Le dictaron prisión preventiva a un policía de 31 años que investigan por destruir un teléfono celular que se iba a presentar como prueba en una investigación penal y otra federal en las que está imputado otro uniformado. Además, le atribuyeron haber cambiado un DVD con registros de una requisa por otro vacío y adulterar una foja de un legajo.
La medida fue ordenada por el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP) Gustavo Urdiales en una audiencia que se realizó en los Tribunales de la ciudad de Santa Fe.
La investigación está a cargo del fiscal de la Unidad Fiscal Especial de Delitos Complejos Ezequiel Hernández, quien solicitó que el investigado, al que se identifica por sus iniciales PLP, sea privado de su libertad. “La defensa no se opuso al requerimiento y el magistrado consideró que estaban dadas las condiciones para imponer la cautelar”, sostuvo el funcionario del MPA.
Desaparición de pruebas
Hernández aseguró que “en una fecha comprendida entre el martes 4 de julio de este año y el lunes 7 de este mes, el imputado inutilizó un teléfono celular marca iPhone modelo 7 y su respectiva tarjeta SIM”. Explicó que “el dispositivo pertenecía a otro agente policial, había sido secuestrado en el marco de una investigación penal y tenía valor probatorio tanto en ese legajo como en uno que tramita en la Fiscalía Federal 1 de Santa Fe”.
“El hombre investigado aprovechó que el elemento secuestrado estaba bajo su esfera de custodia, dado que cumplía funciones en la División Judicial de la Unidad Regional I de la policía provincial”, agregó el fiscal.
Hernández consideró que el agente ahora con preventiva “actuó con la intención de ayudar al dueño del teléfono a eludir las investigaciones en su contra”. Y que “con su conducta delictiva, alteró e hizo desaparecer pruebas, ya que luego no se pudo acceder a la información que contenían el celular y la tarjeta SIM que rompió”.
Sobre el DVD cambiado por otro si información, el funcionario judicial señaló que contenía “registros de audio y video de una requisa realizada en el domicilio del uniformado al que pertenecía el celular”. La cinta, siguió, “estaba en un legajo guardado en la División Judicial y el hombre investigado lo reemplazó por otro del mismo tipo que estaba vacío”.
Para cubrir ese robo de prueba, siguió Hernández, PLP “reemplazó la foja correspondiente al DVD, que había firmado otra persona, la rubricó y le estampó su sello con el fin de otorgarle apariencia de legalidad”.
Al agente de Judiciales se le atribuyó la destrucción de objeto de prueba calificada (por haber sido cometida por el propio depositario), encubrimiento calificado (por ser un funcionario público) y adulteración de documento público calificada (por abuso de sus funciones).
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