Si bien el Gobierno nacional se desligó de la pesquisa por la muerte de Alberto Nisman, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, no pudo evitar hacer una evaluación sobre el informe de los peritos que dio a conocer la ex mujer del fiscal, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, en el que se afirmó que se trató de un asesinato.
“Si se trabaja la hipótesis del homicidio, lo que se ve en ese marco es que la persona que hubiera entrado a provocar el homicidio, si así lo fuera, tiene que ser una persona de conocimiento del fiscal. En ningún momento se defendió”, dijo Fernández en diálogo con radio Vorterix.
El jefe de ministros destacó que en la autopsia del cuerpo de Nisman llevada adelante por el Cuerpo Médico Forense, que depende de la Corte Suprema, “participó el perito decano, que es la persona de mayor prestigio, por lo que la autopsia tuvo el máximo nivel del cuerpo forense” y resaltó las coincidencias entre lo que expresaron los peritos de parte y los peritos oficiales, entre las que mencionó que “la pistola prestada es la que provocó la muerte” y la hora estimada del deceso.
En ese sentido, Fernández consideró que “la defensa de (Diego) Lagomarsino debe estar preocupada por lo que acaba de decir Arroyo Salgado; la pericia lo coloca con Nisman en la hora de muerte”.
Según expuso Arroyo Salgado al presentar las conclusiones del trabajo técnico, la data de la muerte del fiscal fue de más de 30 horas contadas hacia atrás a partir del inicio de autopsia, que fue el lunes (siguiente al hallazgo) entre las 8 y las 10. O sea, el sábado por la noche.
“Estamos hablando de que la muerte toma como centro las 20 del día sábado. Cuatro horas más o cuatro horas menos. Cuatro horas más no pudo haber sido porque sería a las 22 y la familia llega a las 20.30. Cuatro horas menos sería, entre las 16 y las 20 del sábado, y a esa horas estaba Lagormarsino en la casa”, fundamentó el funcionario.
“No creo que haya en algún lugar en el que se puede decir que un sicario va y mata a una persona que no conoce con la pistola que le prestaron”, señaló al reforzar que “la defensa de Lagomarsino debe estar preocupada”.
Es que el informe de la querella también asegura que el arma que dio muerte a Nisman fue la pista Bersa calibre 22 provista por Lagomarsino. “Presenta signos de ser disparada y era apta para el disparo”, sostuvo Arroyo Salgado.
En esa línea, Fernández recordó que el hacker dijo ante la Justicia y los medios que “Nisman le dijo que iba a guardar el arma primero en la caja fuerte y luego en la guantera porque iba a salir a pasear con sus hijas, cuando ellas estaban en España”.
Sin embargo, resaltó que hay una situación “por lo menos rara” y tiene que ver con que no se encontró rastros de ADN en la Bersa, aunque Lagormarsino dijo que manipuló el arma antes de entregársela a Nisman.
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