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A cinco años, aún hay consecuencias del Tsunami

El mayor desastre natural de la historia moderna cumple hoy un nuevo aniversario y el dolor aún permanece intacto. Más de 226.000 personas murieron y los cadáveres de 338 víctimas todavía no fueron identificadas.

Las rutas, edificios, viviendas e infraestructuras fueron reconstruidos. Se instalaron nuevos centros de alerta y torres de vigilancia se erigen actualmente en la costa.

Cinco años después del gran tsunami del Índico, el mayor desastre natural de la historia moderna, el teléfono del Centro de Identificación de Víctimas de Tailandia sigue sonando. «¿Alguna noticia?» es la pregunta de padres que buscan a sus hijos, hijos que buscan a sus madres, amigos que no han olvidado a los miles de desaparecidos aquel 26 de diciembre de 2004, según el diario español El Mundo.

Los cadáveres de 338 víctimas no identificadas en Tailandia yacen en el cementerio Bang Maruan de Phang Nga, la región más afectada en este país del sureste asiático. Las víctimas anónimas fueron enterradas tratando de preservar los cadáveres, en caso de que en el futuro puedan ser identificadas y reclamadas por sus familias.

Hasta que ese día llegue, una etiqueta con un simple número recuerda que murieron el día que el mar se volvió contra su gente.

Flores para recordar la enorme ola | elmundo.es
Flores para recordar la enorme ola | elmundo.es

El lugar, marcado con un monumento en forma de ola en honor de las víctimas anónimas del tsunami, se convirtió en el símbolo de lo que las donaciones y los trabajos de reconstrucción no pudieron ni podrán hacer: devolver la vida a las 226.000 personas de 13 países que fallecieron ahogadas.

Cerca de 10.000 millones en ayuda después, en la que fue la mayor operación solidaria de la historia, ciudades que habían sido borradas del mapa vuelven a erigirse junto a la costa de Aceh en Indonesia, pescadores tailandeses cuentan con nuevas flotas de barcos y el turismo regresó a las Maldivas o Sri Lanka.

Sólo en Aceh, el epicentro de la tragedia, instituciones, ONG y Gobierno construyeron 150.000 nuevas viviendas, 3.800 mezquitas y 1.800 escuelas.

Tailandia representa a la vez la respuesta optimista y pesimista. Más de 8.000 personas perdieron la vida en sus costas, incluidos 2.200 extranjeros que se encontraban de vacaciones en el país.

Las cicatrices de lo ocurrido han desaparecido en los principales destinos veraniegos de Phuket, Phi Phi o Khao Lak.

Pero la escena es diferente en pequeñas aldeas de pescadores como Ban Nam Khem. La mitad de los 5.000 habitantes de este pueblo costero murió en el tsunami. El legado del maremoto fue la transformación de la comunidad más allá de su geografía: sus gentes, que durante siglos habían vivido del mar, ahora lo resienten y temen.

Las casas y restaurantes que adornaban la costa de Ban Nam Khem fueron sustituidos por un monumento en honor a las víctimas y un pequeño museo con las fotografías de los trabajos de reconstrucción.

Un reciente estudio realizado por investigadores tailandeses y japoneses en cerca de 3.000 sobrevivientes del tsunami muestra que, cinco años después, la mitad padecen estrés postraumático o depresión.

Fuente: Télam

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