En medio de la conmoción que generó este episodio, se dispuso que un cuerpo de peritos analice en qué páginas de Internet navegaba el adolescente, cuáles eran sus contactos y sobre qué contenidos chateaba con sus amigos, para intentar establecer los motivos de su determinación.
El hecho, que trascendió hoy, ocurrió en una casa de la localidad de Abasto, donde vive la víctima junto a sus padres y hermanos.
La fiscal Leila Aguilar, a cargo de la investigación, mandó a secuestrar la computadora del adolescente y documentación escolar, en busca de alguna pista que le permita dilucidar las razones que llevaron al adolescente -que cursa el noveno año, del turno mañana- a tomar esa terrible determinación, según se señaló en el diario El Día de esta ciudad.
Las sospechas apuntan a lo que se ha denominado “el juego de la asfixia” o “shocking game”, en donde los participantes se asfixian, utilizando corbatas o algún otro tipo de lazos, para resistir la mayor cantidad de tiempo posible sin oxígeno.
Supuestamente, el cuerpo experimenta una sensación de euforia o placer.
En la provincia de Salta, en una seguidilla que cobró notoriedad a nivel nacional, se produjo en pocas semanas la muerte de ocho adolescentes y jóvenes por esta práctica.
En el caso de Abasto, personal de la comisaría de esa localidad, bajo directivas del comisario Raúl Gamboggi, acudió el pasado martes por la mañana, poco antes de las 10:00, al Hospital de Niños, al tomar conocimiento de que había un chico con problemas respiratorios.
Precisamente, allí le reportaron que se trataba de un joven de 14 años, a quien su padre, apicultor, encontró colgado de un tirante de su casa con una bufanda.
En base al parte oficial, el hombre lo habría retado al verlo en la computadora y le ordenó que se pusiera a estudiar, porque tenía notas bajas en la escuela.
Minutos más tarde, al no escuchar ruidos, el apicultor dejó por unos instantes su tarea, que desarrolla en su propio domicilio, de la calle 513 entre 212 y 216, y se dirigió nuevamente a la habitación de su hijo, de quien no se brindaron datos por cuestiones legales.
Allí fue que se topó con la peor imagen y, si bien alcanzó a descolgar a tiempo al joven, que tenía anudada al cuello parte de una bufanda de polar de 2,40 metros de largo, tuvieron que trasladarlo de urgencia -previa paso por la unidad sanitaria del pueblo- al hospital de Niños de La Plata, donde permanecía internado en gravísimo estado.
Según lo indicado por las fuentes, por disposición de la fiscal Aguilar se secuestró la computadora del joven, que ahora será analizada por expertos de la Policía Científica.
Lo que llamó la atención a los pesquisas fueron una serie de dibujos, también secuestrados y, sujetos al estudio pericial, donde, presuntamente, el joven aparecía con la remera de su colegio y varias cabezas en sus manos.
“La verdad, todavía no sabemos bien qué quiso decir o expresar con esos dibujos, pero evidentemente alguna relación podrían tener con lo que pasó”, señaló un jefe policial en diálogo con el diario platense.
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