La presidenta de la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Santa Fe, María Angélica Gastaldi, inició ayer el Año Judicial 2012 destacando los problemas por los que atraviesa la institución en el presente en cuanto a la “litigiosidad creciente” de los conflictos sociales, por caminos individuales, ante la falta de concreción de derechos, algo que históricamente se resolvió por vías políticas. Sin expresarlo directamente, la ministra dejó entrever la necesidad de que la política se ocupe de las cuestiones sociales que la compleja realidad brinda, al tiempo que pidió a los jueces provinciales no actuar como “autómatas” ni “burocratizarse”, sino utilizar la “inteligencia”.
Con la participación del gobernador Antonio Bonfatti, los ministros de la Corte provincial Daniel Erbetta, Roberto Falistocco, Eduardo Spuler, Mario Netri y Rafael Gutiérrez; los ministros provinciales de Gobierno y Reforma del Estado, Rubén Galassi; de Justicia y Derechos Humanos, Juan Lewis; la intendenta de Rosario, Mónica Fein; entre otros, se dio la apertura del año judicial en el Palacio de Tribunales de la capital provincial, en la que Gastaldi expresó su “visión y reflexión acerca del rol del poder judicial como institución fundamental del sistema democrático republicano” algo que le permitió: “Abordar las cuestiones candentes que nos aquejan que obviamente recalan en la litigiosidad creciente”.
Ante el creciente número de reclamos por vías judiciales que deberían tener otros caminos de resolución, Gastaldi expuso: “Creo que si entendemos, y ayudamos a emprender acciones para desactivar la espiral de conflictividad presente en los miles de litigios, nos puede ayudar a encarar las soluciones de un mejor modo y de un modo tal que pueda ayudar a las personas que viven estos conflictos”.
Para ello recordó las diferencias entre democracia y derecho que, hoy por hoy, tienen borrados sus límites. Para Gastaldi, la democracia es la garantía de que se cumplirán los derechos de todos, sin embargo, está visto que esto no es así, que muchos están “ignorados por la realidad del derecho” y que muchas personas no tienen acceso a los derechos mínimos sin ningún tipo de seguridad jurídica, siendo contemplados, la mayor parte de las veces, por el derecho penal. Esto es, mucha gente no tiene acceso a la vivienda o al trabajo, entre otras cosas básicas.
Gastaldi, lanzando la cuestión al ámbito político, explicó que cuando la democracia deja afuera de derechos básicos a muchos, los Tribunales terminan haciéndose cargo de esas fallas. Por lo que la ministra expresó: “No se trata de disfuncionalidades individuales sino colectivas y masivas, por ende sociopolíticas políticas”.
La titular del máximo tribunal santafesino llamó a los magistrados de la provincia a no mirar para otro lado ni comportarse como “autómatas”.
Incluso, la titular de la Corte de Justicia provincial afirmó que en estos tiempos los “derechos reclamables no son los establecidos por la ley”, por lo que no es sencillo dictaminar justicia, al tiempo que ejemplificó que las vías de reclamo son distintas a las que existían en el pasado. Como ejemplo Gastaldi planteó cómo fue el reclamo del voto femenino, que en su momento fue una acción colectiva y política, mientras que en la actualidad la visibilidad que tienen ciertos reclamos individuales los hace parecer del conjunto social. Además y siguiendo el mismo ejemplo, los canales por los que se protestaba en el pasado también son diversos de los del presente, donde prima la individualidad.
“La visibilización de las escenas de críticas y demandas de individuos, al potenciarse, dan una imagen de representación colectiva, que con discursos simplificados y exigencias de inmediatez deslegitiman y corroen imperceptible pero sostenidamente los cauces mediadores de la política y de la acción colectiva”, dijo Gastaldi.
Por todo esto, ante los desafíos que plantea la “segunda modernidad” quehoy se vive, Gastaldi pidió a los jueces provinciales no responder con la “burocratización, el dogmatismo o con más violencia”, sino potenciando su inteligencia y haciendo uso de mecanismos “que permitan negociar esta conflictividad en un sentido tal que no la incrementemos y se profundice sus efectos con secuelas de más y mayor violencia”.
Por último, la ministra reconoció la labor realizada hasta hoy, mediante la cual se buscó superar barreras que separan a la Justicia de los sectores más débiles de la sociedad, al tiempo que se limitó la intromisión del resto de los poderes del Estado en el terreno del Poder Judicial.
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