Guillermo Vilas, el tenista más importante en la historia argentino y considerado por muchos expertos como uno de los más influyentes a nivel mundial, está pasando un duro presente. El Gran Willy, el talentosísimo jugador, el de la vincha y el pelo largo, el Playboy y artista, se encuentra a sus 67 años en una delicada situación de salud debido a una patología coincidente con un deterioro cognitivo, lo cual se le viene manifestando hace años.
El deportista que marcó un antes y un después en nuestro país está “contenido” por su familia en Mónaco y su estado de salud se mantiene bajo llave: lo poco que se sabe surge de los posteos en el Instagram de Phian, la esposa de Guillermo. Pero los rumores son cada vez más funestos.
La enfermedad fue apareciendo de a poco y solamente los más cercanos lograron detectar las señales de que algo no andaba bien. El único que lo hizo público sin pelos en la lengua fue Tito Vázquez, quien en una entrevista de marzo del 2018 le dijo al programa Era por abajo: “Nadie lo dice pero creo que él tiene un principio de Alzheimer. Y, según tengo entendido por gente que me ha hablado, lo han visto bastante mal, pobre”.
Guillermo Salatino, reconocido periodista e íntimo amigo de Vilas, también salió a brindar su opinión: “Hace tres o cuatro años que sabemos que Guillermo está mal. Pero cuando yo me entero las cosas de forma personal… Si llego a hacer un libro de lo que sé de Vilas, Sabatini, Clerc o Nalbandian hago un best seller, te puedo asegurar. Pero prefiero ser amigo que buen periodista. Cuando te enterás las cosas de manera personal, no las contás”.
Además, en charla con el diario deportivo Olé, también aseguró que él sabía de esta situación hace largo tiempo: “Somos varios los periodistas que lo sabemos, porque hemos tenido relación personal con él. Yo me di cuenta en el Abierto de Estados Unidos, cuando quería hacer de nuevo Sin Anestesia (el programa televisivo de Salatino) porque el que habíamos hecho salió mal. Y al ratito de hablar con él, me di cuenta que estaba en otro lado. Tengo muchos elementos para empezar a pensar qué le pasa. Con el pasar del tiempo nos fuimos enterando por gente que está con él. Especialmente por Eduardo Puppo, que está escribiendo un libro sobre él y trabajando con el numero uno de la ATP, que tiene casi contacto diario. Sabemos que Guillermo está con problemas cognitivos hace tres o cuatro años. Tiene momentos en los que está perfecto y otros en los que está algo perdido”.
“A medida que fue pasando el tiempo, su salud fue empeorando. No sabemos exactamente qué es. Sería imprudente hablar de Alzheimer o demencia senil, sí sabemos que tiene problemas cognitivos aunque eso sea una definición amplio. Se dio la noticia, no es mentira y no tenemos pruebas porque no soy médico. Me consta que no está bien porque he hablado con él y sé que no está bien, pero no tengo ninguna prueba para decir qué es lo que tiene porque nadie dijo profesionalmente lo que tiene. El problema cognitivo es amplio y debe ser verdad”, agregó Salatuno, quien conoce a Vilas desde que el tenista tiene 10 años y que fue una de las personas que más lo apoyó cuando murió su hijo.
Además, brindó detalles del momento exacto en el que notó que la cosa no venía bien: “Mi precisión es de hace tres años, en el Abierto de Estados Unidos, cuando hablé con él y me quedé helado. Pero venía de antes, ya lo notábamos en Buenos Aires en el último tiempo del Vilas Ráquet. Almorzando en Madrid en diciembre con Arturo Romero, su amigo, socio y mano derecha comercialmente, me dijo que había estado en Montecarlo con Guillermo y me contó con lujo de detalles. Hay momentos que se pierde”.
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