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Agua de todes

Agreden a manifestantes que buscaban llegar a Lago Escondido

Una columna de la quinta Marcha por la Soberanía del Lago Escondido fue agredida por personas que portaban palos y piedras y que, según los manifestantes, responden al empresario Joe Lewis, que hace 20 años tiene cerrado al acceso del público el espejo de agua ubicado a 40 kilómetros de El Bolsón


Los participantes de la quinta Marcha por la Soberanía de Lago Escondido fueron agredidos ayer por pobladores locales que, defendiendo los intereses del empresario inglés Joe Lewis, atacaron con piedras y palos a los manifestantes que pretendían llegar al espejo de agua –ubicado a 40 kilómetros del El Bolsón–. La marcha se inició el 4 de febrero a través de dos frentes: uno más pequeño que ya llegó a pie al lago a través de un camino de montaña, y la columna principal que pretendía hacerlo a través del camino de un camino vecinal, en el paraje de Tacufí, adonde encontraron la resistencia de los pobladores de la zona. La policía de Río Negro mantuvo una actitud pasiva ante las agresiones que dejaron a varios de los manifestantes heridos. El reclamo es para que se respete la soberanía nacional sobre el agua y que se abran los caminos que conectan con la Ruta Nacional N° 40 con el lago, algo que fue ordenado en 2009 por el Superior Tribunal de Justicia de la provincia patagónica y que Lewis se niega a acatar.

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La quinta Marcha por la Soberanía del Lago Escondido –organizada por la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua– arrancó el 4 de febrero con la metodología que se repite cada año desde 2017, cuando fue la primera movilización. Son dos columnas. Una más reducida –este año fue de 64 personas, el triple que en 2019– ingresó a pie por el Cajón Azul, que es el único acceso habilitado por Lewis y que hace imposible el ingreso con vehículos, ya que son 34 kilómetros por un camino de montaña. La otra, más masiva –y que este año congregó a más de 200 manifestantes– salió este viernes en vehículos 4×4 por el camino de Tacuifí.

 

La primera columna tenía como objetivos llegar con kayaks que ellos mismo trasladaron por la montaña hasta una isla que está en el medio del lago para izar la bandera Argentina como símbolo del reclamo de soberanía, y bautizarla como Isla de los Patriotas. El año pasado, esta columna fue reprimida por pobladores locales que incluso arrojaron al medio del lago a dos manifestantes.

 

La segunda pretendía llegar al lago a través del camino por la que se puede transitar con vehículos terrestres, pero que el empresario inglés Joe Lewis, propietario de las tierras desde 1996 a través de una maniobra investigada por fraudulenta y contraria a los intereses de soberanía nacional, se niega a habilitar al público, incumpliendo con fallos judiciales que lo obligan a hacerlo.

 

Esta columna fue la que ayer llegó hasta la tranquera que marca el inicio de la propiedad privada de Lewis y fue agredida con palos, piedras, perro y caballos por pobladores del lugar que defienden los intereses del empresario que es abiertamente amigo del ex presidente Mauricio Macri. Varios ambientalistas terminaron heridos y fueron trasladados al hospital de El Bolsón.

 

En el acceso del camino se apostó una columna de la Policía de Río Negro y de efectivos de Gendarmería Nacional. Los manifestantes cortaron la ruta 40 a la altura de El Foyel. Al principio el corte fue total y luego, por pedido de las autoridades, lo hicieron parcial. El fiscal de El Bolsón, Francisco Arrien, lleva adelante las actuaciones para intentar mediar entre los dos grupos.

 

Sergio Maldonado, hermano de Santiago, es uno de los participantes de la movilización. A través de un video en redes sociales habló públicamente de lo que estaba ocurriendo. “Estamos intentando pasar por un camino público que está siendo bloqueado por gente que dice ser de la zona pero que claramente responde a los intereses de Lewis, en complicidad con la policía de Río Negro, que al no participar queda en claro en qué posición está. Debería ser más imparcial y tener en claro que hay personas armadas con palos de un lado y que nosotros estamos de forma pacífica tratando de hacer uso de lo que nos corresponde, de poder pasar, cruza, y hacer uso de un lago que nos pertenece a todos. Es más fácil a veces ponerse del lado de un terrateniente que tiene 10 mil hectáreas y que tiene poder, que de los ciudadanos de a pie que tratan de hacer uso de los recursos naturales que nos corresponden”, expresó.

 

 

Los manifestantes de la columna mayoritaria se quedarán allí hasta que los que ingresaron por el camino de montaña salgan de las tierras de Lewis por el camino de Tacuifí.

 

Lewis compró las 11 mil hectáreas de las que hoy es dueño en 1996. En 2012 esa transacción empezó a ser investigada por la Justicia, ya que atenta contra la Ley de Defensa Nacional (N° 23.554) que impide la venta de esa tierra a extranjeros ya que implica territorios ubicados en el área de seguridad de frontera con Chile. Por este motivo la adquisición de esas tierras, que se hizo a través de accionistas nacionales que luego cedieron las tierras a sus actuales dueños –Hidden Lake, propiedad de Lewis–.

 

Además, al impedir la circulación por el camino vecinal, Lewis va en contra del artículo 73 de la Constitución de la provincia de Río Negro, que “asegura el libre acceso con fines recreativos a las riberas, costas de los ríos, mares y espejos de agua de dominio público”. Un fallo de 2009 ordenó al Estado provincial y la empresa Hidden Lake abrir el camino Tacuifí, para garantizar el acceso al Lago Escondido. Pese a eso, el camino sigue cerrado al público.

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