Eran casi las 20 de este domingo cuando un cabo de cuartos abrió la puerta para sacar elementos de limpieza del penal 2 de la comisaría 5ª. A unos metros tenía otro uniformado de refuerzo pero no pudo prever que un preso lo iba a sorprender a palazos. Detrás, un grupo de reclusos hacía fuerza para salir mientras le tiraban todo lo encontraban a mano. El refuerzo ayudó al cabo para cerrar la puerta de la celda y así evitar otra evasión masiva de la seccional de Italia al 2100.
Para ese momento, cinco de los presos se habían colado, corrieron, treparon a los techos y ganaron la calle tras descolgarse del tapial que da a un estacionamiento de calle Riobamba. Una oficial de guardia avisó por radio y cuatro de los internos fueron recapturados por otras patrullas en un radio de 15 cuadras.
El revuelo fue grande y un vecino se cruzó con el operativo tras la evasión. Según contó el testigo a El Ciudadano, fue cuando luego de guardar el auto se topó con un policía que venía caminando y le dijo que se había fugado un preso. Sin embargo, aseguró que vio a varias personas descolgarse desde un tapial. Luego se corroboraría esa versión.
Aún buscan al quinto, quien estaba en prisión preventiva por tentativa de robo, describió en conferencia de prensa este lunes a media mañana Daniel Acosta, el jefe de Policía de la Unidad Regional II (URII) del departamento Rosario.
Tras aclarar que hay en curso una investigación penal y otra administrativa para determinar responsabilidades, Acosta reiteró la superpoblación como factor predominante en la facilidad para el escape que tiene la seccional de barrio Abasto.
Esto en el contexto de que hace 40 días casi una docena de reclusos de los 70 que había, se evadieron aunque en esa oportunidad los policías se dieron cuenta recién a la mañana siguiente y la Fiscalía investiga a cuatro uniformados por acción u omisión. Aún restan recapturar a cinco de ellos.
Se escapó con otros 11 presos, se arrepintió y volvió: y ahí recién la Policía se enteró de la fuga
Dicha comisaría tiene dos penales con 12 cupos cada una, 24 en total, y en esta oportunidad había alojados 55 presos.
El jefe de la URII dijo que el cabo de cuartos fue golpeado en el tórax y en la cabeza, que está bien y el elemento que usaron fue justamente uno de los escobillones que había ido a retirar junto a los productos de limpieza.
A su vez, sobre las características de los que intentaron evadirse indicó que todos tenían antecedentes menores como tentativa de robo o encubrimiento. “No están condenados, están imputados”, aclaró Acosta para remarcar que habían logrado reducir la población carcelaria desde el 20 de mayo cuando se produjo la fuga anterior de 70 a 55 pero el colapso del sistema más la proactividad de la policía en las detenciones hizo que se vuelvan a complicar las comisarías.
En tanto, señaló que están solicitados trasladados y que también están evaluando cómo reforzar a la dependencia para evitar estas evasiones. “Varía pero en cada turno hay unos ocho empleados policiales pero que desempeñan distintas funciones. Hay una investigación penal abierta y una administrativa para determinar el accionar de los uniformados respecto a este caso”, explicó al responder si era suficiente sólo dos policías para entrar a una celda que está colapsada al menos en el doble de su capacidad.
La Fiscalía investiga a cuatro uniformados por la evasión de la comisaría 5ª