Una delegación de la Policía Federal de San Isidro allanó ayer domicilios de la familia Noble-Herrera para recoger muestras de “células desprendidas de los cuerpos” de Felipe y Marcela, los hijos adoptivos de la dueña del diario Clarín, Ernestina Herrera de Noble, en la causa en la que se investiga la supuesta apropiación de los jóvenes durante la última dictadura militar. Así lo confirmaron fuentes judiciales, que indicaron que el procedimiento se realizó durante la mañana por orden del juez que interviene en la causa, Conrado Bergesio, y precisaron que las muestras contienen “células desprendidas de los cuerpos” de los hijos, y servirán para “establecer estudios de compatibilidad”. Anteayer, Felipe y Marcela se sometieron a una extracción de muestras para trazar el perfil genético, pero las Abuelas de Plaza de Mayo consideraron y denunciaron que todo se hizo al filo de la legalidad: el procedimiento se cumplió en la Morgue Judicial y no en el Banco Nacional de Datos Genéticos –como manda la ley– y además las muestras quedaron bajo custodia: los Noble sólo aceptan que los resultados se cotejen con el perfil de dos familias, mientras las Abuelas reclaman que se haga con los de todas las familias víctimas de la represión ilegal.
El abogado Jorge Anzorreguy, que representa a los hijos de Herrera de Noble, Felipe y Marcela, también confirmó los procedimientos e indicó que los mismos se llevaron a cabo en las viviendas de sus clientes, de donde –agregó– se retiraron “cepillos de dientes y de cabellos”.
La medida judicial se adoptó un día después de que ambos jóvenes se sometieran a una extracción de sangre para determinar si hay compatibilidad sanguínea con dos familias de desaparecidos.
De esas tres muestras, dos quedaron en custodia del Cuerpo Médico Forense y la tercera en poder del juez Bergesio, según indicaron fuentes judiciales, al tiempo que agregaron que las tomadas ayer en los domicilios quedarían resguardadas en los mismos sitios.
Según se informó, sólo Marcela Noble se encontraba en su casa al momento del procedimiento. Y si bien las fuentes judiciales calificaron los procedimientos como “allanamientos”, el abogado Anzorreguy sostuvo que fueron “visitas domiciliarias” donde “se entregó espontáneamente” el material para la obtención de muestras de ADN.
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