Ciudad

Abuso y mal uso de la web

Según una encuesta encargada por una diputada provincial, nueve de cada diez menores rosarinos pasó por una situación “desagradable” en el uso de internet. El 67 por ciento ya se conecta desde su casa.

Según los resultados de una encuesta encargada por la diputada provincial Mónica Peralta (GEN) en torno al uso de tecnologías por parte de niños y adolescentes, el 87 por ciento de los jóvenes rosarinos pasó alguna vez por alguna situación desagradable en el uso de internet y también, aunque en menor medida, de teléfonos celulares. En el trabajo, que fue realizado sobre un universo de de 450 chicos y chicas de Rosario del rango de edad de 12 a 18 años, se destaca entre las situaciones más comunes que uno de cada tres expresó haber vivido la situación de que alguien conocido publicara en internet una foto suya que lo avergonzaba; también haber sido destinatario de alguna invitación por chat, correo electrónico o mensaje de texto para encontrarse personalmente con uno o más desconocidos. Además, casi cuatro de cada diez de los consultados admitió haber entrado “sin querer” o “por error” a algún sitio web con imágenes que lo incomodaron; y el 34 por ciento dijo haber recibido pedidos de personas  desconocidas para que les enviara fotos propias.

En diálogo con este medio, la diputada provincial del Frente Progresista, quien dirigió el trabajo, destacó que la idea de llevar adelante el muestreo estuvo vinculada con el hecho de poder “examinar cómo los chicos utilizan este tipo de tecnologías, sobre todo teniendo en cuenta que estos soportes muchas veces sobredimensionan algunas prácticas que se daban antes como, por ejemplo, los acosos en el ámbito escolar o distintas formas de abusos hacia los menores”.

Si hay algo de lo que ya hace un buen rato no hay lugar a dudas, es que los adolescentes se han apropiado por completo de las nuevas tecnologías. Según la encuesta, y en lo que en algún punto marca la introducción a la misma, el 97 por ciento de los consultados dijo usar internet y/o telefonía celular. En tanto, la muestra también es reveladora de cómo han ido avanzado las conexiones domiciliarias en la ciudad: hasta no hace mucho tiempo los cíber eran el espacio preferido de los jóvenes. Hoy ya han dejado de serlo: el avance del uso familiar ha provocado que un 67 por ciento de los chicos rosarinos acceda a internet desde su casa.

Sin embargo, el dato más preocupante está vinculado con el grado de exposición de los adolescentes con respecto a los problemas que pueden surgir en el uso de las nuevas tecnologías. En los últimos tiempos se conocieron en reiteradas oportunidades algunos casos que han llamado la atención de la opinión pública, sobre todo en los adultos, para quienes este tipo de acontecimientos es toda una novedad. Estas situaciones tienen que ver con aquello que se denomina “delitos cibernéticos”.

Según describe el informe, los más comunes suelen ser “grooming”, “ciberbullying” y “phishing”. El primero refiere a la estrategia utilizada por abusadores sexuales para manipular a niños, niñas y adolescentes con el fin de poder tener el control total sobre la víctima en el momento de la situación de abuso. En tanto, el ciberbullying es el término con que se denomina al acoso escolar cibernético, fenómeno común en las comunidades escolares y sus consecuencias son muy perjudiciales tanto para las víctimas, los acosadores y los testigos de las agresiones. Finalmente, el phishing es la modalidad de estafa diseñada con la finalidad de robar claves de acceso a servicios, y hasta la misma “identidad digital” de un usuario. En este tipo de delitos se instala la problemática sobre la producción, distribución y consumo de pornografía infantil en internet.

En tanto, en lo que respecta a situaciones que se pueden considerar desagradables o agresivas, la mayoría de los adolescentes encuestados, un 87 por ciento, pasó por lo menos alguna vez por una instancia de este tipo. Puntualmente, un 38 por ciento de lo chicos encuestados dijo haber entrado “sin querer” o “por error” a algún sitio web con imágenes que lo “asustaron o incomodaron”; a uno de cada tres un desconocido le “pidió” que le “envíe fotos suyas” y a un 25 por ciento del total de la muestra alguien “de la escuela o conocido” le envió “mensajes o fotos agresivas” (o que, al menos, llegaron a incomodarlo) al celular, el email, en su cuenta de Facebook o al Messenger, entre otras de las más usadas redes sociales.

Al mismo tiempo, los resultados arrojaron también que un 19 por ciento recibió mensajes o fotos que lo incomodaron de parte de “personas desconocidas”; a uno de cada tres de la muestra alguien de la escuela o conocido le publicó en internet una foto suya que lo “avergonzó”; un 30 por ciento recibió alguna invitación para “encontrarse” con alguien que “no conocía personalmente” y, además, dos de cada diez se encontró personalmente con alguien que conoció a través de internet (ver infografía).

En tanto, y con respecto a la pregunta si conocían a alguien que había pasado por alguna de estas situaciones, un 71 por ciento respondió que sí. Evaluando el grado de conocimiento y educación de los chicos sobre este tipo de problemas, el 45 por ciento de la muestra reconoció que no sabría cómo actuar ante alguna de estas situaciones.

Para el final, la legisladora explicó que lo que se trató con el trabajo es intentar comenzar a “rediscutir los valores sociales, la relación entre padres e hijos, pensar un poco sobre la dificultad a la hora de construir vínculos de los chicos entre ellos y con su entorno social.”

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