El ministro de Educación porteño, Abel Posse, acusó hoy a los gremios docentes de tener una “mala voluntad política” para aceptar el diálogo que él propone y aseguró que no piensa renunciar, pese a los insistentes reclamos de las asociaciones de educadores y varias organizaciones sociales.
“En este momento estoy ante el muro del irracionalismo”, alertó el funcionario, en réplica a las críticas de la dirigencia sindical docente, que ayer organizó una protesta en su contra frente a la Jefatura de Gobierno porteño, y se quejó de que la “razón politiquera se impone sobre la razón escolar”.
Posse también apuntó contra el Gobierno Nacional: “Quedo apretado como en una tierra de nadie, en una guerra de dos gobiernos: el nacional, que quiere cercenar todas posibilidades creativas del gobierno de la ciudad de Buenos Aires”, reprochó.
Por su lado, la agrupación Nueva Comuna continuará esta mañana con la recolección de firmas para peticionar la renuncia del actual ministro de educación porteño.
Nueva Comuna instalará, desde las 11, mesas en la esquina de la avenida Corrientes y Scalabrini Ortiz, donde recolectará firmas “para lograr la renuncia de tan vergonzoso Ministro de Educación: Abel Posse”, informaron en un comunicado de prensa.
Los organizadores anunciaron la presencia de la legisladora Gabriela Alegre, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires; el legislador Franscisco “Tito” Nenna; Juan Cruz Noce, referente de Nueva Comuna, legisladores de la oposición y referentes sociales de la Ciudad.
En el comunicado explican que “Abel Posse no cuenta con ningún tipo de conocimiento o experiencia que le permita ejercer idóneamente su cargo como Ministro de Educación, no se justifica desde ninguna manera semejante designación”.
Y recuerdan que el ministro Posse “reivindica el accionar genocida de la última dictadura, argumenta en contra de los juicios a los represores y cualquier acción pedagógica que garantice la defensa de la democracia en nuestra sociedad”.
Para Nueva Comuna “las mejores y únicas herramientas educativas de Abel Posse son: la represión, la discriminación, violación de derechos, concepciones contrarias a la igualdad de género, entre otras”.
El comunicado concluye expresando que “con estas condiciones no existe proyecto educativo posible, sólo se puede ayudar en la fragmentación social, destrucción del espacio público y la Escuela, la violación de los derechos de los docentes, pérdida del rol social y cultural de la educación, abandono de cualquier acción de crecimiento, individual, social o comunitario”.
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