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Muerte en el fútbol

La Fifa exigió a Irán que garantice “la libertad y la seguridad de las mujeres”

La organización internacional lamentó este martes la muerte de la joven iraní Sahar Jodayarí, quien se inmoló al saber que podría ser condenada a seis meses de cárcel por intentar entrar a un estadio de fútbol, y exigió a las autoridades de Teherán que se eviten "más tragedias en el futuro"


La Fifa lamentó este martes la muerte de la joven iraní Sahar Jodayarí, quien se inmoló al saber que podría ser condenada a seis meses de cárcel por intentar entrar a un estadio de fútbol, y exigió a las autoridades de este país a que garanticen “la libertad y la seguridad de las mujeres”.

“Hemos conocido la noticia muy triste de Irán y lamentamos profundamente esta tragedia. La Fifa transmite sus condolencias a la familia y a los amigos de Sahar”, escribieron desde la Fifa en su cuenta de Twitter.

“Reiteramos nuestro llamamiento a las autoridades iraníes para que garanticen la libertad y la seguridad de todas las mujeres que participan en una lucha legítima para poner fin a la prohibición de los estadios”, completó la Fifa.

La joven iraní Sahar Jodayarí murió a causa de las quemaduras sufridas luego de inmolarse al conocer que podía ser condenada a seis meses de prisión por intentar entrar a un estadio de fútbol, algo prohibido para las mujeres en Irán.

Su muerte produjo una gran conmoción este martes y una ola de críticas en las redes sociales, en las que numerosas personas le reclamaron a la Fifa que presione al gobierno iraní para que permita a las mujeres concurrir a los estadios o que elimine a Irán de las compencias internacionales.

Jodayarí, de 29 años y conocida como la “chica azul” por los colores de su equipo, el Esteghlal, falleció en un hospital de Teherán este lunes, informó este martes la agencia semioficial iraní Shafaghna.

El Esteghlal expresó su profundo pesar por el fallecimiento y ofreció sus condolencias a la familia de la joven, que fue detenida por la policía cuando intentó colarse disfrazada de hombre –durante marzo pasado– en el estadio Azadí de Teherán para ver el partido entre este equipo y el emiratí Al Ain.

Pasó dos días en la cárcel de Gharchak y fue liberada a la espera de juicio, pero, cuando que podía enfrentarse a una condena de seis meses de cárcel, decidió prenderse fuego, causándose quemaduras en el 90% del cuerpo, reportó la agencia EFE.

Amnistía Internacional (AI) denunció este martes que Sahar Jodayarí “todavía estaría viva si no fuera por esta prohibición draconiana y el trauma posterior de su arresto y enjuiciamiento”.

“Su muerte no debe ser en vano. Debe estimular el cambio en Irán para evitar más tragedias en el futuro”, indicó en un comunicado Philip Luther, responsable para Medio Oriente de AI.

Debido a las presiones de la Fifa, las autoridades iraníes anunciaron que las mujeres podrán acudir al estadio Azadí el próximo 10 de octubre para ver el partido entre las selecciones de Irán y Camboya, de las eliminatorias para la Copa del Mundo 2022.

Las mujeres no pueden entrar en los estadios en Irán para ver jugar a los hombres desde el triunfo de la Revolución Islámica de 1979, que estableció la política de segregación de sexos y numerosas restricciones para ellas.

Desde hace unos años se ha permitido en algunos partidos en Irán una presencia reducida de mujeres, pero siempre muy figurativa y por invitación, en medio del tira y afloja entre los sectores reformistas y conservadores de la República Islámica.

Es habitual, sin embargo, que las mujeres intenten tratar de ingresar a los estadios disfrazadas de hombres con gorras, pelucas e incluso barbas postizas, pese al riesgo de ser descubiertas y detenidas por la policía.

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