemas, aunque más disimuladas o de menor extensión, siguen.

Esos focos en las islas, refirió Julia, estaban activos cerca de las 2 de la tarde. Pero horas después, ya en San Pedro, no se divisaban llamas ni puntos de luz. Lo celebraron, aunque festejar la oscuridad en el horizonte parezca una ironía.

La caravana había partido de Ramallo, donde los recibió la organización Unidos por la Vida y el Ambiente, cerca de las 9, para hacer un nuevo alto horas después y muchos kilómetros al sur. Allí, en Vuelta de Obligado, los recibieron ambientalistas locales, y hubo tiempo para descansar, reponer fuerzas, alimentarse y, lo que va ocurriendo en cada parada, intercambiar y debatir con activistas y con vecinas y vecinos de cada lugar. La organización rosarina, que se formó el año pasado como efecto de los incendios en el Alto Delta y en corto tiempo creció exponencialmente, ya había entretejido redes, y ahora esa coordinación se va consolidando con la travesía, que además ya tiene repercusión nacional.

A San Pedro llegaron cerca de las cinco de la tarde, para dar por cerrada la jornada de remo, en las que recorren unos 40 kilómetros cada día. En el camping se pudieron bañar y reposar, mientras Conciencia Ecológica preparaba el fogón. Todo viene, hasta ahora, con agenda cumplida: las escalas previstas se van concretando y además el arribo a San Pedro con horas de luz compensó la jornada anterior, en la que por la sudestada, cumplieron la etapa más tarde de lo previsto, casi en el ocaso.

Este sábado volverán a poner proa a Buenos Aires con la vista puesta en “una gran marcha” que, esperan, vaya sumando adhesiones a medida que se difunde la acción.

La movilización está prevista para el miércoles 18, de Plaza de Mayo al Congreso nacional. Y esperan que tenga impacto, y que sacuda a diputadas y diputados como para destrabar el tratamiento del proyecto de ley de Humedales, una iniciativa de consenso que reunió aspectos de una decena y media de propuestas diferentes, pero que entró en parálisis. De hecho, las últimas protestas de 2020 de la MH, con acampes en el puente Rosario-Victoria, eran en reclamo de la inclusión del proyecto en la convocatoria a sesiones extraordinarias. Claro está, cerró el año legislativo sin que ello ocurriera, pero ahora les urge que algo se mueva, ya que, nueve meses después –el texto unificado se presentó en noviembre pasado– el riesgo es que pierda estado parlamentario. Es lo que viene sucediendo desde el primer proyecto, en 2013, y luego en 2015 y en 2018.

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