Policiales

Ataques cruzados en el paravalanchas leproso

Acusados por crimen del Cuatrerito seguirán en prisión

Al cumplirse dos años de prisión preventiva para los dos imputados como los autores del entonces jefe de la barra leprosa, la jueza de primera instancia resolvió extenderles el plazo por cuatro meses. Voceros judiciales adelantaron que la elevación a juicio oral se realizará dentro de un mes.


La Policía detuvo a dos muchachos en moto a menos de diez cuadras y secuestró una pistola calibre 9 milímetros.

Matías “Cuatrerito” Franchetti era el flamante jefe del paravalanchas leproso cuando el 7 de junio de 2016, los acribillaron a balazos en la puerta 6 del Coloso del Parque, frente al Palomar. Desde ese día hay dos muchachos detenidos y este martes la jueza María Melania Carrara aceptó el pedido de la Fiscalía y extendió la prisión preventiva de los imputados por cuatro meses. Voceros judiciales adelantaron que en los primeros días de julio la fiscal Marisol Fabbro solicitará la elevación a juicio.

La pareja del Cuatrerito contó que ese día recibió un llamado a las 14 donde le avisaban que iban a pasar a buscarlo para ir al estadio Marcelo Bielsa. A las 16.30, cuando salía acompañado de dos socios –posibles barras y ya identificados–, una dupla los atacó a tiros. Se contaron más de una docena de impactos y las vainas que incautaron en el lugar fueron calibre 9 milímetros. La autopsia determinó que el cuerpo del Cuatrerito tenía doce orificios de bala, los cuales correspondían a seis disparos. Uno ingresó por la nuca y salió por la frente; otro en el omóplato; el tercero en la pierna, muslo, estómago y en la ingle, describieron en ese momento los investigadores.

La cámara de seguridad que está en la entrada principal no tomó el momento del ataque pero sí registró la partida en moto de los dos atacantes. Se fueron en contramano por avenida Morcillo hasta bulevar Oroño. Un policía de civil los vio y dio el alerta. Tras una breve persecución, los policías los detuvieron en avenida 27 de Febrero y Oroño. Por el camino la dupla tiró una mochila que tenía una pistola Bersa calibre 9 milímetros. Los investigadores la recuperaron y demoraron a dos personas. La audiencia imputativa se hizo al otro día, Leandro Altamirano, de 34 años, y Brian Gruning, de 25 años, quedaron acusados formalmente por el delito de homicidio agravado por uso de arma de fuego.

“No se descarta ninguna hipótesis. La que tiene más fuerza es que el crimen se debió a una disputa por la dirigencia de la barra brava y está íntimamente relacionada con el narcotráfico”, explicó la fiscal del caso en ese momento.

Por esos días, hubo otra versión dando vueltas que apuntaban a la propia facción a la que pertenecía dentro de la barra, referenciada en el Fonavi del Parque del Mercado – barrio Grandoli.

Pasaron dos años y este martes se realizó la audiencia para revisar las prisiones de los detenidos. La fiscal Fabbro solicitó la extensión de la prisión por seis meses mientras que las defensas de Altamirano y Gruning se negaron.

En ese marco, la jueza María Melania Carrara resolvió otorgar la prórroga de la prisión preventiva efectiva por el plazo de 4 meses. Voceros judiciales adelantaron que la audiencia preliminar al juicio oral se realizará en los primeros días de julio próximo.

La maldición de la jefatura

Un día después de que Ramón Machuca, alias Monchi Cantero, fuera detenido en Buenos Aires, tras mantenerse tres años como prófugo, comenzó la saga fatal. Franchetti estaba al mando de la pesada leprosa en el marco de un entendimiento entre Los Monos y los Ungaro/Funes desde unos pocos meses antes, cuando el heredero de Diego “Panadero” Ochoa (condenado por el crimen de su antecesor Roberto “Pimpi” Caminos), Nelson “Chivo” Saravia, dio un paso al costado tras ser blanco –tanto él como familiares y allegados– de reiterados ataques. Pero el 7 de junio el Cuatrerito fue asesinado al salir del club. Como jefe quedó Maximiliano La Rocca, el Cabezón. Veintiún días más tarde fue asesinado, también al salir de los parrilleros de la entidad del Parque. Tubi quedó al frente hasta octubre de 2016 cuando lo balearon en Avellaneda y Mosconi. Ahí fue preso hasta el 24 de abril pasado cuando fue asesinado a traición en el pabellón que compartía con los Caminos en la cárcel de Coronda.

El último heredero conocido del paravalanchas rojinegro fue Maximiliano “Kija” Avejera, quien dejó el puesto vacante desde febrero de este año cuando le dictaron un pedido de captura. Está  sindicado como uno de los autores del asesinato de Jonatan Funes, hermano de Lautaro, acribillado al salir de la cárcel de Piñero tras visitar a Lamparita y otro hermano, Alan. Este último está acusado por el asesinato de Marcela Díaz, hermana de Tubi, ejecutada en Lejarza al 5600 en enero pasado.

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