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A los golpes en un cabaret

El propietario de un periódico y el dueño de un multiventas protagonizaron una pelea en el interior de un local nocturno que terminó con personas hospitalizadas por haber sido rociadas con gas pimienta.

Una pelea entre el propietario de un periódico, el dueño de dos radios y el responsable de un multiventas en un conocido cabaret ubicado al norte de la ciudad de San Lorenzo terminó con al menos dos personas en el hospital por haber sido atacados con gas pimienta y una denuncia en una comisaría. El hecho, ocurrido anteayer a la madrugada, es el último episodio de un derrotero de problemas entre dos hombres que comenzaron hace una década e incluyen desde acusaciones en los medios de prensa locales hasta presentaciones judiciales.

El último encontronazo entre César R., y Octavio G., se produjo en la madrugada del miércoles, en el interior de la cantina Popeye, ubicada en la esquina de avenida San Martín y Oroño, del barrio Díaz Vélez, al norte de San Lorenzo, en la denominada zona roja.

En ese lugar estaban César R., propietario de un reconocido periódico local, su hijo y el dueño de dos radios FM, conversando con un empresario rosarino que tenía intenciones de montar en la ciudad donde San Martín comenzó a gestar la independencia del país un cabaret similar al que posee en barrio Pichincha.

Según voceros, cuando los empresarios estaban en plena charla llegó al lugar el responsable de un multiventas y actual concesionario del bufet del club Sarmiento, ubicado dos cuadras al norte de la cantina y cabaret, junto a su hijo, con intenciones de “dialogar” con César.

Aunque otra versión sostiene que alguien que estaba presente en la cantina lo llamó para avisarle que estaba junto a otros empresarios y que querían “armar algo para la noche sanlorencina”. Siempre según este dato, Octavio habría llegado con una cámara fotográfica, con la intención de captar imágenes de la reunión.

No se sabe aún cuales fueron los motivos ni si alguien le avisó, pero lo cierto es que apenas ingresó al lugar y luego de saludar a varios parroquianos, Octavio se acercó hasta la mesa del hombre con quien está enemistado y comenzó una discusión entre ambos que poco a poco fue subiendo de tono.

Al cabo de unos minutos, nadie prestaba atención a otra cosa que no sea la pelea entre los hombres, hasta que en un momento Octavio sacó una foto de su rival y sus circunstanciales acompañantes, hecho que habría generado la inmediata reacción del dueño del periódico, según refirió el dueño del multiventas.

Octavio dijo que en un momento varios clientes y los empleados de la cantina intentaron mediar en la pelea, hasta que el empresario intentó romper la cámara de fotos. “Ahí alguien usó el gas pimienta, pero no fui yo”, aclaró. A raíz de este último hecho, los empresarios mediáticos y el hijo de uno de ellos debieron ser trasladados hasta el hospital Granaderos a Caballo, donde permanecieron un par de horas.

Voceros de la URXVII indicaron que hasta anoche el único que había radicado una denuncia policial por el hecho era Octavio G., quien acusó al propietario del periódico por agresión y amenazas con un arma de fuego.

Denuncias cruzadas

La mala relación entre Octavio y César comenzó hace más de una década y si bien hoy nadie en  la ciudad recuerda qué fue el detonante, mencionan que esas diferencias, al parecer irreconciliables, los llevaron a cruzar denuncias en sedes policiales y judiciales, ya sea por amenazas o intento de extorsión.

 Una menor en el cabaret

En octubre del año pasado, la cantina y cabaret Popeye fue allanada por personal de Gendarmería Nacional luego que una denuncia anónima alertara sobre la posible explotación sexual de menores. Durante el operativo, dispuesto por el juez federal Nº Marcelo Bailaque, fueron halladas una adolescente de 16 años que trabajaba en el lugar como “copera” y varias mujeres de nacionalidad paraguaya sin ningún tipo de documentación. Además fue detenido el dueño del lugar, que se presentó como ex comisario de la Policía santafesina y se procedió a la clausura del local.

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