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Afecto para evitar la violencia

La Asociación Civil Todos por Todos trabaja en la contención de chicos y adolescentes en situación  de riesgo para prevenir el maltrato familiar. Sus herramientas son los espacios lúdicos y educativos.

Todos por Todos trabaja en la contención de chicos con riesgo de sufrir violencia.
Todos por Todos trabaja en la contención de chicos con riesgo de sufrir violencia.

Luciana Sosa

La pobreza suele desatar situaciones de violencia en las familias. El alcohol, el salario magro, o bien la falta de trabajo y oportunidades desencadenan actos de este tipo, incluso en algunos casos llegan al abuso. La Asociación Todos por Todos se encarga, precisamente, de la prevención en maltrato y abuso sexual infantil y de la contención de aquellos niños y niñas y adolescentes que no han sido maltratados, pero cuya su situación es de riesgo. Esta organización tiene domicilio en French 1789, donde atiende los martes, miércoles y jueves de 14.30 a 17. El teléfono es 4372733.

Laura D’Agostino, una de las responsables de esta institución, le dijo a El Ciudadano que esta iniciativa surgió en marzo de 2002 luego de un intenso trabajo de investigación realizado en la zona norte de la ciudad. “Nos dimos cuenta de que la problemática estaba instalada, por lo que dirigimos la meta hacia el tratamiento de las consecuencias que dejan el maltrato y el abuso sexual infantil, y lo abordamos desde casi todos los aspectos: psicológico, fonoaudiológico y pedagógico”, detalló.

—¿Cómo trabaja esta asociación para prevenir la violencia y sus consecuencias?

—Contenemos a niños, niñas y adolescentes que sin haber sufrido esta problemática se acercan a la institución para ser contenidos, escuchados o simplemente pasar un rato fuera de los peligros de la calle. Trabajamos teniendo como eje principal a la familia y la Convención de los Derechos del Niño. Tratamos la problemática con niños y adolescentes provenientes de hogares ubicados por debajo de la línea de pobreza, o sea que pertenecen a hogares donde los ingresos son insuficientes para las necesidades de consumo básico de un hogar (escuela, alimentación, salud, transporte).

—¿Cómo desarrollan esta labor?

—La necesidad de implementar nuevas metodologías para el abordaje de la problemática son el eje de acción que nos hace recurrir a la implementación de nuevos programas de actividades. Éstos surgen a partir del fluido contacto con las diferentes organizaciones de la zona donde estamos trabajando. Así se creó el centro de día de puertas abiertas en el que se implementan diferentes programas, como los espacios terapéuticos, lúdicos, otros de nivelación escolar, espacios de lenguaje y comunicación y de expresión artística que nos permiten la recuperación de chicos y adolescentes que sufren algún tipo de maltrato, abuso, situación de calle o desescolarización. Estos casos suelen manifestar tramas vinculares sumamente deterioradas, desórdenes emocionales que se reflejan en sus relaciones sociales, en el aprendizaje y en la salud física y psíquica.

—¿Con qué otras dependencias o entidades trabajan?

—Trabajamos con derivaciones de la Dirección de Niñez de la Municipalidad, iglesias, comedores, escuelas, y otras instituciones de la zona.

—Ante un caso de maltrato ¿cómo se actúa?

—Nos abocamos cuando hay sospechas de maltrato y lo primero que hacemos es corroborar si realmente existe el maltrato. A partir de esa confirmación se hace el descargo en la Dirección de Niñez.

—¿Cuentan con algún apoyo económico o institucional?

—Actualmente tenemos un convenio con la Dirección de Niñez y esporádicamente recibimos algunas donaciones. Llevamos un par de años gestionando un convenio con el gobierno provincial, pero hasta el momento no tuvimos respuesta.

—Entonces se apela a la colaboración de particulares…

—No tenemos otra opción. Necesitamos las donaciones de empresas o particulares porque nos gustaría ampliar las actividades actuales, ya que se idearon para niños más pequeños y actualmente se amplió la franja etaria. Los chicos son más grandes y tenemos proyectos para realizarlos con adolescentes, como el de taller de panificación. Lamentablemente los fondos actuales no alcanzan para poder implementarlo.

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