Espectáculos

Abel Pintos: “Soy un folclorista que pretende crear tradiciones”

Esta noche presenta “Reevolución” a las 21, en el Teatro Brodway, con nuevo look y con buscando otras sonoridades, con Marcela Morello como invitada.

Por Daniela Barreiro 

Cambio de look y cambio de sonoridades: una nueva etapa en la carrera de Abel Pintos surge a partir de Reevolución, su último disco de estudio que el cantante presentará esta noche, a partir de las 21, en el teatro Broadway (San Lorenzo 1223).

El material posterior a Sentidos (2004), Reflejo real (2005) y La llave (2007) encierra “un juego de palabras al querer nombrar desde un cambio interior y espiritual hasta la permanente intención de renovar el género folclórico y popular, sin dejar de volver a sus raíces para inspirar cada nuevo paso”,  según se adelantó en la gacetilla que anuncia su show.

Perteneciente a una nueva generación de folcloristas, Pintos dio un nuevo giro a su carrera que comenzó de la mano del talentoso León Gieco y que hoy tiene vuelo propio. En diálogo con El Ciudadano, Pintos contó los pormenores de este disco y del cambio que se produjo en su carrera.

—“Reevolución” denota un cambio bastante radical ¿Lo concebiste así?

—Siento que ésta es una nueva etapa: el disco continúa con lo que venía haciendo pero también tiene sus cosas propias. El material se llama Reevolución porque pretende dar un paso más en mi carrera y pretende dar otro paso hacia lo que quiero formar como mi estilo propio. No lo veo como un cambio de género sino como la continuación de la investigación que llevo adelante en la búsqueda de mi estilo.

—No hablás de cambio de género, pero ¿sentís que este material está más cerca del pop y las baladas?

—Lo dejo a consideración de cada uno porque cuando me pongo a componer no tengo en cuenta si me estoy alejando de un lugar o acercándome a otro, sino que compongo canciones, las arreglo, tengo un grupo de trabajo que me ayuda en esa tarea, que me ayuda a buscar un concepto determinado, pero la verdad es que no nos detenemos en pensar si va a estar más cerca de un clásico del folclore o de una balada pop. Me considero un músico popular y creo que eso puede encerrar una gran cantidad de géneros.

—¿Cuál es el concepto que traspasa este disco?

—Con este disco quise decir que me siento muy agradecido con las cosas que he vivido hasta hoy, pero que todavía tengo muchas ganas de seguir aprendiendo y descubriendo cosas; eso es lo que me lleva a seguir intentando e innovando. En lo más general el concepto sería que a pesar de que el momento que estés viviendo sea bueno, o no muy bueno, siempre está en uno la decisión de comenzar una etapa nueva.

—¿El cambio de look tiene que ver con esta nueva etapa?

—No directamente. Puedo decir que tiene esa intención pero que no se generó por eso. Me corté el pelo en diciembre de 2009 porque tenía ganas, pero cuando empecé a grabar el disco, y comencé a darme cuenta de todas las herramientas que estaba utilizando para transmitir este mensaje de un nuevo comienzo, me di cuenta que, desde la imagen, después de tantos años de rulos, iba a llamar la atención e iba a ser una manera más de transmitir el mensaje que lleva el disco.

—¿Qué motivó la participación de Marcela Morelo en el tema “Aventura”?

—En 2008 la invité a cantar en el Teatro Ópera y después de casi ocho años de conocernos y de intercambiar palabras de cariño y admiración mutua vivimos en el escenario una emoción hermosa, y me quedé con las ganas de invitarla a grabar. Cuando empecé a componer este disco y pensé en algún invitado la primera persona que se me vino a la mente fue ella, pero después había que buscar la canción en la que ella pudiera participar y aportar todo su talento. Entonces lo dejé fluir; un día compuse “Aventura” y cuando la canté completa me di cuenta que ella tenía mucho que ver con esa canción. La invité a grabar y accedió de inmediato.

—Otra de las sorpresas del disco es la reversión del tema “Halleluja”…

—“Halleluja” es una canción que conocí desde muy chico, un tema que León Gieco hizo popular, de hecho creo que él hizo la adaptación al castellano. León la grabó hace más de 15 años por lo menos. Desde el primer día en que la escuché fue una canción que me gustó, que me conquistó, y con el paso del tiempo fui entendiendo un poco más su significado, me empezó a identificar y comenzó a tomar otros sentidos. Cuando dejé de ser influencia pura, cuando empecé a crecer y a tomar partido por las cosas, me fui sintiendo más que identificado con esa canción. Cuando empezamos con este disco les dije a los productores que quería hacer una versión de algún tema, entonces cuando me preguntaron cuál quería hacer fue ésa la primera que presenté.

—¿Lo sentís también como un guiño a Gieco, uno de tus mentores musicales?

—Sí, de alguna manera es decirle que sigue conmigo, que su presencia sigue siendo tan importante hoy que hago mi propio camino como lo fue en los primeros momentos cuando empecé el camino de su mano. Tiene que ver con todo y seguro tiene que ver con que él sea parte de mi escuela y gran parte de la corriente de la que siempre me nutrí desde lo musical.

—Pertenecés a una nueva generación de folcloristas que tiende a la fusión; ¿con este disco hacés algún aporte al género?

—Pienso que hago un aporte tanto con este disco como con todos los que tienen canciones de mi autoría. Desde 2007 a esta parte empecé a aportar mi propia versión de la música folclórica; reconozco que no soy un músico folclórico tradicional, pero sí soy un folclorista que pretende crear tradiciones (risas). Todas las tradiciones nacen con el tiempo y también dependiendo del respeto y la continuidad con la que haga mi carrera y por supuesto la seriedad; quizá dentro de 20 o 30 años, lo que hoy es o pretende ser innovador se termina convirtiendo en algo tradicional y algún chico, dentro de algunos años, cante folclore a lo Abel Pintos.

—Hace muy poco fue el primer aniversario del fallecimiento de Mercedes Sosa; ¿cómo vivís su ausencia?

—Lo único que me falta de Mercedes es la oportunidad de poder escuchar un disco nuevo pero en el resto no siento su falta porque tengo una imagen muy viva de Mercedes. De hecho no fui a su velorio ni participé en ninguno de sus homenajes cantados porque quería que la última imagen que me quede de ella sea feliz. El último recuerdo que tengo es haber cantado para ella directamente arriba de un escenario y cantar para ella es un recuerdo más que feliz. Entonces no quise empañar esa imagen con la imagen de la ausencia.

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