El Hincha

Repechaje mundialista

Ahora que sí las ven: por un día Sarandí fue toda de ellas

El estadio de Arsenal se vistió de celeste y blanco para apoyar al seleccionado argentino que le ganó 4-0 a Panamá


Fotos Nicolás Aboaf

La jornada comenzó temprano. Desde la mañana, cuando las caras de recién levantados deambulaban por la ciudad que comenzaba a despertar, las chicas de Central ya estaban apostadas en la puerta del Cruce Alberdi esperando el colectivo que las lleve a ver a la selección. Y por supuesto, a bancar a su compañera Virginia Gómez. El Canalla no fue el único colectivo que salió de Rosario. Algunos lo hicieron sobre el mediodía, teniendo en cuenta que el partido con Panamá por el repechaje al Mundial arrancaba a las 19. Incluso las compañeras de Vanina Correa en Social Lux también se trasladaron hasta Sarandí para apoyar al arquera.

Qué sea jueves, día laboral, principio de mes con los impuestos sin pagar, imposibilitó la llegada de muchas otras personas, que de todas formas se la ingeniaron para ver el partido juntas. El bar El Cairo o La Malteria, por ejemplo, fueron puntos de encuentro donde por la señal de TyC Sports lo pudieron ver en vivo y en directo. Otra lucha ganada.

La autopista que une Rosario con Buenos Aires tomó otro color. Y el colectivo con rumbo a Sarandí también. Ésta vez, los que viajaban a ver el partido de la Selección Nacional eran mayoría mujeres. Y nunca es fácil encontrar mayoría de mujeres en un ambiente machista como el fútbol. Otra batalla ganada.

Hubo cantos, bombos y elogios para las jugadoras de la Selección, en particular para su compañera Virginia Gómez, que ayer por la tarde vistió la camiseta de Argentina. Porque sí, ellas también sueñan con representar al país jugando a la pelota. Sueño que muchas veces se trunca. Y que muchas veces tiene que ver con que el fútbol femenino sigue siendo un deporte amateur. Las jugadoras que este jueves se enfrentaron a Panamá por el partido de ida del repechaje a Francia 2019, cumplieron ese sueño, y lo hicieron a cancha llena. Pero no fue gratis, trabajaron mucho para conseguir hoy tener la difusión y el apoyo justo. Se enfrentaron a la AFA como nadie, y con una imagen vale más que mil palabras, se pararon en medio de la cancha en la previa de un partido de la Copa América de este año y se pusieron las manos en las orejas, imitando a Riquelme y su marca registrada. Pero qué significaba ese gesto? Ser escuchadas. Simplemente eso. Luchar por lo que les correspondía: un lugar para entrenar, indumentaria para jugar y practicar, y un mínimo de viáticos. No era mucho. Tardó en llegar, pero llegó. Otra batalla ganada.

El estadio Julio Humberto Grondona explotaba. Una marea de gente se acercó para alentar al seleccionado femenino. Algo que no se ve todos los días. El “vamos Argentina” resonó en Sarandí apenas las chicas pisaron el césped. Banderas colgadas, bombos, redoblantes y canciones que no suelen escucharse en las tribunas, que fueron creadas especialmente para este partido: “que entren todos los cuerpos, gritemos gol, un caño al patriarcado y la opresión” (al ritmo de Dale alegría a mi corazón, de Fito Páez). “Y si, chabón llevamos en los botines revolución”, seguía la canción, que se animó al lenguaje inclusivo con: “la cancha va a ser de todes o no va a ser”.

Algunas chicas incluso se animaron a cantar por el aborto legal, seguro y gratuito, a pesar de que la policía no las dejó entrar con el pañuelo verde.

Banderas de Boca, de River, de la UAI, jugadoras de Ferro y de distintos clubes del país se acercaron para no perderse la fiesta de Argentina. Y ante la presencia de Claudio Tapia, presidente de la AFA, pidieron por más apoyo y presupuesto para las pibas que juegan a la pelota, con la misma pasión y con la misma (o mayor) dedicación que los hombres.

¿Y adentro de la cancha? Las pibas respondieron a las expectativas. Con la rosarina Correa en el arco y a pesar de haber desperdiciado un penal en el inicio del partido, Bailey se lo atajó a Estefanía Banini, Argentina se fue al descanso con dos goles de ventaja gracias a los gritos de Mariana Larroquette y Eliana Stabile, con un zurdazo desde afuera.

En el complemento Argentina no fue tan intensa. Panamá se animó un poquito más, pero jamás puso en peligro el triunfo albiceste. Una victoria que terminó siendo por 4-0 por lo goles de Yamile Rodríguez y Stabile, de penal. Un triunfo que ilusiona y mucho de cara a la revancha.

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