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Blindados

A un mes de la nueva gestión, continúa la crisis en Niñez

Trabajadores de la repartición cuestionaron la falta de recursos y de personal para atender las 130 situaciones vigentes.


A un mes de la asunción de las nuevas autoridades en la Dirección de Niñez, los trabajadores manifestaron que la situación sigue siendo crítica. A la falta de recursos y la necesidad de un servicio de protección local, se suma lo que ellos consideraron como una política de criminalización de los menores. Desde hace 15 días, tres oficiales de Policía vigilan el ingreso del edificio ubicado en Ricardone 1345, donde llegan niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad. El ingreso se permite únicamente con DNI, a través de una puerta que sólo abre desde afuera. Los empleados cuestionaron la “violencia” que la medida representa para los menores y familiares, al tiempo que denunciaron que atenta contra los principios de higiene y seguridad para el personal.

Si bien desde el gremio ATE indicaron que los episodios de violencia contra los menores disminuyeron, el pasado miércoles 7 se registró otro hecho frente a la institución. Un menor de 16 años, el mismo que según los trabajadores había sido agredido por un policía 8 días atrás, trató de ingresar a la repartición y se enfrentó con los uniformados. Según aseguraron los trabajadores, el chico estaba molesto porque no pudo comprar una serie de elementos personales (ropa e higiene) ya que la cuenta provincial no tenía fondos. Los policías no lo dejaron ingresar, lo redujeron, esposaron y llevaron detenido a la comisaría 2ª, donde salió después de unas horas.

“Evaluamos con preocupación que la política de fondo sigue siendo la misma, más allá de quién ocupe los diferentes cargos. Esto se evidencia en una política de criminalización y represión hacia los pibes. Sumado a la gran demanda y la falta de recursos”, señaló Germán Luques, delegado de ATE.

Las promesas

El pasado 18 de noviembre nuevas autoridades asumieron la Subsecretaría y la Dirección de Niñez en Rosario, luego de una severa crisis institucional que llevó a los trabajadores a protagonizar una huelga por casi 20 días. Apenas asumió como subsecretaria, Andrea Travaini destacó como pilares de su gestión el diálogo entre los equipos de trabajo y las áreas ministeriales, y el establecimiento de políticas públicas para las infancias. A un mes del recambio de titulares, los trabajadores sostienen que la crisis en Niñez sigue vigente. Este diario intentó comunicarse con las nuevas autoridades, pero no lo logró.

“No nos convocaron a ninguna reunión para sentarnos a pensar. Pedimos por escrito que nos llamen para conformar comités sobre cuestiones específicas y de fondo. La única respuesta de la directora es que toma el tema o que hace poco que está. No hay voluntad de diálogo, todo queda en una promesa”, sostuvo Laura Falbo, una de las trabajadoras de la repartición. “Los funcionarios supeditan los encuentros a que no instalemos una medida de fuerza y los gremios priorizan otras negociaciones. Nuestros reclamos tienen que ver con la salud mental del trabajador”, agregó.

El delegado de ATE, Germán Luques, acordó con el pedido y señaló: “En la medida en que no se implementen políticas de fondo acorde a los territorios va a ser difícil que se pueda dar una buena respuesta desde Niñez, sobre todo sin recursos”.

Lo que falta

El pedido por más y mejores plazas de alojamientos, aumento de personal, recursos para movilidad y caja chica sigue siendo el principal reclamo de los trabajadores.

Según explicó el delegado de ATE, los chicos asistidos por el área siguen durmiendo en hostels y almorzando en el comedor de La Toma (van directo, sin retirar ticket) por falta de alojamientos adecuados.

El trabajador pidió que se revisen las prácticas en los hogares en los que consideró se reproduce la ley del patronato. “No dan la contención necesaria, no respetan las singularidades de los jóvenes y los procesos de autonomía que el nuevo paradigma de niñez promociona. Se los sigue pensando como un número, se borra la historia y subjetividad de cada uno”, cuestionó Luques.

Tal como indicó, la repartición trabaja actualmente en 130 situaciones con niños y adolescentes. Cada una es abordada por un equipo de trabajo integrado por tres profesionales. Hay un equipo por distrito.

“Es imposible que puedan abordar tantas situaciones. Cada vez llegan más, sobre todo adolescentes, lo que da cuenta que falta trabajo desde el territorio. Hay situaciones de vulneración que el Estado no está pudiendo atender en los barrios”, advirtió Luques y sostuvo que las problemáticas más frecuentes son las vinculadas con abuso intrafamiliar y maltrato.

“No hay adultos responsables que se hagan cargo de los derechos de los niños. Cuando llegan a ser adolescentes agarran la calle y aparecen las opciones como la droga y delincuencia, porque el Estado no estuvo presente para abordar la situación familiar a tiempo. Llega tarde o represivo a los barrios”, añadió.

El delegado cuestionó la falta de implementación del servicio de protección local, un organismo que establece la ley provincial de niñez y que, a casi una década de sancionada, nunca se puso en marcha.

“Cada una de las municipalidades tiene que poner a disposición este servicio para abordar desde el territorio las situaciones. Sirve como filtro para que no todo llegue a la Dirección. Parte del desborde que tenemos tiene que ver con la falta de este servicio. En algunos municipios existe, pero en Rosario no se pudo concretar”, aseguró Luques, y señaló que los recursos provinciales están disponibles, pero desde el municipio no acuerdan en la implementación.

La seguridad que se vuelve violencia

Luego de los incidentes entre policías y adolescentes que tuvieron como saldo la detención de dos menores, los trabajadores aseguraron que los episodios de violencia disminuyeron. Sin embargo, el pasado miércoles 7 de diciembre otro enfrentamiento golpeó las puertas de la institución. Según contaron los trabajadores, se trata del mismo joven de 16 años que había sido agredido por un policía una semana atrás. Esta vez, el adolescente llegó a la puerta de la repartición molesto tras no haber podido comprar elementos personales por falta de fondos en la cuenta de la Dirección de Niñez. “Le prometieron comprar ropa, shampoo y otros elementos. Se le dio un listado para que vaya a comprar a un local donde hay un convenio, sin manejar dinero. Hizo las compras, llegó a la caja y le dijeron que la cuenta no tenía fondos. Tuvo que devolver todo. Vino enojado a la Dirección, quiso entrar, pero no le permitieron el ingreso”, explicó Luques. Según relató, el menor fue detenido por los tres policías que custodian el ingreso para llevarlo luego a la comisaría 2ª donde permaneció unas horas.

“No salió ningún funcionario a evitar que lo detuvieran. Le iniciaron una causa. Tiene 16 años y quedó tildado por el sistema. Esas son las respuestas: más represión, violencia y blindaje”, sostuvo la trabajadora, Laura Falbo.

Los empleados denunciaron que la presencia policial en la puerta no sólo representa una situación violenta para los menores y sus familiares, sino que atenta contra las disposiciones de higiene y seguridad. La puerta se abre desde afuera, por lo que los trabajadores deben pedir a los uniformados que los dejen salir.

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