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A juicio por matar a vecino

El imputado es un joven que en julio del año pasado golpeó con un bate de béisbol en la cabeza a Luis Moyano, alias garabato, luego de que éste intentara abusar sexualmente de su madre.


Garabato, como era conocido Luis Antonio Moyano en la zona de Parque Casas, falleció hace casi un año tras ser golpeado con un bate de béisbol en la cabeza. Tenía 29 años y cayó con el cráneo destrozado en una zanja, lesión que le causó la muerte días después. Su agresor, un vecino ocho años menor, explicó más tarde que la víctima había ingresado a su vivienda y quiso abusar de su madre, razón por la cual lo persiguió hasta la vereda y lo golpeó. Por ese hecho, irá a juicio Fabio Eugenio B., quien fue procesado por el delito de homicidio preterintencional, dado que el juez entendió que no estaba en los planes del muchacho terminar con la vida de Garabato.

El hecho ocurrió el 3 de julio de 2011 a metros de un domicilio ubicado en Anchoris y Washington donde dormía una mujer de 38 años junto a sus hijos de 8 y 21. Según el relato de Liliana Inés G., cerca de las 6.30 estaba dormida junto a su hijo menor en una habitación cuando fue sorprendida por un hombre que se recostó a su lado y luego se subió sobre su cuerpo y le dijo que le iba “a hacer el amor”, al tiempo que le “apretaba los pechos con las manos”.

En un forcejeo, la mujer logró tirar de la cama al intruso y llamar a su hijo Fabio que descansaba en otra habitación. Liliana relató que mientras el desconocido corrió y se fugó por una puerta balcón, su hijo fue detrás y una vez en la vereda lo golpeó en la cabeza con un bate de béisbol, ya que el fugitivo hizo ademanes de sacar algo de entre sus ropas.

La versión que brindó su hijo fue similar. Dijo que los gritos de su madre lo levantaron de la cama y sintió ruidos de una persona que escapaba de la casa, a la que no alcanzó a ver. No obstante, el muchacho salió a la vereda y se topó con Garabato, un joven que conocía tanto él como su familia porque era la persona que la dueña de la propiedad que alquilaban enviaba para hacer refacciones. El joven dijo que Garabato lo amenazó con un cuchillo y él se asustó y lo golpeó con el bate. En su defensa, Fabio dijo: “Jamás lo quise matar”.

Un vecino que paseaba los perros y tuvo vista privilegiada de la escena declaró que vio a Garabato arrojar piedras al auto de Fabio y que no vio cuando el muchacho lo golpeó con el bate pero sí escuchó “un ruido feo” al que definió como una “explosión” y luego observó caer al hombre en la zanja.

Por eso le avisó a la concubina del hombre herido que cuando fue a asistir a Garabato se topó con Fabio, quien todavía tenía el bate en la mano y le advirtió: “La próxima vez que intente meterse en mi casa te lo mato”.

La amenaza propinada por el joven fue una de las valoraciones que tuvo en cuenta el juez de Instrucción Juan Carlos Vienna para entender que las intenciones del muchacho no eran darle muerte a Garabato.

En ese sentido el juez destaca en sus argumentos que el muchacho salió “en defensa de su madre” que había sido “agredida ilegítimamente”.

Para el magistrado, el medio empleado fue racional, según contextualizó los hechos: El joven dormía, los despertaron los gritos de su madre a quien creyó violada y al salir en persecución se encontró con un vecino que le mostró un cuchillo (o según los dichos de su madre que hizo ademanes de sacar algo).

No obstante, el accionar no se enmarca en una legítima defensa pero sí en un homicidio atenuado. Por ello, el juez Vienna procesó a Fabio por el delito de homicidio preterintencional y mantuvo su detención domiciliaria, además de trabar un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de cien mil pesos.

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