Uno de los detenidos por participar de la balacera que hirió a un alumno de la escuela Nº 1319 José Ortolani fue imputado este viernes por seis delitos, que van desde violación de domicilio a la intimidación pública agravada, y quedó en prisión preventiva por el plazo de ley. En tanto, el segundo aprehendido quedó en libertad por no estar vinculado al ilícito.
El fiscal Franco Carbone, a cargo de la investigación del ataque cometido en la puerta de la escuela de Génova al 6300, acusó a Axel Gabriel L., de 23 años, de ser quien conducía la motocicleta desde la que partieron los disparos que hirieron a un nene de 6 años.
El ataque fue cometido a las 17.30, en el horario de salida del turno tarde, cuando dos personas en moto dispararon “con el fin de causar temor” a un grupo de padres, madres y alumnos, explicó el fiscal.
El niño herido en una pierna se reponía fuera de peligro, indicaron las fuentes judiciales.
Carbone acusó al detenido, durante una audiencia imputativa de este viernes, por los delitos de abuso de armas; intimidación pública agravada; portación ilegítima; encubrimiento por receptación dolosa –porque tanto la pistola como la moto eran robadas-; resistencia a la autoridad y violación de domicilio, señalaron desde el Ministerio Publico de la Acusación (MPA).
Además, solicitó la prisión preventiva por dos años, que fue aceptada por la jueza Valeria Pedrana y dictó esa medida al imputado, dijeron las fuentes.
Según el fiscal, el acusado era quien conducía la motocicleta Honda CBX 250 Twister negra que el martes pasó por Génova y Cullen, en inmediaciones de la escuela José Ortolani, de barrio Empalme Graneros. Detrás iba otro hombre que aún permanece prófugo, explicó el representante del MPA.
“En esas circunstancias el acompañante del imputado extrajo una pistola calibre 9 milímetros marca Bersa y efectuó al menos seis detonaciones contra las personas que se encontraban en el lugar en horario de salida de alumnos del establecimiento educativo, poniendo en peligro la vida y bienes de los presentes”, sostuvo el fiscal.
Agregó que la acción tuvo “la finalidad de infundir temor” y que uno de los disparos impactó “en el miembro inferior de un niño menor de edad, causándole lesiones leves”.
Según la investigación, los atacantes fueron perseguidos por policías que estaban apostados en la escuela, pero escaparon hasta que otros uniformados que llegaron como refuerzo volvieron a cruzarlos.
De acuerdo a la causa, los agresores dejaron la moto y huyeron a pie. El tirador abandonó la pistola y escapó, mientras que el conductor ingresó a un pasillo y luego entró a una vivienda, donde fue arrestado.
Según la investigación, antes de ser detenido el sindicado conductor de la moto rompió su teléfono celular, que de todos modos fue secuestrado, mientras que la Policía halló también el arma “descartada” empleada en la balacera a la escuela. Dicha pistola calibre 9 milímetros había sido denunciada como robada por un policía.
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