Sociedad

Primer enfrentamiento de José de San Martín

A 210 años del combate de San Lorenzo, bautismo de fuego de San Martín en la guerra revolucionaria

Los historiadores consultados resaltaron la figura del Padre de la Patria como "ávido formador de fuerzas militares" e invitan a analizar la historia social de la guerra


La Batalla de San Lorenzo, combate del que se cumplen 210 años este viernes, fue el primer enfrentamiento de José de San Martín en el actual territorio argentino, evento que evidencia su figura como “ávido formador de fuerzas militares” a la vez que “invita a pensar la historia social de la guerra”, remarcaron historiadores consultados por Télam.

El combate de San Lorenzo tuvo lugar el 3 de febrero de 1813, en las proximidades del convento franciscano de San Carlos, situado en la ciudad de San Lorenzo, actual provincia de Santa Fe.

Allí se enfrentaron por un lado las Provincias Unidas del Río de la Plata, representadas por el Regimiento de Granaderos a Caballo, al mando de su creador, el entonces coronel José de San Martín; y por el otro, los realistas de Montevideo, encabezado por el capitán Antonio de Zabala.

Entre sus causas se encuentran la designación de Montevideo como capital provisoria del Virreinato del Río de la Plata por el consejo de regencia español, y su posicionamiento como uno de los principales centros de resistencia militar de la metrópoli en América del Sur.

“Este es un acontecimiento sensible en cuanto a la participación de San Martín y su trayectoria posterior, donde tuvo un rol importante en los acontecimientos que derivaron en la independencia de Sudamérica y la constitución de lo que fueron los Estados Nacionales”, explicó a Télam Ignacio Martínez, historiador e investigador asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en la Universidad Nacional de Rosario.

Así, el historiador mencionó que el combate duró 15 minutos y no representó una “gran dificultad”, pero la particularidad es que “fue el bautismo de fuego de San Martín en la guerra revolucionaria y el único combate que libró en el actual territorio argentino”, ya que el resto de las batallas se dieron luego del otro lado de la Cordillera de los Andes.

En el plano militar el combate fue “más allá del enfrentamiento” y supuso disciplina y cultura militar, donde se probó que San Martín “era un ávido reclutador y formador de fuerzas militares”, expresó Martínez.

En sintonía con Martínez, el historiador argentino e investigador independiente del Conicet, Gabriel Di Meglio, dijo a esta agencia: “Fue una figura fundamental por su papel militar y mirada política. Era un oficial que había peleado en la guerra moderna contra Napoleón, para el ejército español y por eso conocía las técnicas más novedosas de combate, por eso al llegar a Buenos Aires, siendo un desconocido le encargan crear un cuerpo militar de élite, ya que tenía un entrenamiento militar que escaseaba en el Río de la Plata”.

Para Di Meglio este combate adquirió gran importancia histórica por la figura de José de San Martín.

“Como hecho militar fue un suceso menor, a diferencia de las batallas de Tucumán o Maipú, pero fue la primera acción de armas protagonizada por San Martín en nuestro territorio, además del bautismo de fuego de los Granaderos a Caballo”, reconoció.

Y agregó: “En vida fue respetado y post mortem fue elevado a la gran figura nacional. En cualquier plaza de cualquier pueblo del país tiene al general situado en el medio. Eso habla del peso de su figura. Por eso San Lorenzo como varios otros episodios que protagonizó tienen un peso más grande”.

Con respecto a curiosidades del combate, Di Meglio aludió a que hay quienes mencionan que el granadero Juan Bautista Cabral, quien murió en este enfrentamiento armado tras asistir a San Martín cuando su caballo había caído, era de tez de piel negra.

“Cabral figura en los registros como trigueño, y el color trigo es color marrón, es decir, cualquier persona morocha, pero no hay manera de saberlo exactamente”, señaló.

Por otro lado, Martínez se refirió a la “leyenda” de la última declaración de Cabral antes de morir.

“Cuando es asesinado al defender a San Martín dijo ‘muero contento hemos derrotado al enemigo’, pero en el sastre del general dice que ‘murió por la patria’. Tampoco sabemos si lo que dijo San Martín era cierto porque los líderes militares trataban de insuflar la guerra en las tropas, ya que no sabían bien porque estaban luchando. Había que generar héroes y figuras gloriosas, y decir que se ‘muere dándolo todo por la patria’ era parte de la disciplina y el entusiasmo militar”, apuntó el historiador.

En tanto, para Martínez “hay una historia social de la guerra”, que invita a pensar más allá de la figura del héroe, porque toda la sociedad es protagonista de ella.

“Cada vez que volvemos a hacer lecturas del combate de San Lorenzo se reflejan preocupaciones del presente que mira la historia. Por ejemplo, la pregunta por si Cabral era afrodescendiente o mestizo, porque siempre lo imaginamos blanco, no es un descubrimiento histórico, pero ahora tiene más importancia decirlo, porque se vuelve en el protagonismo de las minorías”, mencionó.

Otro caso que citó es la participación de los esclavos en la guerra, que comienzan a ser incorporados en el ejército y “esto hace que los historiadores volvamos a los archivos a buscar eso, porque el combate dice mucho del pasado pero también del presente”, concluyó.

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