Policiales

Violencia de género

Actor y docente rosarino está en la mira por ocho denuncias de abuso sexual

Tres de los casos se denunciaron penalmente y otros por vía administrativa, ante el municipio y la provincia. Este viernes iban a imputar al actor y tallerista por dos hechos de violación: la audiencia no pudo hacerse porque el domicilio donde le cursaron la notificación estaba abandonado


La Colectiva Feminista de Artes Escénicas Rosario (Artas) y el Colectivo de Mujeres Músicas de Rosario estuvieron presentes este viernes en el Centro de Justicia Penal para acompañar a artistas que fueron víctimas de violencia de género y abuso sexual. El denunciado es un actor y tallerista que iba a ser imputado de dos hechos de abuso sexual con acceso carnal, pero la audiencia no pudo concretarse porque no se lo ubicó en el domicilio al que enviaron la notificación. Desde el colectivo explicaron que fueron ocho los casos, aunque son cinco las víctimas que pudieron continuar con las denuncias, algunas en sede administrativa y otras en el ámbito judicial. Las mujeres esperaban la presencia de este hombre y reclaman que se presente a la Justicia.

Los hechos por los que se movilizaron los colectivos de actores y actrices se sucedieron entre 2016 y 2017. En dos de ellos hubo denuncia penal por abuso sexual. Otra denuncia se radicó en el marco de un hecho de violencia de género, pero Fiscalía no le dio curso y está archivada. Otras dos mujeres eligieron exponer lo que sufrieron por vía administrativa, explicaron desde Fiscalía tras la frustrada audiencia de este viernes.

La imputación al hombre que señalan como autor de todos los hechos no pudo llevarse adelante porque se lo notificó en un domicilio que estaba abandonado. Desde Artas explicaron que las víctimas son ocho y que todo salió a la luz cuando las mujeres comenzaron a hablar entre ellas: una compañera de trabajo del agresor, otras que compartían el mismo ámbito de estudio con él, conocido por su papel protagónico en una obra infantil.

Sandra, una de las víctimas y la abogada María José Clutet hablaron con El Ciudadano tras la suspensión de la audiencia. “Yo soy una de las que está en la causa, que denuncié”, contó. Explicó que los casos se dieron en diferentes momentos. “Al poder hablar de lo que había pasado, nos enteramos de que éramos muchas las que habíamos sufrido alguna situación en el ámbito íntimo con este sujeto”, resaltó.

“Nos comunicamos y empezamos a juntarnos para tomar medidas. Hablamos con otra compañera de otra colectiva que es abogada, que nos empezó a asesorar para promover medidas administrativas y judiciales, porque él seguía compartiendo el mismo lugar de trabajo conmigo y los espacios de estudios con otra de las chicas. Entonces, lo primero que quisimos hacer fue evitar que siga habitando esos espacios, que no tengamos que seguir cruzándolo, y después empezar otras instancias, dijo Sandra.

“Juntar fuerzas. Lo que no pudo hacer una lo pudimos hacer entre varias. Nos enteramos de que éramos ocho y las que pudimos llevar adelante somos cinco que seguimos hasta hoy”, aseguró y agregó: “Nos acompaña el colectivo de artistas feministas de artes escénicas Artas, el colectivo de música rosarino, porque una de las denunciantes es artista y música. Es ahí donde me contactan, contó la abogada María José Clutet.

La letrada explicó que en la primera reunión con ella ya eran varias las denunciantes. ”María José contó que lo que más les importaba a la víctimas era no verlo en sus lugares de trabajo, ni compartir lugares de estudio con el denunciado, y recordó que en ese entonces incluso estaba en cartelera una importante obra de teatro en la Comedia Municipal y (el acusado) se manejaba con mucha impunidad”, relató Clutet.

La abogada les recomendó ir por la vía administrativa. “Arrancamos por la denuncia administrativa en el Ministerio de Innovación y Cultura santafesino, para que lo aparten”. El denunciado, destacó, tiene horas cátedra como docente interino en el área. Otra de las preocupaciones de las mujeres era su desempeño como actor en la obra de teatro infantil. La presentación activó el protocolo de actuación ante Violencia de Género en el ámbito laboral municipal, lo que derivó en la suspensión preventiva, contó.

Esta situación ocurrió el año pasado. Se sucedieron las denuncias penales de tres de las víctimas. María José explicó que a partir de allí iniciaron lo que en justicia de género denominan ruta crítica: “todos los lugares que las víctimas tienen que recorrer 20 mil veces diciendo lo mismo para que las escuchen”.

El reclamo, ahora, es que se presente a la Justicia. La abogada resaltó la dificultad de llegar a una instancia de imputación. El denunciado, señaló, “es una persona que se cuida. Todos los hechos que cometió tienen el mismo modus operandi. En el ámbito privado, intramuros y sometiendo a las mujeres, eso hizo que sea muy difícil llegar a esta instancia” dijo.

María José dijo que romper el silencio sirvió de mucho. Había una sensación de que se trató de un mal momento, pero al hablarlo entre ellas se dieron cuenta de que a otra también le pasó, y se fueron sumando. “La fuerza está en la colectiva, en que las mujeres empiecen sororamente a abrirse, a juntar los relatos” acompañadas (en este caso) por las colectivas de Arta y de músicas. Eso es lo importante”, concluyó. Ahora, todas esperan una nueva fecha de audiencia.

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