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Lechería

Adecoagro se perfila para comprar Sancor

El 12 de abril se realizará en Sunchales una asamblea de socios para tratar la venta. La cooperativa debe transformarse primero en una sociedad anónima


La empresa Adecoagro está cerca de quedarse con la cooperativa láctea Sancor, imponiéndose en esa puja a la neozelandesa Fonterra. El próximo 12 de abril a las 8.30 fue convocada una asamblea extraordinaria de socios para tratar el nuevo interés y definir la venta.

Para poder llevar a cabo este proceso, Sancor deberá constituirse en una sociedad anónima y transferir las plantas productivas, el personal y marcas de la cooperativa, además de los activos y los pasivos vinculados a la oferta.

Según se rumorea en el mercado, la oferta de Adecoagro sería de unos 400 millones de dólares por el 90% de las acciones, una oferta que sería superior en un 20% a la ofrecida por Fonterra.

Desde el gobierno de la provincia manifestaron estar expectantes sobre la definición de la asamblea. Si bien dijeron no tener mayor información a la que trascendió en los medios, confirmaron que la nueva propuesta es superadora a la realizada por Fonterra y que a los socios de Sancor les interesa más porque proviene de una empresa que ya está radicada en el país.

Adecoagro, la favorita

Por su parte, Adecoagro comunicó en forma oficial que la iniciativa busca que Sancor aporte “sus plantas procesadoras, marcas y gente” mientras que la empresa agroindustrial sumaría “su producción de leche fluida de alta calidad y su solidez financiera y económica”.

“Adecoagro es el principal productor de leche de Argentina, produciendo actualmente más de 270 mil litros por día en sus modernos tambos estabulados en la provincia de Santa Fe”, indicó la empresa y adelantó que “ya están en marcha las obras para que en los próximos 15 meses duplique su volumen de producción” con miras a sumar mercados como el chino.

Adecoagro, empresa que hoy lidera Mariano Bosch, desembarcó en Argentina en 2002 y en materia de lechería cuenta con unas 7.000 vacas en un tambo ubicado en la localidad santafesina de Christophersen.  En 2011 comenzó a cotizar en la Bolsa de Nueva York y sus negocios incluyen azúcar, etanol, energía, granos, leche, arroz y transformación de tierras.

No es la primera vez que Adecoagro busca quedarse con Sancor. En 2006, mientras la cooperativa exportaba leche en polvo a Venezuela, estuvo muy cerca de adquirirla pero las negociaciones se estancaron. Algunos dicen que por el encono del entonces presidente Néstor Kirchner a George Soros, quien en ese momentos era uno de los accionistas.

Fonterra, en problemas

La oferta de Fonterra era hasta hace un mes la más firme. La negociación se trabó por la exigencia de la neozelandesa a que Sancor recupere la producción de postres y yogures que le había vendido a Vicentín.

Además Fonterra no estaría pasando un buen momento financiera, su último ejercicio presentó un rojo de  348 millones de dólares y motivó que su CEO, Theo Spierings, renunciara tras siete años en el cargo.

El derrotero de Sancor

Sancor atraviesa problemas financieros desde hace más de diez años, incluyo debió recibir un salvataje de los gobiernos provincial y nacional.

La cooperativa cerró el balance de su ejercicio 2017 con 2.749 millones de pesos en negativo y tiene una deuda importante con proveedores, en su mayoría tamberos, y con la Afip. En el caso de los proveedores, el 6 de abril se refrendaría en una asamblea un acuerdo prejudicial en el que propone una quita de hasta el 60% en las deudas a más de 2.000 acreedores. A la Afip, en tanto, le debe más de 2 mil millones de pesos.

En busca de frenar el ahogo financiero se creó un fideicomiso en 2017 por el que recibió una inyección de 450 millones de pesos de Nación y provincia.

Además, el camino de la reestructuración incluía la incorporación de socios estratégicos para sumar fondos frescos se desprendió de muchos de sus activos, como la venta del 50% de las acciones de la planta Afisa, en Porteña, Córdoba, por 35 millones de dólares al grupo sueco-danés Arla Foods.

Además, se desprendió de cuatro plantas que se encontraban paralizadas: la de Centeno (Santa Fe) volvió a abrir bajo el comando de La Tarantela, la de Coronel Moldes (Córdoba) fue a parar a manos de la Cooperativa Láctea Huanchilla, El establecimiento de Brinkmann (Córdoba) fue vendida a la española Alaisa, mientras que  la planta Coronel Charlone (Buenos Aires) es la única que se mantiene sin definición.