En las décadas del 50 y el 60 del siglo pasado el Estadio Norte fue un templo del box, cuando en Rosario los guantes competían en popularidad con la número cinco y la esquina de avenida Alberdi y José Ingenieros era referencia nacional de los cuadriláteros. Cerró sus puertas en 1967. Dos años después, su planta baja dio paso a una galería comercial y arriba se instalaron algunas oficinas. El segundo piso, en cambio, no volvió a tener una ocupación fija. Hasta ahora: la Asociación Civil Sembrando Futuro ya firmó el boleto de compra-venta de esa superficie de 1.500 metros cuadrados para allí, donde en los viejos tiempos se midieron a trompadas el Mono Gatica, Ringo Bonavena y Nicolino Loche, iniciar una pelea distinta con rivales, eso sí, de categoría peso pesado: la situación de marginalidad que le clausura el horizonte a muchos jóvenes y las redes de narcocriminalidad que los captan como carne de cañón, haciéndolos víctimas y victimarios en un escenario de creciente violencia.
El proyecto lleva por nombre “Centrípeta” y es ambicioso, admiten sus impulsores: una radio FM que ya tiene frecuencia tramitada, un taller de diseño textil, emprendimientos gastronómicos, cooperativa de consumo y capacitación en oficios con –enfatizan– salida laboral inmediata, entre muchas otras iniciativas que contemplan hasta una sala de ensayo para grupos musicales.
Sembrando Futuro nació cuando precisamente muchos argentinos empezaban a creer que no lo había, en 2001. Fue una de las tantas iniciativas sociales que intentaron hacerse cargo en parte de las ruinas que dejó la crisis económica y política al cabo del gobierno de Fernando de la Rúa. Lo que ya fue bautizado como “Multiespacio Norte”, en pleno barrio Arroyito, comenzará a funcionar el mes próximo en una realidad diferente a la que dio origen a la asociación, pero con nuevos desafíos que en Rosario, en particular, remiten a una economía ilegal de avance acelerado: el narcotráfico. “Pelearle” mil adolescentes a las redes delictivas es uno de los lemas del colectivo que preside Rubén Cordera y que este miércoles se reunirá para elegir la junta promotora responsable de impulsar las actividades. El ex concejal Edgardo Falcón es su coordinador general, y es quien insiste en aclarar que el proyecto está abierto a todas las miradas, vertientes políticas y organizaciones sociales que quieran participar con voluntad e ideas pero priorizando las coincidencias.
Aún queda una parte de las tribunas de lo que fuera el Estadio en el segundo piso de Alberdi y José Ingenieros. Y hay un mural que pintó hace un tiempo el dibujante rosarino por adopción Cheché (Sergio López Castillo). Este fin de semana hubo limpieza general, y el miércoles próximo será la reunión para elegir a los referentes del programa Centrípeta.
Irónico, Falcón enumera entre los proyectos que funcionarán en ese espacio de Arroyito al “multimedios”: los estudios de la FM La Rosarina –en la frecuencia 94.3–, la página de noticias AN Rosario, la revista Soy Canaya (ver aparte) y su página web, más el periódico Rosagasario, sin cerrar la lista a cualquier otra iniciativa.
También está previsto que allí se instale la sede de una cooperativa de consumo destinada a realizar compras comunitarias de frutas, verduras y alimentos no perecederos a través de convenios ya sondeados con el mercado de productores y supermercados mayoristas de la ciudad. Otro de los ejes es el de las cooperativas de trabajo en los rubros de construcción, plomería, y electricidad, junto a mutuales asociadas que ofrezcan los servicios a las asociaciones comerciales e industriales de la zona.
Falcón recalca el interés puesto en que las capacitaciones, que también se ofrecerán en el multiespacio, deriven en la posibilidad inmediata de trabajo para que no queden en mero pasatiempo.
Ya hay un convenio sellado con la cooperativa de flores de calle Callao y un herrero hará las estanterías para montar puestos de venta. Otro, volcado a la electricidad, echó mano a motores de lavarropa usados para armar máquinas de “copos de nieve”. Varias mujeres que trabajan en su casa para empresas textiles se constituirán en una cooperativa que les permitirá negociar mejores condiciones con sus grandes clientes y, además, generar una marca propia de indumentaria desde el propio multiespacio. Son otros ejemplos de lo que ya está en marcha.
En paralelo, se establecieron contactos con empresas locales para que se transformen en padrinos del programa. Y se lanzó el llamado a otros padrinos, individuales, para que hagan acompañamiento y seguimiento laboral de los jóvenes que se acerquen.
Un auto para arrancar
La apuesta, que también cobijará expresiones culturales de diferentes disciplinas, es fuerte y el costo económico del arranque también. Por eso, y para financiar la compra del local, la asociación lanzó una rifa cuyo primer premio, a sortearse en abril de 2015, es un automóvil cero kilómetro. Son mil números, cada uno de los cuales se puede pagar en 12 cuotas de 150 pesos. “Una posibilidad en mil de ganar un auto y la certeza de ganarle un joven al narcotráfico”, lanzaron la consigna del bono contribución que, además, prevé sorteos mensuales.
Una vez puesto en marcha y ocupado el piso del Estadio Norte, la idea es también que se declare patrimonio histórico, cultural y deportivo para preservarlo.
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