Enrique Genovar
Mal aperitivo. Central quedó en deuda en el partido previo al juego más importante que le queda en la Superliga. El equipo de Edgardo Bauza mostró los mismos problemas de siempre a la hora de jugar. Le costó imponer condiciones y repartió puntos ante un rival que, con poco, logró lo que llegó a buscar: sumar.
La imagen que dio el Canalla fue la que tiene desde casi el comienzo del torneo. Un equipo predecible, lento y que cuesta saber cuál es la idea que tiene de juego. Y eso repercute a la hora de generar opciones de gol.
Central juega mal desde hace rato y anoche dejó en claro que no hay aptitudes futbolísticas para mejorar. El equipo del Patón disputó otro mal primer tiempo, y si bien en el complemento llegó más cerca del arco rival lo hizo con empuje y nada de fútbol.
Otra mala actuación. Y esta llega justo en la previa al juego más importante que le queda en torneo local: el Clásico. Mientras tanto continúa rifando puntos y el promedio enflaquece cada vez más.
Encima, a este presente se le agregan el tema de las lesiones, algo que ya le ocurrió en el primer semestre. Anoche fue Jonás Aguirre el que salió lesionado y lo hizo solamente con un par de puñados en cancha. Ante Aldosivi, Bauza no pudo contar con Diego Becker y con Germán Herrera por distintos inconvenientes musculares. Esta situación, en un equipo al que le cuesta hilvanar una idea de juego termina haciendo mella ante la posibilidad de buscar el once ideal.
El presente futbolístico del Canalla preocupa. La obtención de la Copa Argentina lo maquilla, pero este Central juega mal desde hace rato y no hay mejoras a la vista. Seguramente el domingo tendrá un punto de inflexión, pero la imagen que dejó el equipo no hizo más que estirar la noche de los canallas que se dieron cita en el Gigante y se fueron preguntando: ¿A qué juega Central?
Comentarios