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A su manera, Venezuela y Colombia buscan dialogar

Caracas presentará una “propuesta de paz” para la región y Bogotá reclama “encontrar soluciones”.

Venezuela y Colombia expusieron ayer sus puntos de vista de cara a la cumbre de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) de mañana. Así, Caracas presentará una “propuesta de paz” para la región y Bogotá un reclamo para que la reunión sirva “más que para continuar las discusiones, para encontrar soluciones”.

En este marco, el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, emprendió una carrera contrarreloj y en 48 horas visitó cinco países para mostrar el plan de paz de su gobierno y reiteró que la ruptura de relaciones podría tener marcha atrás si el futuro gobierno colombiano cambia su estrategia.

“Si el próximo gobierno de Colombia produce una rectificación a fondo y entra en una onda de respeto absoluto al gobierno venezolano, estamos seguros que podremos construir un nuevo camino”, remarcó Maduro en Buenos Aires, tras reunirse con la presidenta Cristiana Fernández.

Y agregó: “Queremos informar a los gobiernos del continente sobre este problema y sobre la necesidad de un plan para consolidar la paz en la región”.

Del lado de Colombia, le tocó primero al presidente  saliente Álvaro Uribe salir a sentar posición, al reiterar la demanda del país en favor de “cumplir las normas internacionales, que nosotros cumplimos: luchar contra el terrorismo y no albergarlo en parte alguna”.

Aunque no mencionó puntualmente a Venezuela, la frase pareció dirigida a ratificar las acusaciones que dieron origen a la ruptura de las relaciones: la convicción de Bogotá de que guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) se esconden en el sur venezolano con la anuencia de Caracas.

En este sentido, la Casa de Nariño dice tener pruebas de su denuncia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), en una sesión del Consejo Permanente que se desarrolló en Washington casi simultáneamente con el anuncio de Hugo Chávez, en Caracas, de la ruptura “por una cuestión de dignidad.

En rigor, las relaciones entre países vecinos que comparten una frontera de 22 kilómetros estaba congeladas desde el 28 de julio del año pasado –hoy se cumplirá exactamente un año –por el acuerdo Bogotá-Washington para el uso de bases militares, que Caracas rechazó.

En la polémica volvió a terciar Ecuador, que manifestó, a través de su viceministro de Relaciones Exteriores, Kitto Lucas, su deseo de que la cumbre de cancilleres de mañana “abra una puerta de solución” y resaltó que, pese las diferencias, “Unasur fue un ámbito de encuentro de los gobiernos y países” de la región.

Al cruce de declaraciones se sumaron más opiniones de certezas de que, con la asunción de Juan Manuel Santos en Colombia, el panorama puede variar. Ahora fue el canciller paraguayo, Héctor Lacognata, el que consideró que el cambio de autoridades “permitirá mejorar las condiciones para un entendimiento” bilateral.

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