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"Material descartable"

Adiós y buena suerte: desmantelan el área covid del Carrasco y se dispara un conflicto en Salud

Una treintena de médicas y médicos resisten que los eyecten después de haber estado durante un año y medio en la primera línea contra la pandemia. Les habían informado de una reducción a partir del martes 14, protestaron, y les informaron que el cierre será total diez días antes, éste sábado 4


Una treintena de médicos y médicas que fueron convocados por la pandemia de coronavirus el año pasado y que constituyen el principal dispositivo para la atención de casos y consultas de covid-19 en la ciudad, instalado en el hospital Carrasco, tienen una promesa por la cobertura que hicieron hasta ahora: la de que serán eyectados este sábado 4 de septiembre. Así lo denunciaron los propios profesionales de la salud, que venían planteando su situación a través de notas formales, hasta que el pasado viernes 27 de agosto la hicieron visible a través de una protesta. El resulta que obtuvieron es que la fecha de cierre parcial del servicio, previsto para el 14 de septiembre, se adelantara 10 días, y que les informaran que el desmantelamiento sería total. Este miércoles volvieron a llevar la pelea a la calle con una manifestación frente al Cemar, en San Luis y Moreno, sede de la cartera municipal de Salud, ya con la solidaridad de otros gremios y organizaciones sociales. El reclamo no es mantener el dispositivo montado para enfrentar la pandemia sino continuar en el sistema en el lugar que haga falta, ya que –sostienen– el virus desplazó muchas instancias de atención y, a medida que avance la inmunización y la reducción de casos, se irán convirtiendo en necesidades no cubiertas. Pero, por sobre todo, se niegan a ser “material descartable” como los insumos de protección y de detección que hace un año y medio vienen usando en la primera trinchera de contención frente al Sars-CoV-2.

El dispositivo de atención del Carrasco, la histórica institución que funcionó como leprosario atendido por monjas –en 1897 se abrió como “Casa de Aislamiento” para esa enfermedad y otras de importancia social como la viruela, la peste bubónica, la fiebre tifoidea, la difteria y la tuberculosis– y que quedó actualmente como centro de referencia de la Salud Municipal frente a enfermedades infectocontagiosas surgió de un convenio entre la Secretaría de Salud y el Colegio Médico de Rosario. Se buscaban profesionales monotributistas para algo cuya resolución no tenía fecha cierta, como no la tiene ahora. Era –sigue siendo– uno de los andamiajes de emergencia para enfrentar una amenaza inminente mientras el virus se expandía probablemente como nunca otro antes y ponía a prueba a todos los sistemas de Salud en el mundo, y se creó cuando se ignoraba si habría vacuna o si se curaba solo, si era una “gripezinha” o si iba a extinguir a la humanidad.

Con esos parámetros se conformó una primera línea que no tardó en enfrentar lo que ahora está confirmada como primera ola. Y allí se practicaban todos los esquemas, desde las entrevistas previas por síntomas (detección de caso sospechoso) hasta el hisopado para comprobación o descarte de contagio, y la evaluación de la gravedad de los confirmados con su internación, de ser necesaria, o su seguimiento y aislamiento para que no se conviertan en nuevos focos. El Carrasco se convirtió en espejo de lo que ocurría en todas partes del país, mientras las Fuerzas Armadas desplegaban una misión de protección civil que era la más importante desde la Guerra de Malvinas.

Aquel andamiaje resultó tan vital que ahora, un año y medio después, con la segunda ola del virus en franco retroceso y con un esquema de inmunización a velocidad inédita, en el Carraco siguen recibiendo y atendiendo consultas a razón de unas 3 mil por mes. “Estamos en números similares a febrero”, advierte Gerardo Díaz, uno de los médicos a punto de ser eyectado.

Son unas 100 personas al día, exclusivamente por covid, y las y los profesionales trabajan de forma dispar: algunos 50 horas al mes, otros entre 150 y 200 horas, con jornadas de ocho horas. En general: “Muchas veces, en los momentos pico, hemos cubierto 12 horas”.

Pese a ello, la decisión de la gestión de Pablo Javkin es cerrar el Dispositivo Covid. En rigor la información que se les transmitió a sus integrantes era de una reducción de horas del 70 por ciento, lo que implicaba el despido de 20 integrantes del equipo. Que no era despido –aclaran– porque durante todo el año y medio que prestaron servicio lo hicieron en un marco de “informalidad total” y sólo con la dirección del hospital como interlocutores. Protesta mediante, todo fue peor: un desmantelamiento total informado “sin ningún tipo de canal de diálogo abierto”.

Así llegaron a la manifestación de este miércoles, tras la cual nada cambió, pero hubo una comunicación informal desde la Secretaría de Salud Municipal. Esto ocurría mientras conocían de la existencia de casos similares en otros centros de salud, profesionales en la misma situación de los que no saben la cantidad exacta ni se formó todavía un frente común. Pero la situación motivó el respaldo de gremios –al ser monotributistas, los integrantes del dispositivo no tienen ninguno que los ampare– como la Asociación de Trabajadores del Estado. Todo derivó en la posibilidad, todavía incierta, de una reunión: “Es la primera vez que hemos tenido una contestación”, afirma Díaz.

 

“Nos sentimos destratados, descartables. Hay compañeros y compañeras que están desde el primer momento ahí, que han atravesado todos los picos, las olas y los momentos de la pandemia, como cuando reinaba la incertidumbre”, describe y lamenta el médico.

Díaz relata que con la segunda ola llegaron a atender a 7 mil personas por mes, en condiciones de agotamiento extremo. “Y que nos descarten así ahora no es muy grato”, marca.

Su situación laboral es de una subcontratación, sin haber firmado ningún tipo de contrato. Sus honorarios son pagados por el Colegio, parte del convenio. “Somos el dispositivo insignia de la ciudad, pero también están las carpas. Y sabemos que en otros servicios hay otros compañeros y compañeras médicas que están en una situación similar. Y también conocemos que como monotributistas hay kinesiólogos, bioquímicos, hay más profesionales”.

El mecanismo es que van, cumplen horas y facturan esas horas al Colegio Médico. No tuvieron como en otros lugares, “contratos covid”, que establecían los detalles y la duración del vínculo.

Pese a ello tuvieron un primer reclamo en abril de este año, del tipo salarial, aunque por el modo fue por honorarios. “Y ahí nos dijeron que estaba en duda la continuidad del servicio. Después vino la segunda ola y dejamos el tema por un rato largo”.

Ahora, Díaz insiste: “No es una cuestión de terquedad, decir que el dispositivo tiene que permanecer tal cual está. Pero tampoco hubo ofrecimientos de relocalización, de ir a fortalecer –por ejemplo– los centros de salud, que son quienes van a terminar absorbiendo las consultas”. Es que, según estiman, todo va a derivar en médicas y médicos generalistas de planta permanente, que van a dejar de atender enfermedades crónicas cuya canalización “se ha visto relegada por la pandemia”.

Y completa: “Nosotros podríamos estar generando la atención covid en estos lugares y liberar al resto de los equipos para otras patologías”.

Comunicado de la Secretaría de Salud Pública

“En relación al reclamo de los profesionales de la salud que fueran afectados al dispositivo covid-19 instalado en el Hospital Intendente Carrasco, la Municipalidad de Rosario informa que el mismo fue planificado y puesto en ejecución como un dispositivo ad-hoc , es decir de carácter transitorio, con inicio y una finalización, estrictamente determinados por los distintos escenarios sanitarios desarrollados por la pandemia. Que dicho dispositivo, como otros, han sido dispuestos según los indicadores, la demanda sanitaria de parte de la comunidad y las variaciones que la pandemia determinaba. Que al inicio de la pandemia y considerando su desarrollo y a fin de dar una respuesta sanitaria eficaz y eficiente se ha convocado a los colegios de profesionales médicos, kinesiólogos, farmacéuticos y bioquímicos, para que efectuaran una convocatoria a aquellos profesionales que tuvieren interés y pudieran coadyuvar junto a los equipos de salud de la Red de Salud Municipal en la atención de la pandemia. Que aceptando la convocatoria y ante la situación sanitaria excepcional, se han suscriptos los convenios de colaboración con fechas determinadas tanto de inicio como de finalización, (prorrogados sucesivamente) pero siempre en atención al desarrollo de la pandemia y a las necesidades que la misma impone, siendo su último vencimiento el 31 de agosto de 2021, y es dentro de las condiciones de dichos convenios marco que se produjeron las contrataciones transitorias y excepcionales de los profesionales de la salud. La situación epidemiológica actual, con una significativa baja de consulta y los indicadores de la pandemia en la ciudad de Rosario permiten, siendo además obligación de la gestión pública de salud, analizar si resulta conveniente la permanencia y/o la reorganización de los distintos dispositivos, que se instalaron en otro momento sanitario, para tender a la organización habitual de la prestación del servicio público de la salud para los habitantes de la ciudad de Rosario. Que una de las medidas dispuestas en este proceso determina que a partir del día lunes 6 de septiembre de 2021, el dispositivo especial covid 19 del HIC deje de funcionar como una herramienta especial y que todas las consultas vinculadas al coronavirus sean absorbidas por los equipos de salud propios, no solo de dicho hospital, sino de todos los efectores de salud de la Red. Que también se ha dispuesto, como único medio de incorporación a la planta municipal, el llamado a selección abierta de profesionales de la salud, en los cuales serán considerados en el rubro antecedentes, con una valoración especial, aquellas actividades profesionales desarrolladas en la atención de la pandemia, en los efectores de salud de la red, y en el marco de los convenios de colaboración mencionados para la cobertura de vacantes existentes y/o las que pudieran producirse en un futuro, procesos en marcha y que se cumplirán durante los meses de septiembre y octubre de este año. Desde la Secretaría de Salud Pública destacaron que en el marco de una emergencia sanitaria de la envergadura de la pandemia del covid 19, el trabajo conjunto con los distintos colegios de profesionales de la salud fue el que permitió, en una primera instancia, dar respuesta sanitaria acorde a la misma y en esta etapa, y con el mismo sentido de colaboración y atendiendo a los indicadores sanitarios actuales, permite avanzar en incorporaciones transitorias de profesionales de distintas disciplinas, con el objetivo de poder continuar el abordaje de la misma, con las modificaciones que se consideren necesarias”.

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