Horas después de ser aprobado por la Cámara de Diputados, el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo ingresó al Senado, donde hay un escenario abierto, muy parejo, y cada voto puede marcar la diferencia. Nadie se anima a arriesgar un resultado pero hay un clima de optimismo entre quienes apoyan la legalización del aborto.
Un conteo preliminar realizado por NA arroja una leve ventaja, de apenas un voto, a favor del proyecto. Algunos de los senadores que se encontraban en el grupo de los “indecisos” comenzaron a mostrar sus inclinaciones a favor del proyecto y esto ya genera expectativas. Sin embargo, también hay presiones, y por esa razón los senadores y senadoras que pueden inclinar la balanza a favor de la ley son cautelosos en sus declaraciones, si es que las hacen.
En tanto, en el sector “celeste”, que rechaza la legalización del aborto, hay “malestar”. Según supo NA, en el Whatsapp que comparten los senadores de esa tendencia ven con desánimo el panorama de la Cámara alta y creen que los “verdes” se encaminan a aprobar la ley. El proyecto ya fue girado a las comisiones de Banca de la Mujer, de Justicia y Asuntos Penales y de Salud, todas con mayoría de senadores “verdes”, por lo que el dictamen a favor de la iniciativa está en condiciones de salir sin demora.
La presidenta de la Comisión Banca de la Mujer, Norma Durango (Frente de Todos), señaló en diálogo con Noticias Argentinas que las reuniones del plenario de comisiones empezarán “la semana que viene” y que la idea es “hacer algunas otras consultas, sobre todo para aquellos que están indecisos, que tengan argumentos para votar a favor”.
Si bien todavía faltan ajustar detalles de esas reuniones en las que se analizará el proyecto, la senadora pampeana indicó que “en principio” la idea es que se firme dictamen “el 17 o el 18 de diciembre a más tardar”, para ir a votar el 29, como está previsto desde hace varios días.
“Soy optimista porque creo que la Argentina al igual que otros países se merece una ley de interrupción voluntaria del embarazo. El aborto sucede haya ley o no, y hay mujeres que arriesgan su vida”, enfatizó la senadora pampeana, al tiempo que remarco que se trata de una cuestión de salud pública.
“También hay que decir que el aborto clandestino es un gran negocio, porque los que tienen recursos pueden acceder y los más vulnerables caen en los lugares más sórdidos”, subrayó Durango y agregó: “Este no es un problema de religiosidad, la ley no obliga a nadie a realizarse un aborto”.
El optimismo de los “verdes” se funda en dos cuestiones. Por un lado, el recambio legislativo de 2019 elevó el número de senadores a favor del proyecto. Por el otro, los “indefinidos” comenzaron a definirse en los últimos días. El primero fue el santafesino Roberto Mirabella (Frente de Todos) que semanas atrás dijo que no formaba parte de ese grupo, aseguró que no se abstendría y recordó que él presentó un proyecto de despenalización del aborto.
Inmediatamente comenzó a ser contado como un voto a favor. Le siguió la neuquina Lucila Crexell (Interbloque Federal), que en 2018 se abstuvo. Días atrás reconoció en declaraciones a la prensa local, reconoció que “hay mayor vocación de gente a favor en el Senado que hace dos años”. La senadora evitó definir su voto, pero fuentes parlamentarias deslizaron a NA que comenzaron a contarla como a favor del proyecto.
Además, en Juntos por el Cambio hay un senador que en 2018 votó en contra y en esta ocasión cambiaría de postura, por un pedido de sus hijas. El legislador no quiere dar a conocer su postura oficialmente pero, según supo esta agencia, algunos de sus pares notaron que en el grupo de Whatsapp “celeste” está casi inactivo. No obstante, el conteo de votos en la Cámara alta (que con 72 legisladores es un lugar mucho más complejo que Diputados para este tipo de votaciones) será día a día. Nadie se anima a descartar cambios de último momento o ausencias sorpresivas. Todo se definirá a fin de año.
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