Policiales

Con data precisa y violentos

Acusaron a los integrantes de la banda especializada en golpes comando por siete asaltos

Los 14 miembros fueron imputados por asociación ilícita, entre los que se encuentran dos conocidos cañeros y una mujer policía, dedicada a aceitados robos que tuvieron como blanco principal a empresas y que llegaron a un botín total de más de 7 millones de pesos y 74.000 dólares


Las catorce personas que estaban sindicadas de integrar una banda de asaltantes especializada en golpes comando a empresas y comercios de Rosario, Álvarez y Granadero Baigorria fueron imputadas en una audiencia de este jueves y quedaron en prisión por integrar una asociación ilícita. Entre los acusados hay una mujer policía que les facilitaba información y los encubría. En esa jornada se describieron siete asaltos que se cometieron entre febrero de 2021 y marzo de este año, que les dejaron un botín de poco más de 7 millones de pesos, unos 74.000 dólares y 1.300.000 de pesos en cheques, entre otros elementos. Algunas de las víctimas fueron la firma La Virginia, una arenera, una maderera, una hormigonera y una casa de repuestos. Cometían los atracos en forma organizada y violenta con información precisa y duraban sólo unos minutos, explicó la fiscal Juliana González de la Unidad de Investigación y Juicio en la imputación. Tras el pedido de medida cautelar, el juez Pablo Pinto dictó el encierro preventivo para la mayoría y un arresto domiciliario con tobillera para dos de las imputadas en el caso.

Para González el grupo estaba comandado por Luis Miguel Comparin, a quien le achacó el carácter de jefe u organizador de la banda integrada por Luciano García, Marcelo Franzutti (detenido poco antes de los allanamientos a la banda en la Unidad 11 de Piñero), Yamil Zapata, Leandro “Pelado” Canale, Roberto Ocampo, Hernán Iocco, Claudio Valenti, Andrés Usabiaga, José Luis Comparin, Erica García, Abigail Romero, Lorena Mariana Casco, integrante de la Policía de Santa Fe, y Mariana Gómez.

En la audiencia surgieron los nombres de dos conocidos cañeros, es que el sindicado líder Luis Comparin y Marcelo Franzutti ya fueron señalados por integrar las filas del especializado ladrón Abel “Veneno” Fernández con base en zona sur. Comparin y Franzutti fueron nombrados en una causa de 2017 por ocho golpes comando cometidos junto al clan de Hernán “Lichi” Romero, de zona norte. Por estos asaltos, Lichi aceptó una condena a 7 años y 4 meses de prisión en un juicio abreviado que se llevó adelante en junio de 2020.

Asociación ilícita

La fiscal explicó en la audiencia que la banda tenía permanencia en el tiempo, actuaba de manera organizada y cometía robos, entre otros delitos, y lo hacía a través de una organización estructural con división de roles y funciones. En la estructura había jerarquías y contaban con medios materiales y logística. Dijo que hay otros integrantes que aún no fueron identificados.

Todas las actividades delictivas eran supervisadas por el jefe del grupo y, según la fiscal, Erica García era la “datera”. La mujer brindaba información a la banda de posibles víctimas, recomendaba nuevos integrantes y coordinaba con el líder, por Luis Comparin, la comisión de los atracos que eran materializados por: Marcelo Franzutti, Luciano García, Pelado Canale, Hernán Iocco, Roberto Ocampo, Yamil Zapata, y Andrés Usabiaga. Entre los roles está la inteligencia previa y también hacer de campana mientras el resto llevaba adelante el asalto.

El último grupo que integraba la banda eran Mariana Gómez, Abigail Romero, José Luis Comparin, Claudio Valenti y Erica García, los cuales, según la fiscal, ayudaban a resguardar el producto o provecho de los robos, también ocultaban armas y cualquier otro objeto utilizado en los atracos como handys, inhibidores de señal, ropa, entre otras cosas.

Como parte de la asociación ilícita también está la mujer policía, Lorena Casco, a quien imputaron de no reservar información que había obtenido personal policial que se dedicada a la investigación de este grupo delictivo. La fiscal contó que alertó al menos a tres miembros, entre ellos el jefe de la banda, que estaban siendo investigados y brindó asesoramiento en el uso de celulares. Así, González le achacó ayudar a los miembros de la organización criminal a eludir las investigaciones y a sustraerse a la acción jurisdiccional además de no haber denunciado la delitos cuando era su obligación por su condición de funcionaria pública en la Policía de Santa Fe.

Siete golpes millonarios

El primero de los atracos imputados lo cometieron la mañana del 5 de febrero de 2021 en Jorge Newbery al 9100. Los ladrones estacionaron un vehículo Chevrolet Onix en la zona donde se encuentran varios locales comerciales. Cuatro  ingresaron armados a uno de los locales y tras amenazar al dueño que estaba con su empleado se llevaron 150 mil pesos. No conforme, le reclamaron al propietario más dinero, lo golpearon y encerraron. Se llevaron celulares y un Peugeot 208. También les robaron a otras personas que llegaron al lugar: 2 celulares y 11.500 pesos. El Onix que quedó en el lugar había sido robado el 13 de enero de ese año en Río de Janeiro al 1300.

El 18 de julio de 2021, Comparin, Franzutti, Ocampo y García junto a un quinto ladrón, no identificado, llegaron al pasaje Curapaligüe al 5900 a bordo de un Toyota Corolla. Uno bajó y le dijo al dueño de casa que le compraba un Chevrolet Chevete que tenía en la puerta para repuestos por 15 mil pesos. Cuando el presunto comprador ingresó al domicilio con la víctima para hacer el boleto de compra venta, sacó una pistola y lo amenazó con el fin de asaltar el galpón lindero dedicado a la venta de maderas donde el hombre era el sereno.

Obligaron a la víctima a mostrarles dónde estaban las cámaras de seguridad y con un soplete violentaron la caja fuerte de la oficina del primer piso llevándose 2.5 millones de pesos, 700 dólares y cheques por 1.3 millones de pesos. Luego obligaron al sereno y su familia a encerrarse en la habitación, le llevaron su celular y las llaves de su auto.

Robo millonario: engañaron al casero y reventaron la caja fuerte de maderera rosarina

El tercer golpe fue la mañana del 21 de octubre de 2021 en la empresa Hormigonera Polimix, ubicada en Uriburu al 6000. Llegaron en un Peugeot 207. Cuatro ladrones entraron al lugar, sorprendieron a una empleada de limpieza y entraron a una oficina, obligaron a los empleados –entre ellos la tesorera, el gerente y el contador– a ir a una oficina del fondo donde los hicieron tirar al piso y los golpearon.

A punta pistolas, les exigieron a los empleados que entregaran las llaves de la caja fuerte, la que terminaron abriendo luego de barretearla y utilizar un soplete. Mientras una persona que estaba afuera les indicaba que había poco tiempo. Tras amedrentar a las víctimas se fueron con 1.960.000 pesos, un celular y una mochila con 20 mil pesos. El Peugeot 207 también era robado.

El cuarto hecho se le atribuyó al jefe de la banda fue a principios de noviembre. El acusado ingresó con otros tres hombres a la empresa La Virginia, ubicada en Sorrento y Circunvalación. Llegaron portando armas de fuego, obligaron a todos a tirarse al piso y tras ser alertados por handy por uno que estaba de campana en el exterior de la firma se fueron con 162 mil pesos, 50 mil que le sacaron a un proveedor y huyeron en un Volkswagen Gol Trend que tenía un dominio de otro coche.

Ocho meses después a la misma hora: nuevo golpe comando a la planta de La Virginia

El 27 de noviembre de 2021 hicieron otro asalto en la Arenera de Constancio Vigil al 700 de Granadero Baigorria. Según la fiscal, el cabecilla junto a otros siete hombres en al menos tres vehículos llegaron, bajaron, desconectaron las cámaras de seguridad y redujeron a uno de los empleados.

Entraron a la oficina, amenazaron a las personas que había en el lugar y las ataron con precintos. Se llevaron de la caja fuerte 2 millones de pesos y algo más de 23 mil dólares, entre otros elementos. Mientras un grupo cometía el atraco en la arenera, otro entró a la casa del dueño que se encuentra en el mismo predio y bajo amenazas con armas y golpes se llevaron 400 mil pesos y un Audi entre otras pertenencias. Las víctimas quedaron maniatadas.

El sexto fue el 28 de febrero pasado y se produjo en Vera Mujica al 4000. Comparini, García y otros dos hombres no identificados llegaron en un Audi Q3 robado al dueño de la arenera. Los dos primeros engañaron a unos chicos menores de edad para que les franquearan el ingreso a la casa y una vez dentro, los redujeron junto a su familia que llegó poco después. Pero el atraco fue interrumpido por un uniformado que estaba de franco de servicio y vio movimientos sospechoso. Así, se inició una persecución en la que detuvieron García.

El séptimo hecho imputado fue el 16 de marzo pasado cuando cuatro hombres armados entraron a un negocio de repuestos de motos ubicado en Belgrano al 900 de Álvarez. Bajaron de una camioneta Amarok. Dos de ellos simularon ser clientes y terminaron golpeando y reduciendo al encargado. Entraron a la casa que se comunicaba con el local, amenazaron a las víctimas con armas se llevaron 50 mil dólares, 26 mil pesos y otros efectos de valor.

También, la fiscal acusó a Comparin por la tenencia ilegal de una pistola calibre 44 y un revólver Magnum 44 que le secuestraron en el allanamiento del 23 de marzo pasado en una vivienda de Liniers al 100 bis y por la pistola semiautomática calibre 22 que se encontró en una casa de pasaje 9 y Temporelli de Villa Gobernador Gálvez.

El Pelado Canale también sumó esa acusación por la escopeta hallada en su casa de Castellanos al 1400 de Puerto Gaboto al momento de su detención y por ocultar una escopeta calibre 12 que había sido sustraída en un robo del 24 de noviembre de 2021.

Por último, otro de los integrantes que fue acusado por tenencia de arma fue Yamil Zapata, a quien le incautaron una carabina calibre 22 largo, marca Kalashnikov (AK), hallada en un armario de la habitación del domicilio de calle Felipe Moré al 1100.

Tras la imputación fiscal el juez Pinto dictó la prisión preventiva para el grupo a excepción de la uniformada Lorena Casco y Mariana Gómez, quienes quedaron en arresto domiciliario con la colocación de un dispositivo de control.

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