Así sí, Argentina. Con un rendimiento compacto, sin fisuras, con actuaciones individuales importantes y una fisonomía de juego que entusiasma, el seleccionado argentino derrotó a Alemania en Múnich en el último amistoso previo a la Copa del Mundo de Sudáfrica.
El equipo argentino se mostró sólido en todas sus líneas, con Verón como eje de juego y Messi rotando por las bandas. Encima, Di María y Gutiérrez hicieron un surco por los laterales.
Como dato extra, vale aclarar que Argentina encontró seguridad en defensa con una aparición que se hacía esperar: Walter Samuel. El central del Inter de Italia, pese a ser amonestado, fue lo más regular.
Argentina tuvo dos chances claras en el primer tiempo y en una gritó. La primera la tuvo Di María tras un gran pase de Verón, pero el zurdazo del ex Central reventó el travesaño de Adler. Y cuando se moría el primer tiempo, Di María envió un pelotazo, Higuaín anticipó la increíble salida del golero teutón y definió con el arco libre. 1-0 y al descanso.
En el complemento Argentina debió superar dos malas noticias de arranque: las lesiones de Heinze y de Demichelis. Y Burdisso y Clemente Rodríguez cumplieron.
Salvo en un par de aproximaciones, Alemania jamás puso en aprietos a Sergio Romero. Es que Argentina se abroqueló bien atrás, tuvo quite y juego en el mediocampo y cuando atacó estuvo cerca de lastimar, sobre todo con un Di María picante y explosivo.
Párrafo aparte para Juan Sebastián Verón, quien fue el conductor del equipo y además colaboró en la marca y fue descanso para los delanteros.
Argentina ganó y convenció. A menos de 100 días para el debut en el Mundial, el equipo de Maradona dejó en claro que con trabajo todo puede funcionar. Hoy jugó bien y ganó. Así sí, Argentina.
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