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Presidenciales en Paraguay

Abdo Benítez ganó con la menor diferencia desde 1989

El candidato presidencial del oficialista Partido Colorado atravesó este lunes su primera jornada como mandatario electo de Paraguay sin el reconocimiento formal a su triunfo de la opositora alianza Ganar y con la mirada puesta en el reparto de bancas en el Senado, que se prevé complicado


El candidato presidencial del oficialista Partido Colorado, Mario Abdo Benítez, atravesó este lunes su primera jornada como mandatario electo de Paraguay sin el reconocimiento formal a su triunfo de la opositora alianza Ganar y con la mirada puesta en el reparto de bancas en el Senado, clave para las iniciativas que impulse el Ejecutivo, y que parecía encaminarse a un reparto en el que el oficialismo de centroderecha no tendría mayoría propia.

Ganar, la coalición que juntó al Partido Liberal y al Frente Guasú, entre otra decena de fuerzas, anunció que esperaría el conteo total de votos para reconocer el triunfo del Partido Colorado, aunque su candidato, Efraín Alegre, dijo que confiaba plenamente en la justicia electoral.

El recuento quedó clavado en el 99,67% de los votos, con una diferencia de más de tres puntos a favor del oficialismo, la menor ventaja en un triunfo colorado desde el fin de la dictadura de Alfredo Stroessner.

En 1998, la Asociación Republicana Nacional (ANR, nombre oficial del coloradismo) sumó un 53,8% sobre 42,6% de la alianza de entonces entre el PLRA y el Encuentro Nacional; en el 2003 fue de un 37,14% sobre un 23,95% de los liberales, y 5 años después se dio la histórica caída del Partido Colorado a manos de la Alianza Patriótica para el Cambio: 41% de los votos sobre 31.

En 2013, el Partido Colorado retornó al palacio de López de la mano de Horacio Cartes, con un 45,83% de los votos, mientras que la unión de cuatro de partidos de oposición (PLRA, PDP, PEN y PSD) se quedó con el 36,92%.

“Vamos a ver las actas, falta aún el conteo oficial, para ver si se confirman los números de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP)”, dijo Cristian González, apoderado del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), en declaraciones citadas por el diario asunceño Última Hora.

Según el último dato oficial, el colorado Abdo Benítez superaba al liberal Alegre con 1.205.310 sufragios (46,6%) contra 1.109.309 (42,7%), y se contabilizaron 71.821 votos nulos y 62.052 votos en blanco, con un nivel de participación que fue del 61,40% del total del padrón.

Por otra parte, el titular del TREP, Jaime Bestard, explicó que aunque hubo reclamos de los partidos para que se avance en los números de los comicios de Diputados y del Senado, recién “en los próximos días” se empezará a dar detalles sobre la futura composición de las dos cámaras.

Los números extraoficiales que circulan, no obstante, muestran que el oficialismo no lograría mayoría propia en el Senado, por lejos la cámara más importante del Congreso local, que a partir de su renovación, además, tendrá sentados a tres ex presidentes: Fernando Lugo, Nicanor Duarte Frutos y Horacio Cartes.

La cuestión de la mayoría es clave, porque toda la oposición unida podría impedir la jura de Cartes y Duarte Frutos, amparada en que la Constitución reserva a los ex mandatarios una banca vitalicia sin voto. Los dos –junto al ex vice Juan Afara– lograron ser candidatos a una plaza “activa” a partir de un fallo de la justicia.

Versiones de medios asunceños le daban a los colorados 18 bancas, 13 al PLRA, 7 al FG, 1 más o 1 menos según el medio, y dejaban las otras 7 en disputas entre Encuentro Nacional, los demoprogresistas, los democristianos, Unace –que pareció resucitar con la postulación del ganadero Fidel Zavala– y Hagamos.

Donde sí festejó con contundencia el Partido Colorado fue en la pelea por las gobernaciones: se quedó con 13 de los 17 departamentos y en esa contundencia recuperó el Central, considerado el distrito clave, porque aporta cerca del 30 por ciento del electorado. Los liberales sólo se anotaron victorias en Caaguazú, Concepción, Amambay y Cordillera.

Abdo Benítez –que asumirá recién en agosto– también pudo disfrutar de las salutaciones de sus futuros pares de España, Ecuador, y Brasil y, curiosamente, hasta de la Unasur, envuelta en una virtual crisis que pone en juego sus existencia misma, a partir de la decisión de 6 países (Paraguay mismo, entre ellos) de dejar el bloque en disconformidad con su funcionamiento.

También Estados Unidos sumó su felicitación, a través de un comunicado del Departamento de Estado: “Estamos seguros de que Estados Unidos y Paraguay continuarán trabajando juntos para promover la seguridad, la prosperidad y el buen gobierno en la Américas y en todo el globo”, manifestó Washington.

A Ganar le queda el desafío de persistir a futuro. Tanto Alegre, como su candidato a vicepresidente, Leo Rubín, y el senador reelecto y ex presidente Fernando Lugo coincidieron en señalar que la alianza seguirá en pie luego de este proceso eleccionario, lo que puede representar un problema para Abdo Benítez.

Un dato saliente de la compulsa fue el inédito crecimiento, también considerado desde el renacer democrático de 1989, de los votos anulados que totalizaron 71.281 así como los 62.502 votos en blanco, según el primer conteo reportado por los medios paraguayos, lo que parece marcar una cifra creciente que marca cierta dosis de decepción y escepticismo en una franja de la población.

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