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Aconsejan a Cristina seguir con nuevo estilo discursivo

Encuestadores evalúan como “positivo” el cambio experimentado por la presidenta en las últimas alocuciones

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Encuestadores coincidieron ayer en evaluar como “positivo” el cambio de estilo que viene experimentando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en sus últimos discursos, aunque dijeron desconocer si esa nueva actitud más relajada traerá aparejada un aumento de su popularidad. Consultados por NA, los consultores opinaron sobre las modificaciones de la estrategia comunicacional de la jefa del Estado, luego de que esta semana sorprendiera al revelar secretos de alcoba y de recurrir a varias expresiones del lunfardo durante distintos actos.

Ricardo Rouvier, titular de la consultora Rouvier & Asociados, destacó que la presidenta viene mostrando “una manera más relajada de hablar” y consideró que habría una decisión de “bajar el nivel de confrontación y crispación” de sus discursos, apelando a un lenguaje “más coloquial y llano”.

En declaraciones a NA, evaluó que está “muy bien” el cambio discursivo implementado por la mandataria, aunque aclaró que desconoce si se sostendrá en el futuro o sólo se trató de “algo ocasional”.

Por su parte, Graciela Römer, de la consultora Römer & Asociados, advirtió que la nueva estrategia está vinculada a “la aceptación por parte de la presidenta de tener que recomponer su vínculo con la sociedad, que está deteriorado”. Destacó que el cambio discursivo “es absolutamente necesario y positivo”, pero advirtió que “habría que evaluar si el camino adoptado” a través de expresiones populares y chistes relacionados al sexo es “el más apropiado” para reimpulsar su imagen. “Hay que evaluar qué es lo más efectivo para el público al que se va a dirigir. Esta actitud más simpática y los chistes vinculados al sentido común están más cerca de los códigos de los sectores populares que ya adhieren a la presidenta, pero no tanto de los sectores medios donde se concentra la oposición al gobierno”, señaló.  En ese sentido, dijo que entre este último sector de la sociedad, las expresiones de Cristina “sorprendieron, pero estuvieron lejos de producir más simpatía”. Y consideró que para reconciliarse con la clase media no bastaría con que “ablande” su estilo, sino que debería modificar algunas de sus “políticas”.

En tanto, Analía del Franco, de la consultora “Analogías”, elogió el nuevo perfil adoptado por Cristina pero recomendó intercalar esas expresiones divertidas en momentos adecuados y no excederse: “Ni todo académico, ni todo lunfardo”, advirtió.

Por su parte, la escritora y ensayista Beatriz Sarlo lanzó fuertes críticas contra el cambio de Cristina y enfatizó que “ahora quiere ser didáctica y entretenida, dos cualidades que rara vez conviven”. Y disparó: “Nadie se convierte en humorista a los 57 años. Si lo intenta, obtendrá estos resultados patéticos e insalvables. El repentismo y la gracia son espontáneas bendiciones que no posee”.

EL CHANCHITO AFRODISÍACO Y UNA HUMORADA NO TAN GRACIOSA

Dicen que la humorada de Cristina Kirchner sobre las bondades del cerdo no sonó graciosa en todos los sectores. Especialmente en dos: la comunidad judía y la Comisión de Producción Porcina de Federación Agraria. Fue el rabino Pinjas Sudri, director del centro de estudios “Or Sinaí”, el primero en plantear “peros” a la cuestión. Advirtió que “el cerdo es un animal prohibido e impuro” para el pueblo judío y la Torá según las leyes judías sobre el Kashrut (régimen alimenticio) y no una comida afrodisíaca como dijo la presidenta. Por su parte, la FAA salió a advertir que el cerdo “no genera apetito sexual, pero podría ser parte de una política integral de desarrollo del pequeño y mediano productor”. “Buscando un título llamativo para los medios, dejó de lado los verdaderos beneficios”, disparó.

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