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A una cuadra de la casa de Messi, crece el sueño de un club impulsado por los vecinos 

En 2008 era un basural a punto de convertirse en asentamiento irregular. Ex compañeros del crack de la selección, pibes de poco más de 20 en aquel momento, lo transformaron en un lugar de actividades culturales y deportivas. En enero recibieron subsidio para avanzar con la infraestructura

Algunas de las primeras piruetas de Messi con una pelota en los pies fueron en ese lugar. Son cerca de 1.500 metros cuadrados enclavados en el barrio que lo vio nacer a menos de una cuadra. Un poco más acá en el tiempo, trece años atrás, la esquina de Juan Manuel de Rosas y cortada La Bajada, atrás del Distrito Sur, era una especie de basural que por poco no se convierte en asentamiento irregular. En 2008 los vecinos se organizaron, resistieron el abandono de propios y extraños y de a poco hicieron que fuera el seno perfecto para actividades culturales y deportivas, especialmente de los chicos y chicas del barrio. 

Pasaron por El Campito muestras de muralistas, recitales de rock y folclore, fiestas para los chicos, fútbol femenino para las mujeres del barrio, fútbol infantil para chicos y chicas, y un deporte que por sus características funcionó mejor en pandemia, cuando las restricciones comenzaron a aflojarse: ultimate frisbee, con el que además hicieron encuentros provinciales y recibieron visitas de otros puntos del país. 

A principios de este año, en el marco del Plan Incluir que lleva adelante la provincia, lograron el aporte para construir los baños (hombres, mujeres y discapacitados), lo que para ellos es un paso fundamental en el camino que ya tienen trazado: sumar un salón de usos múltiples y pasar a cemento la superficie de la actual cancha de fútbol 7, para poder realizar allí otros deportes como básquet, patin, vóley, etc. La construcción de los baños es el primer gran paso para sumarle infraestructura a lo que hasta este momento era un enorme esfuerzo de vecinos y vecinas del barrio La Bajada. 

Diego Baltazar Vallejos tiene 34 años y es el presidente de la Asociación Cultural y Deportiva El Campito. Compartió escuela primaria con Leonel Messi y en el lugar, hoy recuperado, supieron jugar algún que otro picadito, con aquel chico “que llevaba la pelota a todos lados” (sin embargo, aclara que lo usaban más cuando jugaban a las escondidas y para armar casas con el resto de las podas de los árboles que ahí dejaban los vecinos). Actualmente trabaja en “la parte de depósito de un bar”, pero parte de su tiempo libre, desde hace más de una década, lo dedica al proyecto El Campito. Cuando arrancaron, eran “un grupo de chicos y chicas” de poco más de 20 años. Hoy sus hijos disfrutan del esfuerzo. Ya tienen más de 50 socios activos y unos 30 infantiles, aunque estos últimos no pagan cuota. 

“Pasaron muchas cosas, intentos de usurpación muy violentos, que estuvimos resistiendo con los chicos y logramos que no hubiera ahí un asentamiento de unas 10 casas, con 6 o 7 carros que venían a plantarse: Si en ese momento aflojábamos no hubiésemos tenido el club que ahora estamos desarrollando”, contó Diego sobre los inicios en el lugar, en Juan Manuel de Rosas y cortada La Bajada. Y agregó: “Era un lote de cuatro terrenos, se metían los ladrones y acechaban a la gente, también se convirtió en un basural porque la misma gente tiraba restos de poda”. 

“Empezamos a organizarnos, a hacer recitales, casi sin querer se desarrolló el espacio cultural y después vino todo a pasos agigantados”, resume Diego. Y recuerda: “Cuando el terreno quedó limpio hacíamos recitales folclóricos, de rock, en varias ocasiones hicimos rock solidario, para un chiquito que tenía problemas de salud, y fuimos desarrollando actividades para la niñez y demás, eso fue para el 2008, 20009”.   

Hay un evento que el actual presidente del club considera clave: “En 2018 hicimos un encuentro de muralismo, vinieron de todos lados: de Perú, de Bolivia, un contenido muy lindo. Todo se generó en el marco del barrio de Leonel Messi. A finalizar el año del encuentro de muralistas, obtuvimos el terreno, conseguimos la personería jurídica y desde ahí empezamos a crecer”. 

En 2019, El Campito recibió los terrenos de la provincia en comodato por 10 años, con la posibilidad de una renovación automática siempre y cuando se mantengan en el lugar las actividades culturales y deportivas. El proceso de formalización se completó con la creación de un estatuto y la conformación de una comisión directiva. 

“En el momento justo” 

“Estamos muy contentos todos los vecinos con la construcción de los baños que nos va a permitir un desarrollo óptimo de todas las actividades, porque hasta ahora están un poco inseguras, por decirlo de alguna manera, por no tener un lavatorio un lugar para higienizarse, que es fundamental”, explicó Diego sobre el reciente subsidio recibido de la provincia, mediante el Plan Incluir, que busca mejorar la calidad de vida en los barrios a partir de una intervención integral. 

“Nosotros soñábamos con tener el baño, porque teníamos uno muy precario hecho con cajas de PVC, de plástico, y con eso desarrollamos todas las actividades, antes de la pandemia. Después ya no pudimos hacer las actividades, ni siquiera al aire libre, porque no teníamos las condiciones en el club, y esta ayuda llegó en el momento justo para seguir el proyecto con los chicos y con las chicas”, destacó Vallejos. Y prometió que “en septiembre, octubre, cuando terminen los baños, vuelve la actividad”.

“Los baños son completos (hombre, mujer, discapacitados) con techo de loza. Miden unos 8 metros por 3 metros. El baño de mujer tiene dos inodoros, un lavatorio, un pequeño banco, el de discapacitados también completo, con los artefactos correspondientes y el de hombres tiene un inodoro, un mingitorio y un lavatorio, completo. El piso y la pared, con cerámicos”, graficó.

El futuro 

“Hacia adelante queremos tener un salón de usos múltiples (SUM), de unos 10 metros por 6 metros, acoplado a un segundo piso. La idea de ahora es concretar un proyecto a gran escala. Queremos terminar lo que es la cancha y el techado completo. También pensamos en la cancha de cemento, para poder sumar diversidad con básquet, patín, vóley y también fútbol, por supuesto”, se entusiasma Diego.

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