Policiales

Caso Pomar: siguen una microseñal telefónica

Según un anticipo de C5N, fuentes vinculadas a la causa afirmaron que el celular de los Pomar fue encendido en Chivilcoy. Por el momento la policía se dedica a la búsqueda de la familia en esa ciudad.

POMARILLA

La investigación que se está llevando a cabo para dar con el paradero de la familia Pomar ya cuenta con un nuevo dato que podría ayudar a dar con el paradero de la familia, ya que alguien encendió el celular que transportaban cuando viajaban a Pergamino.

Según un anticipo exclusivo de C5N, los investigadores apuntaron que el celular se prendió en Chivilcoy, alguien escuchó los mensajes del contestador y leyó los mensajes de texto que había en el aparato.

Debido a esta nueva pista, la Policía comenzó a realizar un rastrillaje por la ciudad de Chivilcoy para dar con el paradero de la familia.

Los investigadores esperan un nuevo informe de la compañía de telecomunicaciones para saber qué pudo haber pasado con el teléfono.

A 12 días de las últimas noticias sobre el matrimonio y sus dos hijas y con más de 130 pistas falsas, la Policía analiza además el disco rígido de su computadora, los mails y los llamados telefónicos que realizaron o recibieron antes del sábado 14, cuando salieron de su casa en Mármol en dirección a Pergamino para nunca llegar a destino. Además, controlan, auto por auto, a los que pasan por Pergamino, Salto, Rojas, Arrecifes y Colón.

Después de los resultados negativos previos de los rastrillajes en Pergamino, Santa Fe y la Patagonia y todas las pistas anónimas falsas, los investigadores apuntan al perfil psicológico del matrimonio. Según creen, en el CPU de la computadora puede estar la respuesta al misterio. Los investigadores buscan posibles problemas familiares y personales.

Luis Fernando Pomar, de 40 años, y Gabriela Cristina Viagran, de 36, emprendieron viaje junto a dos de sus hijas de 6 y 3 años en un Fiat Duna Weekend rojo el sábado 14. El más grande de los chicos, de 13, hijo de Gabriela de un matrimonio anterior, se quedó en lo de un amigo porque tenía que rendir un examen. La pareja se había adelantado a visitar a su familia, porque Fernando tenía una entrevista de trabajo el lunes. Desde entonces, el último contacto fue un mensaje de texto: “A las 10.30 estamos llegando, pa”. Eran las 20.10 del sábado, desde entonces, están desaparecidos.

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