“Ese día me dieron la medalla al herido en acto extraordinario de servicio. Dos años después, cuando denuncié a los jefes corruptos, me mandaron a boletear. Lo que se olvidaron es que antes de ser policía fui Infante de Marina e Infante de Ejército y no pudieron estos cobardes. Como dijo el Perro, no sé rendirme, después de muerto hablamos”. La frase está al pie de una foto publicada el 19 de mayo en el perfil de Facebook del policía Pablo Cejas. El lunes por la noche fue asesinado. Una veintena de disparos terminaron con su vida en la capital de la provincia. Era testigo protegido por denunciar vínculos de jefes policiales con el narcotráfico. El subsecretario de Investigación Criminal y Policías Especiales, Rolando Galfrascoli, dijo que el cuerpo de Cejas fue encontrado en la calle pero creen que fue asesinado en otro lugar. Cejas llevaba un dispositivo de protección con el que tenía contacto permanente con los policías que lo cuidaban. Cejas se había reportado una hora y media antes de su muerte. Galfrascoli estimó que el crimen no está relacionado con las denuncias. El ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, arriesgó que “la hipótesis más fuerte es por una cuestión personal”.
Extraño
Pasadas las 22.30 del lunes un llamado al 911 alertó de la muerte a la Policía. Pablo Cejas vivía en la capital y en 2015 denunció a jefes policiales por brindar protección al narcotráfico. El cuerpo estaba en un basural de calle Neuquén al 6400. Al lado, quedó su moto y su billetera.
Cejas tenía 45 años, una esposa y tres hijos. En junio de 2015, fue baleado cuando iba a trabajar. Dos motociclistas le dispararon. Él respondió con balas. En una entrevista al programa de televisión “Nuestras Voces” Cejas contó que había tenido un desperfecto mecánico en la moto y dos hombres en moto le dispararon varias veces. Dijo que fue un intento de robo. Fueron a matarlo. El ataque llegó después de una fuerte discusión con su entonces jefe de la policía motorizada. Cejas fue trasladado a Recreo.
Cejas denunció connivencia policial con el narcotráfico. “Hablamos de quioscos. Si le paro un móvil (Policial) en la puerta, no vende y le arruino el negocio. Y si le toco el bolsillo al narco se la toco a la cúpula policial”, aseveró en la entrevista.
Más balas
Cejas no fue el único blanco de ataques. Balearon la casa de su suegra y alguien amenazó con tiros a otro familiar. Según el fiscal Jorge Nessier, el ataque de 2015 es investigado como una tentativa de homicidio aunque no determinaron a los autores. Sobre la investigación por las denuncias contra los altos mandos policiales, el fiscal dio detalles.
Sobre el homicidio del lunes, Nessier descartó el robo y explicó que se están relevando algunas cámaras de seguridad del lugar. “No son muchas”, agregó y dijo que también tomarán testimoniales a las personas que vieron vivo a Cejas por última vez. El basural donde lo encontraron está lejos de la casa en la que vivía.
Tres tiros
Con diferencia de horas y medios de comunicación Galfrascoli y Nessier contaron que el cuerpo tenía 19 y 22 agujeros de bala. El fiscal indicó que “varios serían de entrada y salida, por lo que se estima que fueron entre 10 y 11 disparos”. Nessier quiere saber si hubo una persecución previa.
Cejas era testigo protegido. Estaba en contacto permanente de forma personal o telefónica. Así lo había decidido la Fiscalía que investigaba las denuncias contra los jefes policiales. El último contacto entre quienes lo protegían fue dos horas antes del ataque. Fue por teléfono.
Cejas reportó que estaba todo normal. En encuentros personales no había hablado de amenazas previas.
Nessier relató que no saben si Cejas estaba trabajando o no. Galfrascoli añadió que después de un examen psicológico en marzo logró una revisión de su situación. Actualmente era parte del Departamento de Operaciones de la Policía de la provincia. Su trabajo no era en la calle.
El arma de Cejas no estaba en el basural. Anteayer peritos hicieron un rastrillaje.
Del Frade: “A Pablo Cejas nunca lo protegieron”
Para el diputado provincial Carlos del Frade, Pablo Cejas fue asesinado por “la mafia narcopolicial santafesina”. Dijo que en el barrio Villa Yapeyú, donde lo acribillaron, Cejas había denunciado 34 puntos de venta de drogas cuya comercialización está penada. “Elevamos un pedido de informe al Gobierno de Santa Fe en mayo por esas denuncias. Nunca lo protegieron. Al contrario. Y no hay mafia narcopolicial sin apoyo de algún nicho corrupto del poder político”, agregó el legislador y periodista.
Del Frade recordó que Cejas también denunció dónde vivía Luis Paz en la capital santafesina. Se trata del padre de Martín “Fantasma” Paz asesinado en septiembre de 2012. La muerte determinó la megacausa de Los Monos. “Cejas dio datos sobre los autos (de Paz) y las conexiones con el jefe de la barra de Colón, «Quique» Leiva. Esas informaciones fueron investigadas por la Gendarmería Nacional. El asesinato de Cejas es funcional a esos intereses”, concluyó el ex periodista.
Aún a la intemperie
Hace casi dos años la Legislatura de Santa Fe ordenó crear un programa provincial de protección de víctimas y testigos que no dependiera exclusivamente del Ministerio de Seguridad. Los casos no debían ser evaluados por la Policía, sino también por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. La norma no se implementó y el cuidado de los testigos sigue dependiendo, en última instancia, del jefe de Policía de Santa Fe. El dato no es menor después de que el lunes asesinaron en la ciudad de Santa Fe al policía Pablo Cejas, quien había denunciado a sus jefes de encubrir delitos de narcotráfico. Según el Boletín Oficial de Santa Fe, el programa recién cuenta con un director desde hace menos de un mes. El lanzamiento del plan será la semana que viene.
Protección tardía
El 22 de octubre de 2015 la Legislatura aprobó la creación del Programa provincial de acompañamiento y protección de víctimas y testigos. Según el diputado del Frente para la Victoria Leandro Busatto, fue pensado dentro de la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos para que la evaluación y las medidas de protección fueran dispuestas por un director civil. “La Policía aparece sospechada en muchas causas tanto de la Justicia provincial como federal. Por eso es importante que sea el Ministerio de Justicia el que garantice la protección de los testigos”, dijo Busatto, autor del proyecto.
La norma preveía otros dos cargos de subdirectores y la creación del fondo provincial de recompensas que tomaría el 0,45 por ciento del presupuesto del ministerio. También disponía la creación de la Unidad Especial de Acompañamiento y Protección, dentro del Ministerio de Seguridad. La dependencia debería intervenir “en forma preventiva, disuasiva y mediante el uso efectivo de la fuerza a los efectos de proteger a la persona en situación de peligro bajo su cuidado”.
Retraso
Según el Boletín Oficial del gobierno santafesino la ley del programase reglamentó el pasado 28 de junio, más de un año y medio después de la votación en la Legislatura.
Claudio Stocco fue designado como director. En diálogo con El Ciudadano aseguró que el programa será presentado públicamente la semana que viene. Dijo que se trata de un abordaje integral de la protección de testigos y víctimas.
Hasta que empiece a funcionar, el cuidado de testigos y víctimas queda en manos de una serie de unidades especiales del Ministerio de Seguridad. Cada caso es reportado al jefe de Policía de la provincia, José Luis Amaya. Él es quien dispone las medidas. Entre las unidades a su cargo está la del Sistema de Protección de Testigos y Víctimas Vulnerables. La unidad debía proteger a Pablo Cejas, según declaró el ministro Maximiliano Pullaro, y fue asesinado.
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