Policiales

Cámara de Apelaciones

Acusada de matar a su pareja en un contexto de violencia de género quedó libre

Era víctima de violencia de género, la imputaron de matar a su pareja. Quedó detenida en prisión domiciliaria y ahora, por decisión de la Cámara Penal, recuperó la libertad


Su hijo vio cómo su padrastro golpeaba a su madre e intercedió. Se agarraron a trompadas y lo lastimó con un inflador. La autopsia determinó que el padrastro fue apuñalado en forma reiterada, además de registar golpes. El muchacho marchó preso pero en la audiencia de imputación aseguró que el hombre estaba con vida cuando se fue. Entonces los investigadores fueron por su madre y la sindicaron como la autora de las puñaladas. Cuando la imputaron salió a la luz una historia de violencia en el seno familiar ejercida por su pareja. A los 9 años, el muchacho debió abandonar la casa y vivió en la calle tras un episodio violento en el que su padrastro fue el protagonista. El joven recuperó la libertad hace un tiempo y su madre quedó detenida preventivamente bajo un régimen domiciliario. Este jueves el camarista Javier Beltramone resolvió liberarla aunque seguirá sometida al proceso. En su resolución, Beltramone sugirió, de ser posible, mantener la tobillera electrónica para asegurar la permanencia de la mujer en la ciudad.

El 15 de diciembre de 2018 en la casa ubicada en pasaje 1886 al 4400 de barrio Toba, Donato Ramón Méndez, de 45 años, invitó a su patrón a almorzar. Había cobrado y la sobremesa se hizo larga después de tomar bastante alcohol. Cuando los invitados se fueron quedó la familia. El hombre, su pareja Gabriela B. de 40 años y sus tres hijos, el mayor de 5 años.

Gabriela tiene un hijo de una relación anterior. Se llama Nahuel y hacía más de 13 años que se había ido de la casa. Cuando tenía 9 se enfrentó a Méndez porque le pegaba a su madre. Lo golpeó con un caño en la cabeza y desde entonces vivió en la calle, contaron en la audiencia.

Esa noche Nahuel llegó a visitar a su madre junto a su novia. En un momento, Méndez le pegó a uno de los niños con el mango de un cuchillo en el espalda y Gabriela lo cuestionó. Según la reconstrucción fiscal, Nahuel, que estaba en la habitación con otros de sus hermanitos, fue a la cocina y vió a Méndez pegándole a su madre. Entonces el joven se metió.

Se agarraron a trompadas y en un momento Nahuel agarró un inflador y le pegó. Méndez quedó tendido en el piso. Nahuel y su novia se fueron. Al declarar, el muchacho contó que su padrastro estaba vivo cuando se fue.
Ello llevó a los investigadores a poner la lupa en Gabriela. La detuvieron poco después y la imputaron de coautora de homicidio.

La autopsia determinó que Méndez tenía golpes en la cabeza, algunas escoriaciones, 20 heridas por cortes y 13  puñaladas. Cuando Gabriela declaró contó que los golpes eran moneda corriente en la familia. La mujer recordó que en una oportunidad casi pierde un embarazo de la paliza que Méndez le dio porque creía que uno de los chicos no era su hijo. Los niños no se salvaban de los golpes y Gabriela no podía enfrentarlo. Le tenía terror, dormía con los ojos abiertos pero aguantaba porque no tenía dónde ir, dijo.

La agredía verbal y físicamente y era sometida a burlas por parte de Méndez sobre una situación de abuso sexual de la que fue víctima de niña, contó.

En aquella audiencia que tuvo lugar en septiembre pasado, el fiscal Adrián Spelta y la defensora oficial María Laura Maenza acordaron, en base a la edad de los hijos de Gabriela, una prisión domiciliaria para la mujer lo que fue admitido por el juez Rodolfo Zvala, quien además ordenó la colocación de una tobillera electrónica para monitorearla.

La apelación

Ahora la defensa pública solicitó una revisión de la medida cautelar de Gabriela en la Cámara Penal lo que quedó en manos del magistrado Javier Beltramone. El defensor oficial Martín Ricardi contó que Nahuel logró una morigeración a la prisión preventiva, habló sobre el contexto de violencia de género en el que vivía Gabriela y pidió la libertad al entender que no hay peligro de fuga o entorpecimiento probatorio. Además, resaltó que Gabriela tiene tres hijos pequeños a su cargo.

Si bien la teoría defensista se basó en la negativa de la autoría del hecho, dijo que el caso podría encuadrarse en una legítima defensa o exceso de ella.

La fiscal Georgina Pairola se opuso al reclamo y mantuvo la teoría fiscal de que Gabriela apuñaló al hombre en un estado de indefensión y agregó que la mecánica del hecho es materia de investigación.

Finalmente Beltramone se inclinó por el planteo de la defensa y resolvió revocar la medida cautelar, disponer la libertad de Gabriela B. y aconsejó la mantención de la tobillera electrónica para asegurar su permanencia en la ciudad.

El crimen que develó una historia de violencia en barrio Toba

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