Policiales

Pugna en barrio Las Flores

Caso Chabela: la falsa acusación que hizo estallar la frágil convivencia de dos históricas familias

El asesinato de la mítica vecina de Las Flores se cometió en 2016 y derivó en una sangrienta venganza que se cobró media docena de vidas que selló la enemistad entre las familias Schneider y Cantero. Recién el año pasado fue acusada la principal sospechosa y ahora fue el turno de su hijo


El almacén y la casa de Ana María "Pato" Schneider tras el crimen de Chabela. Foto archivo: Juan José García.

A siete años del crimen de Isabel Petrona “Chabela” Cantero, hermana de Ariel “El Viejo” histórico líder de Los Monos, la Fiscalía imputó al último de los prófugos. Se trata de un joven, de 25 años e hijo de la principal acusada, quien cayó el jueves pasado por el robo de una moto y le saltó el pedido de captura. El asesinato de la mítica vecina de barrio Las Flores donde también una de sus nietas resultó gravemente herida y quedó ciega, reveló lo frágil que pueden ser los lazos de convivencia entre familias, ya que una falsa acusación por la denuncia de unos caballos desató una saga de venganzas que se cobraron más de media docena de vidas.

Mataron a Chabela Cantero, mítica vecina de Las Flores

En la audiencia imputativa de este sábado, que estuvo presidida por el juez Fernando Sosa, la fiscal Georgina Pairola acusó a Jonatan “Jona” I., de 25 años, por el homicidio agravado de Chabela, por intentar matar a su nieta y también por la tentativa de robo de una moto. El magistrado Sosa aceptó la calificación de la Fiscalía y le dictó la prisión preventiva por el plazo de ley.

Jona se mantuvo prófugo por siete años hasta el jueves pasado al mediodía cuando sorprendió a un motociclista en Presidente Roca al 5800 y tras tirarlo, le sustrajo la Honda New Wave. La víctima persiguió al ladrón, que escapó por Roca hacia el sur. Iba en contramano, alcanzó a hacer tres cuadras hasta que se cayó y fue retenido por transeúntes hasta la llegada de la Policía en Brandoni y Paraguay.

En sede policial, a Jona, quien llegó a terminar la primaria y en la audiencia dijo ser ciruja, le saltó que tenía pedido de captura por el homicidio de Chabela y la tentativa de su nieta adolescente cometido a mediados de junio de 2017.

Un asesinato y sus réplicas

El ataque criminal a Chabela, de 56 años, y a las mujeres de su familia fue el desenlace de un cruce entre vecinos 48 horas antes cuando personal de Gendarmería hizo un operativo para recuperar unos caballos robados en el terreno de los Schneider que está en terraplén de España y Lirio. Los Schneider tienen sus viviendas a lo largo de España al 7000 mientras que Chabela y su familia habitaban las casitas por Lirio.

En la causa, a cargo de la fiscal Pairola, testigos declararon que uno de esos caballos fue atado en un terreno de los Cantero, por lo que un hijo de Chabela lo desató para que no los comprometieran con la Justicia. Desde ese momento, Ana María “Pato” Schneider junto a sus hijos y yernos comenzaron a acusarlos por haberlos denunciado, cosa que los Cantero lo negaron en reiteradas oportunidades.

El 15 de junio, María Soledad, la hija de Ana María y a quien también la conocían como Pato, María de los Ángeles o Sole, junto a su pareja Sergio David “Nango” Díaz, le dijeron a uno de los nietos de Chabela que lo iban a matar.

Sus padres hicieron la denuncia y todo quedó en una tensa calma por unas horas hasta el mediodía del 16 de junio de 2017 cuando Giuliana, hija de Chabela, iba en moto. Llevaba a su sobrina Luisana, de entonces 16 años, y a su beba.

Iban a llegar a la esquina de España y Lirio cuando desde la despensa de Ana María salieron Soledad, Nango, Jona junto a otros parientes de los Schneider, conocidos como Los Cuatreros, y bajaron a golpes a Giuliana, quien cayó de la moto.

Luisana corrió con la beba en brazos hasta la casa de su madre y su abuela, quienes fueron a socorrer a la joven. Chabela no llegó a hablar que recibió un disparo en el abdomen y Luisana un balazo en el ojo, dijeron los testigos, quienes señalaron a Ana María y su hijo Jona como los autores de los disparos. La mujer atacó a Chabela y su hijo a Luisana. También aportaron que tenían un revólver calibre 38 cada uno.

Chabela falleció en el Hospital Roque Sáenz Peña, a su nieta un disparo en la cara que la dejó ciega y Giuliana fue desfigurada a golpes. En la balacera también resultó herida en una pierna una joven embarazada que pasaba por el lugar.

Las réplicas del brutal ataque no tardaron en llegar y dejó atrás la buena convivencia que había entre las familias, quienes también poseen lazos de parentales debido a que producto de la relación del Viejo Cantero con una hermana de Ana María Schneider, nació Alexis “Tartita” Schneider.

También está Gastón Schneider, de 21 años, hijo de Claudio “Pájaro” Cantero –primogénito del Viejo– con Soledad, según la documentación con la que cuentan en la Fiscalía de Rosario. Este muchacho está en prisión preventiva junto a su medio hermano Luciano “Lucho” Cantero por cometer extorsiones a comerciantes de la zona sur.

La vivienda de Schneider fue incendiada ese mismo día y los allegados a Ana María y Soledad debieron salir escoltados por policías y bomberos. Las mujeres escaparon y se mantuvieron prófugas hasta principios de 2022 cuando asesinaron a Soledad y luego detuvieron a Ana María en San Nicolás.

El primero en ser asesinado fue el cuñado de Soledad. Gustavo César Díaz, de 40 años y hermano de su pareja Nango. Lo asesinaron el 12 de julio de 2017 dentro de su precaria vivienda de zona sur y frente a su familia. Las balas entraron por una ventana y además de matar a Díaz hirieron a uno de los hijos de 10 años.

La segunda víctima fatal fue un hermano de Ana María, José Luis “Chino” Schneider, de 40 años. Le dispararon en la nuca a corta distancia el 22 de julio en barrio Las Flores y agonizó hasta el 7 de agosto de 2017.

El 16 de enero de 2018 le llegó el turno a la pareja de Soledad: Nango, de 34 años. Le dispararon más de diez veces desde un auto cuando circulaba en bicicleta por Circunvalación y acceso Sur.

El 5 de julio de 2018 asesinaron a Juan Carlos Schneider de ocho balazos en el patio de su casa de Magaldi al 9800, en un asentamiento conocido como El Fantasma que se levanta detrás del Mercado de Concentración de Fisherton.

El quinto crimen fue el 24 de enero de 2019 y tuvo como víctima al carrero Juan Carlos “Juanca” Fernández, quien dos años antes había sido pareja de Soledad. Le dispararon desde una moto casi diez veces en España y pasaje 5 de Agosto de zona sur cuando volvía en carro a su casa. En ese hecho fue sindicado como homicida Wily C., a quien señalaron como sobrino de Chabela.

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La noche del 4 de febrero de 2022 un grupo de hombres irrumpió al grito de Policía y ejecutó de un disparo en la cabeza a María Soledad Schneider, de 39 años, en Segundo García al 1200 del barrio Virgen de Luján en la ciudad bonaerense de San Nicolás. Si bien, los investigadores tenían como hipótesis que la destinataria era la madre, por Ana María, ya que era un secreto a voces que ambas se escondían en Buenos Aires, no descartaban que Soledad también haya estado en la lista de la venganza.

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Ana María fue apresada en una plaza de esa misma ciudad el 2 de julio de 2022 y al día siguiente fue imputada por la fiscal Pairola por el homicidio de Chabela y la tentativa de su nieta Luisiana como ahora pasó con su hijo Jona. Ambos quedaron en prisión preventiva efectiva por el plazo de ley, es decir hasta que se celebre el juicio oral.

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