Según manifestó el presidente del Consejo de Empresarios Nacionales, Pablo Challú, «los precios siguen aumentando y cada aumento de precios mensual lleva implícito un efecto recesivo. La política monetaria, claramente, sigue impactando sobre la actividad económica, generando más recesión». A esto agregó: «El Banco Central anunció que va a profundizar esas políticas, y la inflación continuará en los próximos meses, tal como lo indica la diferencia entre los precios mayoristas y los minoristas».
El economista señaló además que «las declaraciones de los funcionarios del gobierno, tratando de mostrarse optimistas en los medios sobre la evolución de la economía, puede ir ocasionando un nuevo factor de inestabilidad en la política cambiaria y financiera».
Por otro lado, estimó que la recuperación del salario «es altamente improbable”. Explicó: “No hay posibilidades de que ocurra por la caída en las horas trabajadas y en el empleo, pensar que los salarios van a ayudar a recuperar el consumo es realmente prejuicioso».
Por último, enfatizó en los números de la macroeconomía y en “lo que implica que el Producto Bruto esté en este primer trimestre por debajo del mismo período del año anterior”. Challú aseguró: “La conclusión es que no hay nada, ni en la economía ni en la política que indique que esto puede ser factible”.
Atados al dólar
Consultoras privadas estiman distintas escalas de caída económica pero coinciden en el hecho de que la magnitud del declive dependerá de la evolución del dólar. LCG, Ecolatina, ACM y Economías y Regiones plantean distintos escenarios dependiendo de la evolución de la divisa estadounidense. Esta última consultora llegó a plantear que no sorprendería un derrumbe del 3,5% del PBI.
Los panoramas negativos plantean la imposibilidad de controlar la dolarización con los 60 millones de dólares diarios que subastará el Tesoro. Aseguran que eso llevaría el tipo de cambio al techo de la banda, dispararía la inflación y derrumbaría los ingresos familiares.
El escenario optimista que plantean tiene que ver con una hipotética contención de la divisa, lo que generaría una leve recuperación de la actividad, moderada al mismo tiempo por las políticas contractivas utilizadas para frenar al dólar. Un supuesto que las propias consultoras consideran de difícil concreción.
Bajo el peor escenario, para Economía y Regiones, la caída puede alcanzar un 3,5% de derrumbe. ACM prevé un retroceso promedio del 2% en promedio durante 2019. Las otras dos consultoras no dan a conocer la magnitud de la contracción que proyectan en ese caso y se limitan a hablar de «una caída más pronunciada». Aunque refirieron a posibilidades optimistas, que igualmente significa para Ecolatina una caída del 1% del PBI, y del 0,5% para LCG.