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Actas secretas: resaltan el rol del jefe de la Fuerza Aérea

El ministro Rossi destacó la información acercada por el brigadier Callejo para dar con los archivos de la última dictadura.


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El ministro de Defensa, Agustín Rossi, y varios artistas incluidos en “listas negras” por la última dictadura cívico militar destacaron ayer el hecho de que fuera el jefe de la Fuerza Aérea, Mario Callejo, quien acercara la información de archivos y actas secretas confeccionadas entre 1976 y 1983.

Tras el hallazgo de documentos inéditos de las juntas de la dictadura en un subsuelo del edificio Cóndor, Rossi la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini; la hija de desaparecidos Victoria Montenegro y los artistas Víctor Heredia y Federico Luppi resaltaron la decisión del jefe de la Fuerza Aérea.

En ese sentido, el titular de Defensa aclaró que “es la primera vez que encontramos documentación a partir de la información de uno de los jefes de las tres fuerzas armadas, en este caso del jefe de la Fuerza Aérea, brigadier Mario Callejo”.

Por su parte, Carlotto afirmó que el hallazgo de la documentación secreta de la Junta Militar representa una “noticia buenísima” que “va a traer luz” sobre cuestiones referidas al accionar de la dictadura cívico militar.

También Bonafini destacó el comportamiento del jefe de la Fuerza Aérea porque revela que “tenemos otras fuerzas armadas, esas que siempre quisimos tener”, ya que “necesitamos que sean de apoyo a la patria, para defenderla y no para apoderarse de ella”.

Asimismo, la nieta restituida por Abuelas de Plaza de Mayo Victoria Montenegro resaltó la decisión de Callejo y señaló que “es un gran aporte para el desafío de construir una nueva relación con las Fuerzas Armadas” porque “por primera vez se rompe el pacto de silencio”.

En tanto, Federico Luppi, actor incluido en las “listas negras” que elaboraban los militares con artistas e intelectuales, señaló como “significativo el hecho de que un alto mando de las Fuerzas Armadas no haya ocultado el hecho y lo haya informado rápidamente al ministro de Defensa”.

En la misma línea, Víctor Heredia señaló que “sin ninguna duda estamos en el buen camino porque el jefe de la Fuerza Aérea fue quien entregó estas actas, lo que es un hecho muy sustantivo porque muestra que las Fuerzas Armadas han empezado a comprender su rol dentro de la democracia”.

También Carlotto, Bonafini y los artistas coincidieron en resaltar el valor de los archivos para revelar las complicidades de empresarios y de parte de la Iglesia con la dictadura.

Para Carlotto, la nueva información que pueden aportar los archivos hallados sobre Papel Prensa será “fundamental” porque la empresa papelera es “un gran símbolo” para demostrar que civiles han sido cómplices de esa venta ilícita bajo presión, amenaza o muerte de la empresa de la familia Graiver”.

En tanto, Bonafini aseveró que la recuperación de archivos de la dictadura “es clave para poder investigar a fondo todas las complicidades” que permitieron la implementación del plan sistemático de desaparición de personas.

En el mismo sentido, Luppi concluyó que con los documentos encontrados “queda demostrado en forma clara y transparente la famosa pata civil del golpe militar, con una enorme cantidad de empresarios que colaboraron”.

Con respecto a la posibilidad de hallar información sobre la adquisición de Papel Prensa por parte de Clarín, La Nación y La Razón, el periodista Osvaldo Papaleo, hermano de Lidia, la viuda del banquero David Graiver, aseguró que el hallazgo es “un paso más de la aclaración para aquellos sectores que, con la complicidad de los medios monopólicos, niegan la realidad y lo terrible que ha sido esto”.

Papaleo manifestó: “No sé si esto estuvo siempre en el mismo lugar, pero estoy seguro de que, quien pudo haberla entregado, no tuvo durante muchos años, con el predominio de Clarín, la libertad política de hacerlo por su seguridad, por su carrera y una serie de factores”.

El ministro de Defensa, Rossi, informó el lunes que se encontraron 1.500 biblioratos en el edificio Cóndor con las actas que las juntas militares confeccionaron desde el golpe cívico militar, el 24 de marzo de 1976, hasta el fin del ciclo de facto, el 10 de diciembre de 1983.

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