Este miércoles se cumplen cuatro años de la tragedia de Monticas, el choque frontal entre dos colectivos de la misma empresa en el kilómetro 779 de la ruta 33, entre Pérez y Zavalla, que terminó con la vida de 13 personas y dejó más de 30 heridos. Los homenajes, en el mismo sitio del siniestro y en la terminal de ómnibus de Casilda.
Desde las 11 se desarrolló una concentración en la ruta y en paralelo otra en Casilda, en este caso convocada por la ONG Prohibido Olvidar. Allí hubo colocación de velas y flores en recuerdo de las víctimas fatales. Poco antes, a las 10.54, hora del siniestro, sonó la sirena de los Bomberos.
El choque fue en 2017. El gobierno provincial, encabezado entonces por Miguel Lifschitz, le quitó la concesión a la empresa Monticas sobre la ruta 33. La firma ya era objeto de fuertes críticas y varias denuncias por el mal estado de los coches y un déficit de mantenimiento que abonaba riesgos de seguridad en la ruta.
Un año después del siniestro, fueron imputados cinco directivos de Monticas en la causa penal que lleva adelante el fiscal Walter Jurado. A todos ellos, la acusación los considera coautores del delito de homicidio culposo agravado por multiplicidad de víctimas fatales, en concurso ideal con lesiones leves, graves y gravísimas.
En octubre de 2020, la Justicia provincial ordenó que la aseguradora continúe cubriendo los cuidados médicos de María Belén Genga, una sobreviviente que quedó en estado vegetativo.
El siniestro derivó provocó en la caducidad de la concesión a la empresa Monticas y otras colaterales como Metropolitana y Las Rosas que, en conjunto, ostentaban un casi monopolio del transporte de media distancia en Santa Fe.
Denuncian que coches de Monticas siguen circulando bajo otro nombre
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