País

Caída en el rubro textil

Sin afiliados y por la crisis, cerró la Asociación Obrera Textil en La Pampa

La AOT tomó dicha decisión tras la caída del consumo, la apertura de importaciones y los despidos. Hace cuatro años tenían 500 afiliados. Para el titular de la seccional, Nerio Medina, la única manera de retomar la senda del empleo textil es un cambio de gobierno


La Asociación Obrera Textil (AOT) cerró su sede en Santa Rosa, provincia de La Pampa, debido al quiebre de todas las empresas de la zona dedicadas a esa actividad, como consecuencia de la apertura de importaciones y la consecuente crisis económica.

La caída de la industria textil se profundizó en septiembre del año pasado con el cierre de la fábrica Alpargatas, que empleaba en ese entonces a 130 trabajadores. A partir de entonces se multiplicaron los quiebres de varias pequeñas y medianas empresas de la actividad producto de los altos costos y la caída del consumo.

“El gremio cumplió su ciclo porque se quedó sin afiliados por la crisis textil”, señaló al diario La Arena el titular de la seccional de la AOT, Nerio Medina. La decisión fue tomada por la conducción nacional del gremio. “No se justifica una estructura que no funciona porque no hay afiliados”, lamentó.

Tras el cierre de Alpargatas, Medina aseguró que “la gran mayoría de los trabajadores que fueron despedidos hoy están sin trabajo”. “La desocupación es muy importante, hay 9 mil Pymes cerradas, fábricas grandes, el poder adquisitivo del salario sigue en baja. Están todos los condimentos para tener esta crisis que estamos atravesando”, señaló en torno a la situación nacional del sector.

Hasta diciembre de 2015, la AOT en La Pampa contaba con, aproximadamente, 500 afiliados. Para Medina, la única manera de retomar la senda del empleo en el sector textil es con una “reactivación del consumo” y con “un cambio de gobierno y de políticas”.

El rubro textil a nivel nacional acumula una caída del 18,5 en los últimos doce meses, mientras que la Unión Industrial Argentina (UIA) estima que la actividad fabril en el país experimentará “una baja mayor y generalizada” producto de los vaivenes del dólar, las tasas de interés y la incertidumbre económica, alentada principalmente por la caída del sector textil, entre otros.

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