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Abuelas lamentó el fallecimiento de una nieta recuperada

La Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo comunicó hoy su "más profundo dolor" por el fallecimiento de una de sus nietas recuperadas, Virginia Ogando, y expresó su acompañamiento a su abuela, Delia Giavanola, quien fue una de las doce fundadoras de la agrupación.

La Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo comunicó hoy su “más profundo dolor” por el fallecimiento de una de sus nietas recuperadas, Virginia Ogando, y expresó su acompañamiento a su abuela, Delia Giavanola, quien fue una de las doce fundadoras de la agrupación.

“Las Abuelas manifestamos nuestro más profundo dolor por la muerte de una de nuestras nietas, Virginia Ogando, quien buscaba a su hermano nacido durante el cautiverio de su madre”, informó un comunicado de la asociación, que además manifestó su acompañamiento a la abuela de Virginia y a toda su familia.

Junto con su abuela, Virginia buscó incansablemente a su hermano Martín desde el Banco de la Provincia de Buenos Aires, donde trabajó su padre, y organizó campañas de difusión para encontrarlo por medio de Internet y redes sociales multiplicó sus esfuerzos para reforzar la búsqueda que realiza Abuelas.

“Su temprana partida nos ha generado una impotencia infinita y una herida en el alma imposible de sanar”, lamenta el comunicado, que invita a “recordarla con su cálida sonrisa, tan linda como la de su mamá, y sus ojos hermosos como los de su papá; nos queda cumplir con su deseo de encontrar a Martín”, concluye la carta abierta.

Por su parte, el Secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, expresó hoy a través de un comunicado su “profundo dolor” por la “trágica decisión” de Virginia Ogando, nieta recuperada, de poner fin a su vida.

“Virginia tenía tres años cuando secuestraron a su padre y madre, embarazada de ocho meses y de quien hay constancias de que estuvo detenida en el Centro Clandestino de Detención “El Pozo” de Banfield.

Duhalde consideró que, “a pesar de su voluntad de hacer y de su compromiso militante, Virginia no pudo superar las profundas secuelas traumáticas de su historia personal, teniendo en cuenta el horror inimaginable a que fueron sometidos quienes fueron detenidos-desaparecidos, y el no hallazgo del hermano que buscó afanosamente”.

“Ni el afecto de su abuela y demás familiares, compañeros y amigos, ni la asistencia psicológica, pudieron en su caso contra las huellas imborrables de aquel descenso a los infiernos del terrorismo de Estado. Su muerte es también un crimen imputable a los genocidas”, concluyó el secretario de Derechos Humanos.

En tanto, la agrupación H.I.J.O.S. se sumó a la muestra de pesar y señaló en un comunicado que  “hoy es un día muy triste, porque nos toca despedir a una compañera, Virginia Ogando, quien militó en H.I.J.O.S. y también se acercó a Abuelas de Plaza de Mayo, Asociación, de la cual su abuela es una de las doce fundadoras, para continuar la búsqueda de su hermano Martín”.

“Su lucha, perseverancia y compromiso para encontrar a su hermano nos deja el deber de seguir buscándolo para que recupere su identidad y su historia”, agregó la agrupación.

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