Policiales

Ejecución a sangre fría

Quedó preso por un cruento homicidio en Villa Gobernador Gálvez

Uno de los sospechosos del crimen de Eduardo "Dani" Olivera, a fines de junio, fue detenido a primera hora del jueves pasado y llevado a audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal. Además le imputaron una desobediencia judicial ya que se encontraba con prisión domiciliaria


Las Heras y Perón, la zona donde la víctima fue ejecutada.

El viernes 28 de junio Eduardo Daniel Olivera estaba dentro de su casa en Villa Gobernador Gálvez, junto a sus dos hijos, su pareja y una amiga de ambos. A la hora de la cena, tres hombres armados y con la cara cubierta patearon la puerta, encerraron en una habitación a las mujeres y los niños. A Dani Olivera, como lo conocían, lo arrastraron y ejecutaron de tres disparos en la vereda.

Uno de los sospechosos de la violenta secuencia, fue identificado por los investigadores como Jonathan Leonardo L., de 20 años. El joven fue detenido a primera hora del jueves pasado y llevado a audiencia imputativa este viernes en el Centro de Justicia Penal. Allí la jueza Hebe Marcogliese aceptó la acusación del fiscal Florentino Malaponte y dictó la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley mientras continúa la investigación. Un dato que no pasó desapercibido y agravó la situación del acusado fue que, al momento del crimen, el imputado debería haber estado cumpliendo prisión domiciliaria por un hecho de abuso de armas de octubre pasado, indicaron los voceros.

El asesinato de Dani Olivera, de 25 años, fue particularmente cruento. A las 21.30 de ese viernes 28 de junio, tres desconocidos, encapuchados y armados, irrumpieron en una casa de inmediaciones de Las Heras y Eva Perón cerca de las vías del ferrocarril, en la vecina localidad. La víctima estaba junto a su pareja y una amiga de la familia. Mientras uno retenía a Olivera, los otros golpearon y encerraron a las jóvenes en una habitación. También les robaron los celulares. Después, sacaron a la fuerza a Olivera hasta la vereda. Las mujeres escucharon tiros y después nada. Ante la desesperación, lograron salir y comenzaron a buscar al muchacho. Lo encontraron desvanecido sobre una mancha de sangre. Cuando los médicos del Sies llegaron, diagnosticaron que Olivera había fallecido producto de tres disparos: dos en la zona dorsal y el tercero en la nuca, de acuerdo a la reconstrucción que realizaron las fuentes policiales y judiciales.

El jueves pasado, el fiscal Malaponte ordenó allanamientos para dar con los homicidas de Olivera. Personal de comisaría 26ª y del Comando Radioeléctrico irrumpieron en una casa de la cuadra de Alvear al 800, en Pueblo Nuevo, y detuvieron a Jonathan L., a quien la evidencia recolectada ubicó en la escena del crimen, segúbn indicaron las fuentes policiapes para agregar que otro de los operativos fue en una precaria construcción del  asentamiento de Juan José Paso y las vías del ferrocarril, el cual dio negativo.

El fiscal le endilgó a Jonathan los delitos de homicidio calificado en concurso de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego; además de abuso de arma, portación ilegal de arma de fuego de guerra y robo calificado por uso de arma de fuego –en relación a los celulares sustraídos a las mujeres–. A eso se sumó una desobediencia a una orden judicial por quebrantar la prisión domiciliaria que cumplía en su vivienda por un delito anterior. Fue en ese marco que la juez Marcogliese aceptó la acusación de la Fiscalía y dictó para Jonathan la prisión preventiva por el plazo de ley.

Los vocedros judiciales agregaron que el imputado cumplía prisión domiciliaria por un hecho de abuso de armas y amenazas. El 3 de octubre del 2018 a las 20.30 en calle Bomberos Voluntarios al 2300 de Villa Gobernador Gálvez, circulaba en una moto junto con un tal Marcos R. y realizó varios disparos hacia la fachada de una vivienda.

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