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Camino a Los Gardel

Acorazado Potemkin y su cambio de “Piel”

Tras la suspensión de la gira presentación de su nuevo disco, el trío está trabajando en nuevos videos, y aspira a quedarse con la estatuilla como mejor álbum grupo de rock en las distinciones que entrega la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif)


Foto gentileza Sebastián Molina

Podría decirse que la piel es el “borde” del cuerpo. El límite entre el adentro y el afuera. Lo que devuelve la rugosidad, las asperezas. También suele ser usada como metáfora de sensaciones, de eso que está a flor de piel, o esa persona con la que se tiene piel. “Todo eso se resignifica ahora, cuando estamos todo el día mirando las pantallas”, dijo Juan Pablo Fernández compositor y vocalista de Acorazado Potemkin, banda que a fines del año pasado editó Piel, un disco bisagra en su carrera en tanto forma de producción, que contiene canciones que durante esta cuarentena fueron retrabajadas y salieron en videos; y que aspira a llevarse un galardón como mejor álbum grupo de rock en los Premios Gardel 2020.

Recalcular el 2020

El año de Acorazado empezó palpitando una larga gira presentación de un nuevo disco. Piel salió a la venta el 6 de noviembre del 2019. Tuvo su presentación oficial en Buenos Aires. Y tenía 14 shows previstos para sonar en distintas localidades del país. La pandemia cambió los planes. “Hubo que suspender. Enseguida cambiamos el chip porque estábamos de acuerdo que había que parar, que era muy importante hacer la cuarentena y correrse un ratito del escenario y darle lugar a la gente que hace trabajos esenciales”, contó a El Ciudadano quien comparte banda con Luciano Esain en batería y Federico Ghazarossian en bajo.

Los videos que salieron fueron los basados en los temas “A la encandilada” y “Calesita”. “Va a haber siempre novedades de Potemkin porque siempre hay cosas para hacer”, confesó Fernández, aunque reconoció que no comenzaron un nuevo proceso de composición. El aislamiento tiene muchas artistas para todos, “hay que saber parar la pelota, mirar un poco para adentro”, reflexionó el cantante.

“Aprovechamos para aprender cómo funciona el medio digital, cómo hacer para cobrar y elevar nuestros ingresos desde ese lugar. Esa es una discusión linda que se está dando ahora, con un cambio de formato en la cultura con los medios electrónicos”, dijo y a modo de lectura del contexto aseguró: “Está cambiando, la gente está escuchando cada vez más Spotify, está pagando, está apareciendo esa cultura”

“Es un buen momento para pensar quién se queda con la plata, cómo se reparte. Porque siempre nos gusta decir que el mercado de la música independiente mueve mucha plata, no es verdad que no lo hace, y es justo que los músicos tengamos derecho al pataleo, a saber organizarnos. Esa es una de las discusiones con las que vamos a salir de esta cuarentena. Aprendiendo a manejar eso. Sabiendo cómo funciona, qué le conviene al músico y qué no, entendiendo que la gente también está cambiando en eso y nos va a ayudar a exigir”, agregó.

Durante la pandemia quedó en evidencia el acompañamiento que ejerce el arte en la vida, muchas veces invisible, pero necesario. “Es una compañía y su gran razón de ser es no sólo acompañar sino también ayudarte a entender el momento que te toca vivir. No somos músicos que nos guste la bajada de línea, la concientización. Uno se puede comprometer, pero ese lugar nunca nos interesó. Pero si es cierto que el arte te ayuda a entender, sobrellevar o a convivir con la realidad que te toca vivir”, reflexionó Fernández y sobre la actualidad y su posible desarrollo “post pandémico” apuntó: “Ojalá pase que esos pequeños compromisos cotidianos que tomamos ahora queden, esos en los que uno le pide a un amigo que se puso a hacer mensajería que lleve algunas cosas o a tal músico que siempre va a ver que te mande su disco. Esas pequeñas elecciones que no están atravesadas por la comodidad de la vida cotidiana en la que uno termina llamando a las cadenas grandes. En ese sentido me parece que el laburo que hacen muchos artistas independientes, en estas crisis sale bien parado siempre”.

“La red está tejida. Porqué implica un compromiso de laburo personal que no se delega, que es un vínculo directo entre el músico y su público, eso es ser independiente. Ese vínculo hace que en las crisis los artistas independientes salimos mejores parados”, arriesgó.

Una nueva piel

Piel, actualmente nominado como mejor álbum grupo de rock a los Premios Carlos Gardel, “cambio mucho con el tiempo”, confesó el músico, pero aclaró: “Hay algo que si se mantiene: es un disco bisagra. Es un disco en el que se termina una forma de trabajo y empieza otra. En ese sentido va el arte que hizo Sebastián Santana, un artista, fotógrafo e ilustrador uruguayo, que sacó unas fotos con una bolsa con algo adentro que no sabes bien qué es. Nosotros le pusimos Piel porque era algo que aparecía, como un borde entre el adentro y el afuera; algo que separa y que devuelve la rugosidad, lo táctil, las asperezas. Esos sentimientos a flor de piel. Eso se resignifica ahora cuando estamos todo el día mirando las pantallas”, analizó Fernández sobre el material que se suma a una discografía que también integran Mugre (2011), Remolino (2014) y Labios de río (2017).

A diferencia de los materiales anteriores Acorazado compuso Piel en una sinergia más visible, esa fue la bisagra. “Lo compusimos los tres y lo arreglamos los tres. Creo que para mí es un umbral, una puerta hacía otra cosa. Todos los discos tienen un lenguaje común y este es más profundo en eso. Después de 11 años de trabajar juntos aparecen formas nuevas”, aseguró marcando el paralelo: “Siempre se arreglaba entre todos, pero antes había ideas de uno que se terminaban entre todos. En este disco hubo un proceso más integrado”.

Piel, es un disco que de alguna manera acompaña los 4 años de macrismo, hay una letra, la de «Destino» que está escrita a partir de la masacre de los cuatro chicos en el auto Fiat espacio en San Miguel del Monte. Los gobiernos pasan, pero los muertos quedan. En ese momento la sensación era, se va a ir (Mauricio) Macri, se va a ir (María Eugenia) Vidal pero van a quedar estos pibes de los que no hay que olvidarse. Que tenemos que pedirle a Axel (Kicillof) y a Alberto (Fernández) que no se olviden y que cuide a la gente, a los chicos de la policía. Es algo que va a estar siempre, que puede ser coyuntural pero que tratamos que no lo sea. El disco está atravesado por eso”.

La salud del rock

“Es difícil pensar en eso sin pensar en que nada va a volver a ser igual después de esta pandemia”, aclaró Fernández. “Yo veía muy bien el mundo del rock independiente, un montón de proyectos y de gente que ya no necesitaba de la legitimación ni de los medios hegemónicos ni de las grandes multinacionales. Simplemente la gente crea obra y la comparte con su público. Y muchas veces es el propio público el que la difunde y la premia haciendo que las bandas se consagren casi solas”, analizó.

Sobre el arte independiente, las posibilidades de las redes, y la convergencia que se está viviendo a partir del aislamiento social Fernández opinó: “Que a un click de distancia leas El Ciudadano, Clarín o el blog de un grupo de chicos que se juntan a escribir es algo que para otros puede ser dispersión, para nosotros es una hermosa democratización. Desde ese lugar encuentro ahora mucho más lindo el rock. De hecho, algunas estrellas de nuestro rock bajan a esos formatos: Fito se vuelve a meter en festivales, en las redes para tocar. Las aristocracias no le sirven a nadie más que a los dueños de los privilegios. Lo que hay que hacer es estar moviéndose todo el tiempo, y en ese sentido creo que toda la música argentina es muy sana”.

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