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Abrir o no, el dilema de los comerciantes

El feriado por Semana Santa divide al sector: unos quieren trabajar, otros descansar.

La Federación de Centros Comerciales a Cielo Abierto de Rosario no está de acuerdo con obligar a que los comercios trabajen el viernes 22 de abril, feriado de Semana Santa, en desacuerdo con lo planteado en las últimas horas desde la Asociación Empresaria.

“Según nuestros relevamientos, realizados a catorce dirigentes de centros comerciales a cielo abierto, el jueves 21 se trabajará de manera normal, pero el viernes 22 quedará librado a la capacidad de pago de cada comerciante y a su expectativa de venta. Si el comerciante estima que va a vender menos de lo que tiene como gasto fijo, no abrirá”, expresó Fabio Acosta, titular de la Federación que reúne a los comerciantes de numerosos barrios rosarinos.

De esta manera, se diferenció de la iniciativa impulsada por Elías Soso, presidente de la Asociación Empresaria, quien instó a que los negocios abran sus puertas en Semana Santa “para defender al comercio local y no regalar esas ventas a las cadenas internacionales”. En esa línea, Soso sostuvo también que “hay que abrir y pagar el doble de sueldo”.

Con una visión totalmente diferente, Acosta indicó que “los que trabajarán el viernes serán los dueños, que abrirán mediodía y sin los empleados”. Enseguida calificó de “irresponsable” el pedido de instar a que los comercios trabajen durante el próximo fin de semana largo. “Creemos que es irresponsable impulsar una medida que intenta presionar la apertura de negocios el próximo viernes sin conocer a ciencia cierta la capacidad de recupero de los comercios”, aseveró.

Luego, con un tono más crítico y apuntando directamente a Soso, Acosta expresó que “el que impulsa la apertura del viernes sólo defiende intereses de los grandes comercios y de las cadenas que pueden absorber el doble pago, y no los intereses de los pequeños y medianos comercios”.

No hay arrepentidos

También refutó a Soso respecto de que muchos comerciantes se “arrepintieron” de no haber trabajado el último fin de semana largo, el del 24 de marzo, porque se perdieron de hacer buenas ventas. “Nadie se quedó arrepentido, ya que no había compradores, bien por el clima o porque los dueños no tenían expectativas de venta”, puntualizó Acosta, en referencia a que, tal como comprobó El Ciudadano en una recorrida que hizo por diversas zonas comerciales, hubo poco movimiento en las calles de la ciudad durante el lluvioso Día Nacional por la Memoria y la Justicia. “Sí les fue bien a los shoppings, a las grandes cadenas de supermercados y a las grandes tiendas”, completó el comerciante.

Por último, Acosta embistió una vez más contra Soso y disparó: “Es importante tener contacto directo con los comerciantes y recorrer las calles. No se puede lanzar bombas desde una oficina pensando que no va a tener consecuencias”.

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