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Boom de crédito privado en noviembre: $11 mil millones

El banco que preside Marcó del Pont ya compró 10 mil millones de dólares en 2012.

De la mano de un fuerte aumento de los depósitos, también el aumento del crédito se mantiene muy firme. De acuerdo con los últimos datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), en noviembre pasado el aumento fue del 3,5 por ciento, lo que representa una suba interanual del 39,3 por ciento. En términos nominales la cifra de expansión es también notoria, ya que asciende a $ 11.000 millones en un solo mes.

De esta manera, después de un arranque del año bastante flojo, la expansión crediticia no estará lejos del récord del 45 por ciento registrado el año pasado. Los expertos aseguran que si bien son números muy grandes, no deberían generar grandes preocupaciones.

Sucede que la relación entre crédito y PBI en la Argentina se ubica en el orden del 15 por ciento, cuando en otros países de América latina supera largamente el 50 por ciento. Además, el nivel de endeudamiento de las familias no es demasiado elevado cuando se realiza la comparación regional. Y a las cifras hay que restarles el componente inflacionario, por lo que las subas en términos reales resultan menos significativas.

Este aumento del crédito es la principal variable que explica el aumento de los agregados monetarios, como el dinero en circulación que crece al 38 por ciento en términos interanuales. Esto sucede a través del mecanismo conocido como «multiplicador monetario»: los pesos que se depositan vuelven al menos parcialmente al sistema y eso va generando un incremento en la cantidad de dinero. Desde el ente monetario dejan en claro que esto es un comportamiento virtuoso del sistema, lo mismo que la expansión de pesos producto de la compra de dólares (el BCRA ya compró u$s 10.000 millones en los primeros once meses del año).

Recién en tercer lugar de la expansión de pesos, de acuerdo con la autoridad monetaria, aparece el financiamiento al Tesoro vía adelantos transitorios, que se utilizan para cubrir baches fiscales. Un solo mes de todo 2012 había arrojado una expansión mayor. Fue junio, que registró una suba de $13.000 millones, aunque seguramente la cifra estuvo influida por la necesidad de fondos de las empresas para hacer frente al pago de medio aguinaldo.

Todas las líneas de crédito relacionadas con empresas son las que más crecen, como adelantos en cuenta corriente y descuentos de documentos, ambas con subas por encima del 4,5 por ciento en el mes.

Pero también gana peso en el monto total del crédito otorgado por el sector bancario la línea de financiamiento productivo, a través de la cual el BCRA, que preside Mercedes Marcó del Pont, obliga a los bancos a prestarles a las empresas el 5 por ciento de los depósitos privados, equivalente a $15.000 millones. Es a tres años de plazo como mínimo y la tasa se ubica en el 15 por ciento anual fija. Claro que este caso concreto no se ve reflejado en forma puntual en las estadísticas, sino que forma parte del rubro «otros», que acumula un aumento del 53 por ciento interanual.

De acuerdo con los datos del Central, entre julio y octubre las entidades habían “despachado” casi la mitad del monto comprometido para financiar los planes de expansión de las empresas.

Las líneas destinadas a consumo, en cambio, crecen más lento: los préstamos personales subieron un 2,7 por ciento en el mes y acumulan una suba del 29 por ciento interanual, apenas superando la inflación. En cambio, crece más rápido el financiamiento vía tarjeta de crédito, que presenta una expansión del 43 por ciento interanual.

En esta evolución crediticia hay un par de aspectos adicionales a destacar:

Los niveles de morosidad se mantienen históricamente bajos. La cartera irregular representa apenas el 1,7 por ciento del total. Se produjo un leve repunte en el primer semestre, pero luego la tendencia se normalizó. Como tanto las familias como las empresas tienen muy buenos niveles de cumplimiento, los bancos se animan a prestar más.

Las restricciones para comprar dólares beneficiaron indirectamente a los bancos, que por un lado sufrieron la caída de los depósitos en moneda extranjera, pero al mismo tiempo registraron un fuerte aumento de las colocaciones en moneda local. Con ese aumento de depósitos, especialmente plazos fijos que crecen al 51 por ciento anual, las entidades se hicieron de un mayor colchón de liquidez, lo que aceleró el financiamiento al sector privado.

Distinta es la suerte de los préstamos en dólares, que cayeron un 40 por ciento en términos interanuales. Se trata de la línea de prefinanciación de comercio exterior, que terminó siendo reemplazada por financiamiento en pesos, aunque más cara.

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