Franco Trillini
Lo hicieron de nuevo. Sin ningún tipo de escrúpulo ni vergüenza. En el enésimo acto de desorganización en lo poco que va del año, los directivos del fútbol argentino se juntaron este martes y decidieron dar marcha atrás en cuanto al tema de los descensos, que finalmente serán 3 como estaba estipulado desde hace tiempo. Claro que habían arrancado siendo 4, hasta este martes eran 2 con una promoción, después se rumoreó con que la promoción no se jugaba…Un viva la pepa total.
El gran genio detrás de semejante plan brillante y sutil no es otro que Claudio Tapia, el todopoderoso presidente de AFA que en la reunión del Comité Ejecutivo de este miércoles presentará un proyecto para poder ser reelegido de manera indefinida al mando del fútbol argentino, ahora ladeado por Ameal y Tinelli.
Astuto como en su momento lo fue Don Julio, el Chiqui también entendió a la perfección lo que es adaptarse al poder de turno. Con Macri en la Casa Rosada no dudó en privatizar las transmisiones deportivas. Y ahora desde que asumió Alberto no sabe más que hacer para sacarse de encima al mamarracho que él mismo armó y que conocemos como Superliga, un organismo que nació bajo la excusa de “ordenar” el fútbol nacional y lo único que hizo fue agrandar la brecha entre los clubes grandes y chicos.
Pero lo cierto es que no es el funcionamiento de la Superliga lo que mueve a los directivos a desarmar lo que ellos mismos originaron hace tres años. Acá el gran objetivo es recuperar el control de la caja, actualmente en manos ajenas. Y hay que reconocerle que Superliga le hizo las cosas demasiado fáciles, como cuando programaron el reinicio del certamen en la misma fecha en la que Argentina disputaba el Preolímpico buscando su clasificación a Tokio 2020.
Aunque de nuevo, la verdad sea dicha, lo importante es recuperar el control de la torta de plata que genera la TV: unos 6.500 millones de pesos por temporada. Y si de plata se trata, Tapia dispone ahora de dos aliados muy importantes que de números algo saben: Marcelo Tinelli y Mario Pergolini, pode de San Lorenzo y vice de Boca, en el pasado enemigos íntimos, y hoy unidos por el “amor al fútbol”. O por la rosca…
El primer paso será llegar a un acuerdo con Fox-Turner, empresa con la que se firmó hasta 2022, con una cláusula para estirarlo cinco años más. La idea es conseguir que los viernes, sábado y domingo vaya al menos un partido por la TV Pública. Y por supuesto un contrato que rondaría entre los 4.500 y 5.000 millones de pesos anuales.
Es política sí, pero también plata, muchísima plata…
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