Espectáculos

Triste despedida

A los 82 años, murió el realizador estadounidense Peter Bogdanovich

Una noticia muy triste enlutó la tarde de este jueves para los amantes del cine una vez conocida la noticia del fallecimiento del destacado realizador norteamericano, director de películas como "¡Qué me pasa doctor!", "Nickelodeon", "Todos rieron" o la emblemática "The last picture show"


Una noticia muy triste enlutó la tarde de este jueves para los amantes del cine: murió el destacado realizador norteamericano Peter Bogdanovich, director de películas como ¡Qué me pasa doctor!, Nickelodeon, Todos rieron o Esa cosa llamada amor. El deceso del cineasta de 82 años se produjo en la madrugada de este mismo jueves por causas naturales en su casa de Los Ángeles, según informó su hija Antonia Bogdanovich a The Hollywood Reporter.
Considerado como el primer gran crítico de cine norteamericano que se pasó al lado de la creación artística, Bogdanovich, que había nacido en Kingston, Nueva York, en 1939, es dueño de una de las trayectorias profesionales más extrañas de la historia del cine. El ascenso y caída de un mito, estructura natural de muchas de las películas clásicas que tanto le gustaban, podría aplicarse perfectamente a su persona.

 

Comenzó su carrera con grandes éxitos, pero luego no consiguió apenas repercusión popular. El héroe anda suelto (1968), The last picture show (1971), ¡Qué me pasa, doctor! (1972) y Luna de papel (1973) fueron grandes éxitos de crítica y público, con trece candidaturas a los premios Oscar, pero a partir de allí se acabó su presencia mediática.

Su referida película The Last Picture Show, de 1971, es la más aclamada por la crítica hasta la fecha. Como crítico cinematográfico, entrevistó a docenas de directores, incluido a Orson Welles, algo que más tarde llevó al formato libro.
Su carrera sufrió con los años una serie de altibajos hasta llegar a la magnífica Texasville (1990), secuela de su The Last Picture Show, que supuso cierta decepción para la crítica y el público, no sin matices. Pero con los años, al disponerse de una buena versión en DVD, se ve que es una obra bien meditada, de gran hondura psicológica y con una gran inteligencia a la hora de abordar a los mismos actores de aquél clásico veinte años después.

En 1992 dirigió otra película para el cine dado que también produjo para la televisión. Se trató de ¡Qué ruina de función!, una comedia de moderado éxito, pero su fracaso lo apartó de la gran pantalla hasta el 2001.

Entonces estrenó The Cat’s Meow. De nuevo volvía al tema del pasado, esta vez al supuesto asesinato del director Thomas Ince por el magnate William Randolph Hearst (el auténtico Ciudadano Kane, objetivo de Orson Welles en su película homónima).

The Cat’s Meow (El maullido del gato) fue otro modesto éxito de crítica pero un importante fracaso en la taquilla.

El Festival Internacional de Cine de Venecia de 2014, después de años inactivos para el cine, recibió muy bien su regreso con la comedia She’s Funny That Way, anteúltima producción de su singular filmografía que cerró en 2018 con The Great Buster.

Comentarios